Lo que debió ser.

Fallas.

Su escasez de chakra había reducido el alcance de su Byakugan.

Escuchó un grito y una explosión mucho más fuerte que las anteriores... Fue entonces que pensó que no conocía a muchos expertos en armas que manejaran bien los explosivos...

------Tenten...

Se dejó caer sobre sus manos y rodillas completamente exhausta.

Se concentró en recuperar el aliento y no dejar que su energía terminara de abandonarla.
Sabía que estaba herida, pero no de gravedad: sentía la sangre correr por una de sus mejillas, producto de un razguño que una shuriken le hizo en el pómulo.
Su brazo izquierdo la estaba matando... Habían logrado golpearla con la técnica del puño suave en ese sitio y el daño era evidente, aunque no totalmente insoportable.

Respiró profundamente y exhaló lento, pasando entonces a concentrarse en el chakra que estaba enviando a la criatura en su vientre... Parecía estar todo en orden respecto a él...

------Tu...tu padre sin duda me matará por ésto cuando se entere...------Bromeó entre jadeos al único ser que sabía que estaba ahí.
Se puso de pie nuevamente y acaricio su bajo abdomen por encima de su chaleco....

------Si es que se entera... Tú no le digas nada. -----Volvió a bromear.

En ese momento, escuchó ruido en las ramas de los árboles.
Se ocultó mejor y miró hacia arriba, viendo pasar a gran velocidad a otro grupo de desertores, sin embargo, esta vez, uno de ellos llevaba en brazos a la joven princesa Hyuga inconsciente...

-----Hanabi...

Llegó corriendo al lugar de las explosiones. Había cuerpos en el suelo casi completamente deshechos, todos con las mismas ropas que los amotinados de su clan llevaban.
Miró hacia un lado y entonces vio varios objetos que reconoció por completo: pergaminos.
Había pequeños pergaminos ya usados regados por el suelo...supo de inmediato que eran de Tenten.

Volvió a activar su ya muy limitado Byakugan y lo enfocó al frente dispuesto para seguir el rastro de la joven kunoichi quien seguramente había ido detrás de otro grupo.

Persiguió a los secuestradores de Hanabi sigilosa pero velozmente.
Mantuvo su distancia detrás de ellos para evitar ser detectada tan rápido y justo cuando el hombre que llevaba a la joven princesa en brazos se separó ligeramente más al frente del grupo, supo que era su oportunidad.
Nuevamente desplegó un pergamino y con la sangre de su dedo deshizo el sello, liberando de él al menos medio centenar de kunai que viajaron velózmente hacia sus oponentes dando en el blanco y matando a tres de ellos...

El ataque reveló su presencia y de inmediato, todos los demás bajaron en su ataque.
Fue rápida y se movió rápidamente hacia las ramas de los árboles, sin embargo, su chakra ya era bajo, haciendo insuficiente el que llevaba a sus pies para sostenerse, por lo que calló al suelo repentinamente en medio de su huida.
Logró deshacelerar la caída utilizando un cuchillo para sostenerse del tronco de un árbol, cayendo al suelo ligeramente más suave, pero aún así con fuerza sobre sus rodillas y manos...

------Aah!..-----Se quejó dolorida. Se estaba quedando sin chakra...------Dios...------Suspiró. Llevó una de sus manos a su vientre bajo por encima de su chaleco y se concentró en sentir el chakra que había estado enviando hacia esa zona para proteger a su bebé... Tenía que darse prisa y acabar con eso rápidamente si no quería comenzar a utilizar ese poco chakra que mantenía a salvo al ser en su interior.