Lo que debió ser.

Respeto.

Una vez volvieron a Konoha, todo pareció mejorar bastante: pese a que la situación en el clan Hyuga continuaba sin ningún progreso, de alguna manera Neji y Tenten estaban mucho más tranquilos ahora. Tenian el apoyo y el respaldo de todo el mundo y sabían que, pasara lo que pasara, eso sería suficiente.
Sin embargo y a pesar de esa nueva seguridad y tranquilidad que había llegado a se vidas, las siguientes semanas que pasaron fueron sumamente difíciles, particularmente para el joven Hyuga:
Neji volvió todas sus energías en cuatro cosas sumamente importantes: la primera y más importante para el eran, desde luego, los cuidados de Tenten, tales como consultas médicas, ver qué comiera adecuadamente, que durmiera suficiente y que no se preocupara por nada.
La segunda fue en los preparativos necesarios para su nueva familia: no podrían vivir en el diminuto apartamento de Tenten, ya que ni siquiera había una habitación extra para los gemelos y la casa que él poseia dentro del clan Hyuga no podían usarla hasta no ver resuelto todo el conflicto entre las ramas, así que forzosamente necesitaban una nueva casa más grande en el centro de Konoha.
La tercera cosa que le ocupaba tanto era la situación en su clan. Su tío había hecho lo imposible por arrestarlos en varias ocasiones más y tal parecía que, entre más tiempo pasaba, el viejo Hiashi más duro se volvía...
La cuarta y última ocupación en la que Neji gastaba energías era en su deber como jōunin.
Kakashi había sido muy indulgente con él muchas veces y evitaba darle misiones que lo tuvieran lejos mucho tiempo, sin embargo, a veces era requerido cuando estaban bajos de fuerzas militares y la demanda de misiones aumentaba, por lo que había ocurrido al menos un par de veces que hubo tenido que marcharse por varios días, dejando a Tenten al cuidado ya fuera de Lee o de su ex profesor y si éstos dos estaban también ocupados, entonces la joven castaña pasaba ese tiempo en casa de Naruto y Hinata...

Tenten, por su parte, veía con aflicción y angustia el esfuerzo sobre humano que Neji hacía para cargar con todo eso.
La joven se sentía frustrada e impotente... Nunca en su vida se había sentido tan inútil.
Hacia todo lo que podía para aligerar las cargas de su amado compañero y prometido: solía fingir que no tenía ningún malestar solo para que él estuviera tranquilo, se obligaba a comer debidamente y a sus horas, a dormir temprano y a mantenerse activa a pesar de que las náuseas y el inmenso agotamiento no habían desaparecido y ahora eran acompañados por muchos más malestares nuevos como hemorragias nasales, dolores lumbares,calambres en las piernas y muchos otros más...

Cuando finalmente encontraron una casa adecuada, Tenten debía desalojar su apartamento para entregarlo al Hokague a cambio de la nueva propiedad y solo pagar una diferencia menor; Neji, deseaba hacerce cargo del proceso de la mudanza para que Tenten no se agobiara, pero desde luego que no tenía tiempo suficiente, por lo que la joven kunoichi decidió encargarse sin decirle al joven Hyuga, con la misma intención de no preocuparlo...
Al mismo tiempo, Tenten había tomado oficialmente el puesto de profesora de armas en la academia, así que a pesar de que su trabajo comunitario había terminado, ella continuaba dando clases, esta vez oficialmente con paga fija.

Entonces, pese a que se sentían apoyados, respaldados y seguros, los problemas parecían no dejar de aparecer, aún así se esforzaban por sobrellevar todo como buena pareja y cada momento de tranquilidad lo atesoraban muchísimo, especialmente si podían estar juntos...

Ese día estaba nevando.
No mucho ciertamente, era más bien una ligera precipitacion de plumilla.
Era medio día y Tenten ya salía de la academia, gracias a que su último grupo se encontraba de excursión...

Estaba quedándose en casa de Naruto y Hinata ya que Neji, Lee y Maito Gai se encontraban atendiendo misiones y ciertamente se moría por llegar a la casa.
Se sentia exhausta, moría de sueño y el almuerzo que había tomado parecía no haber sido suficiente... En verdad moría de hambre. Más específicamente, moría por un enorme plato de arenque soba...