Layla, nuestra protagonista, es la hermana del el niño que sobrevivió por parte de madre, pero eso aún no lo sabe hasta llegar a Hogwarts. La pequeña se iba a quedar con su madre y el padre de su hermano pero tras la muerte de su madre la llevaron j...
Habían pasado las semanas y solo me centré en el maldito armario, Draco se le ocurrió matar a Dumbledore por aninomo con un collar maldito que con la maldición imperius iba a entregar Katie Bell.
—¿Estas lista?— me pregunta.
Asentí cogí el paquete y se lo di a Katie como regalo, detrás de mi Draco le lanzo el imperius y yo un obliviate para que no se acordará de nada esto.
Salí y me choque con Hermione.
—Hey Layla, te ves palida, vente a tomar unas cervezas con nosotros.— dijo.
Draco paso a mi lado y Harry lo vio raro.
—Estoy cansada.— le respondi.
—Vamos.— tiro de mi.
Me senté a su lado y vi como Ron miraba hacia atrás mio. Giré y vi a Ginny besandose con Dean.
—Yo me voy.— habló Ron.
—Inmaduro.— murmure.
Estuvieron peleando pero no preste mucha atención.
Luego salimos todos juntos para volver al castillos, más adelante estaban Kate y Alicia. Agaché la mirada.
—No sabes lo que estás haciendo.— le reprochó Alicia a Katie.
—Sé lo que hago Alicia.— contesto.
Tras segundos Alicia soltó un grito. Kate estaba poseída trate de escapar pero Harry me agarró del brazo.
—Puede ser peligroso.— me dijo.
Asentí. Hagrid vino y se llevó a Katie advirtiendonos de que no tocaramos el collar.
El plan había fallado y necesitabamos darnos prisa.
Volví al castillo y se lo conté a Draco. Dio un golpe en la mesa y me alertó.
—Le pediré un veneno a mi padre tal vez así podamos hacerlo.
Asentí.
Luego de unos días fue la reunión del club de las Eminencias.
—Draco, ven porfa, aléjate un poco de todo esto.— le dije mientras arreglaba mi peinado.
Me puse un vestido negro, corto y con las mangas largas.
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Unas botas un arriba de la rodilla y una semi coleta alta.
—Sabes que tengo que realizar el plan.— me dijo calmado.
Bufé y baje a la sala común.
—Pss... Theo, ven conmego a la reunión, porfiiiiiis.— le dije a mi hermano.
—Vaaale.— dijo rodando los ojos. Sonreí victoriosa.— A veces parace que tienes 5 años.
—Gracias, a sí revives los momentos que no has estado.
—Para eso esta Draco, me pone an día.
Le mire desafiante.
—Ve a cambiarte.— le dije.
Bufo y subió, después bajo con un traje todo negro. Sonreí.
—Zoe. ¿Tienes un pintalabios negro?— le pregunté a mi amiga que estaba haciendo deberes.
Ella bajo su mano a su mochila y sacó un labial del color y otro brillo con purpurina negra.
—Como me conoces. Te quiero.— le dije mientras cogía los labiales.
—Cuando te conviene.— dijo mi amiga sin dejar de apuntar.
—¿Siempre es así?— preguntó Theo.
—Sí, pero se la quiere igual.— respondio Zoe.
Terminé de ponerme los labios y abracé a mi amiga.
—Esda navidad te comparé algo muy cool.— le dije.
Rio y salimos de la sala común.
—Estás muy guapa hermanita.— dijo Harry.
Theo gruñio.
—Gracias Harry.
—Es mi hermana para que sepas.— le dijo Theo.
Rodé los ojos.
—Ambos son mis hermanos, los dos.— les dije.
Después entramos en el despacho de Slughorn que parecía más grande que el resto.
Estuvimos bastante incómodos todos. En una mesa nos sentamos Blaise, Theo y yo a charlar mientras no paraba de comer.
—¿Puedes parar de comer?— me preguntó Blaise.
—Lo siento, es esto, vomitar o desmayarme. Todos aquí sabemos que preferimos esto.
Pusieron caras raras y me encogí de hombros.
—Señor Slughorn he encontrado a el señor Malfoy.— dijo Flich entrando en la sala.
Levante la vista y estaba Draco con él.
Bufé.
—Dice que estaba invitado.— siguió el conserje.
—Vale, mentí, no estoy invitado. ¿Contento?— afirmó el rubio.
Me levanté y salí de allí disimuladamente, esperé en la puerta y salieron mi padrino y Draco.
—¿A qué juegas Draco?— preguntó Snape.
—Haré lo que quiera.— contestó mi novio.
—No lo entiendes, hice un juramento inquebrantable jurando protegerte.— siguió.
—No necesito que me protejas
—Bueno ya, me llevó a Draco a la sala común, papá dile a Theo que estoy allí.
Mi padrino se fue hacia la fiesta y yo fui con Draco a la sala común.
—¿Cómo ha salido?— le pregunté.
—Bien, he conseguido dejarsela a Slughorn para que se la de a Dumbledore. Esperemos que lo haga.
