Capítulo 16

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Minho supo que su vida no sería sencilla justo cuando cumplió los trece años. Cuando el chico había cumplido esa edad, fue que la verdadera tortura comenzó en su hogar. No es que sus padres fueran los más cariñosos desde que había nacido, pero a esa edad todo empeoró. Minho había dejado de tener niñera ya que era una persona "grande". Ahora a cambio tenía un guardaespaldas ocasional y un chófer para ir a la escuela, aunque lo del chófer lo ha tenido desde siempre. Sus padres comenzaron a exigirle demasiado. Debía ser siempre impecable en todo. Todo pues... es todo. No se podía permitir fallar en nada. Era demasiada presión para un niño de trece años y simplemente pasó lo que tenía que pasar.

Minho comenzó a tener cuadros de pánico y ansiedad. Tenía demasiada presión para la edad que tenía. Necesitaba afecto de sus padres, el cual nunca tuvo, pero a cambio recibía presión y más presión. Se estaba volviendo loco a muy corta edad. Sus padres no entendían que todo había sido mera culpa se ellos y es por esa razón que hicieron lo que ellos creían correcto. Minho fue internado en un psiquiátrico. Si, con tan solo trece años, Minho estaba en un psiquiátrico. Obviamente sus padres mantuvieron todo en secreto. Para todos, Minho solo había enfermado y estaba siendo tratado en su hogar. Es decir, el Grupo Lee no podía permitirse una deshonra como esa. Porque como ya se dijo, Minho debía estar perfecto en todo. Su salud mental no era perfecta así que eso debía ser arreglado. 

Minho pasó alrededor de un mes internado. Lloraba todos los días, no quería tomar la medicación y gritaba mucho en las noches. Fue al cabo de dos semanas que entendió que debía calmarse por su propio bien. Tuvo que reflexionar por si mismo y aceptar los medicamentos. Sus padres nunca lo escucharían y simplemente debía ser un hijo perfecto. De hecho, Minho comenzó a sentirse más cómodo en ese lugar, estando sin tanta presión. Cuando había pasado alrededor de un mes, fue dado de alta. Estaba listo para ser nuevamente torturado, pero a diferencia de antes, sus padres no fueron tan estrictos. Sus padres más bien comenzaron a estar... ausentes, más ausentes que de costumbre, si es que eso era posible. Minho dejó de sentir tanta presión por la perfección, pero se sentía solo. Luego de todo eso, pudo conocer a Momo y todo comenzó a ir relativamente bien. Le anunciaron sobre su matrimonio arreglado y la verdad es que no tenía tiempo para discutir sobre esas cosas. Solo aceptó que se casaría cuando tuviera sus dieciocho años. No es que pudiera cambiar nada. Ya lo había aprendido.

El caos comenzó de nuevo luego de haberse casado, un casamiento que llegó antes de lo esperado. Jeongin ya había nacido y tenía unos cinco meses de eso. Era lo más preciado y lindo que Minho podía tener. Minho cuidaba a su bebé con su vida y un día solo pensó que su querido niño merecía algo mejor. Fue cuando comenzó a planear su escape.

Jeongin apenas tenía un mes de nacido cuando Minho decidió que era mejor que ambos tuvieran otra vida. Como siempre había sido recto, a excepción de su amor por Chris y su estadía en el psiquiátrico, fue fácil hacer creer que todo estaba bien. Minho solo cuidaba a su hijo, pero al mismo tiempo, cuando salía a hacer las compras, guardaba algo de dinero poco a poco para poder comenzar con su plan. Se iría de Seúl. Guardaba de poco a poco para poder comprar un pasaje de bus, de esos que te llevan al otro lado de Corea. Minho no quería que su hijo sufriera lo que él, así que se lo llevaría lejos. Iba a huir junto a su pequeño bebé y todo saldría bien. El plan fue simple. Siempre que iba de compras, se guardaba algunas monedas y los recibos de compra nunca eran entregado a Yoonsuk. El hombre nunca los pedía y por eso no hubo mayor problema. Minho se deshacía de los recibos por medio del inodoro.

Minho había podido juntar el dinero suficiente para su billete de bus cuando Jeongin ya tenía cinco meses de nacido. Era una suerte que Jeongin fuera un recién nacido. Al Jeongin ser un bebé, este no pagaba por el pasaje. Si Jeongin fuera mayor, Minho aún estaría juntando el dinero para poder huir. Cerca de donde hacía las compras había una estación de buses. Un día solo se escabulló y compró un pasaje para dentro de tres días. Sería en la noche.

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