Cap. VIII: Bingsu

Start from the beginning
                                    



Sus ojos negros veían los míos fijamente tratando de asimilar mi contestación. Y era verdad, sus sentimientos escritos en las cartas era lo más valioso que la vida me pudo regalar.




—¿A-Algo? ¿Tú sientes algo por alguien? —preguntó curioso, pensando en todos, menos en él.

—Sí, siento ganas de abrazar a esa persona para decirle que he esperado mucho tiempo para estar juntos. Vernos de frente y platicar sobre nuestras vidas.

—Deberías decírselo, ¿no crees?

—Se lo estoy diciendo justo ahora.

—...

—KyungSoo, quiero conocerte, saber lo que haces, lo que sientes —suspiré— No hay otra persona que alborote mi vida como lo has hecho tú. No desconfíes de mí, por favor.

—No lo hago, yo también quiero estar contigo, charlar y tener un amigo más, pero, el temor a que me olviden otra vez, es fuerte.




Mi pequeño pingüino seguía inseguro con mi amistad y no era para menos. Todo había pasado tan rápido que su mente no procesaba los eventos.

Me levanté del asiento y caminé rumbo al suyo, pero de pronto...




—¡KyungSoo! —Nick llegó por detrás sosteniendo un celular en sus manos— Disculpen la interrupción, pero Soo, es tu hermano que quiere hablar.

—¿SeungSoo? ¿Qué necesita?

—No lo sé, solo dijo que no contestas sus llamadas y quiere decirte algo.

—¡Oh! — sacó del bolsillo su celular sorprendido por la cantidad de llamadas perdidas, o eso supuse por la facción de su rostro— Está bien, pásamelo.




Volví a sentarme en mi lugar sin dejar de ver el rostro de KyungSoo. Mi celular vibró tres veces avisando la llegada de mensajes de texto. Saqué el móvil encendiendo el botón lateral para ver quién era el entrometido pensando en era Sehun, Jongdae o mi jefe. Jamás imaginé que iba a ser de mi compañera de trabajo que por primera vez en dos semanas se atreve a hablarme.




Haneul:

Hola, compré comida china en el centro, dentro de unos minutos estoy en tu casa.

¿Dónde estás? Estoy tocando varias veces la puerta y no abres.

La comida se enfría y no sales, por favor dime dónde estás ,cariño.




¿Cariño? Arqueé una ceja al leer esa palabra fuera de lugar entre la supuesta amistad que teníamos. Tecleé un rápido Vete, no estoy en casa y seguí con mi cita. KyungSoo seguía con su llamada, pero hubo un cambio bastante raro. Sus mejillas lucían enrojecidas a más no poder. Se notaba algo avergonzado y nervioso a la vez.

Cartas a Kim JongIn [KaiSoo]Where stories live. Discover now