Cap. III: Flower

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Un amigo es aquél que te ayuda en las buenas y en las malas, aclarar tu mente cuando lo necesitas, brindarte consejos para sobrevivir en un mar de dudas...




—¿Me estás diciendo que te gusta ese chico, pero no sabes en qué sentido? Y lo peor es que... ¡¿Solo te bastó dos días para que sintieras algo por él?! Eres un imbécil.

—Gracias, yo también te quiero, Sehunnie.




Está comprobado científicamente que Sehun no es de esos amigos.




Durante el receso en la universidad, aproveché a explicarle la situación con KyungSoo. Necesitaba desahogar mis sentimientos, aunque él nunca era el indicado para escuchar este tipo de temas.




—¿Qué harías tú si tuvieras ese problema? —le pregunté dándole un mordisco a mi sándwich.

—Pues... —cruzó los brazos y miro al cielo—No hay mucho que explicar, solo ve y trata de ser amigable con él.

—Lo dices fácilmente, pero... —suspiré— ¿Cómo le hago? No puedo llegar así como así ofreciendo mi amistad de un día para otro.

—¿Ves? —levantó la mano dándome un tronado zape en mi cabeza— Por eso te digo que eres un imbécil. Obvio no vas a llegar a su casa a preguntarle si quiere que seas su amigo.

—¿Auch? Ten cuidado con mi cabeza, dolió ese golpe... Entonces, ¿qué hago al respecto?

—Pienso que debes ir lento, muy lento. El tiempo dirá lo que sientes por él, pero ojo, tampoco lo asustes.

—Gracias, Sehun —dije fingiendo impresión— En serio me impacta que tu cerebro empiece a funcionar.

—¡Oyeee! —frunció el ceño— Tampoco soy un inútil.




Un consejo bueno al año viniendo de Sehun es como meter una pelota de golf en el hoyo después de mil intentos, todo un milagro.




—Oye, Sehun, hace dos semanas te vi en la oficina del director. ¿Te pasó algo?

—¿Ah? —sonrió nervioso— Estábamos revi... visand-do algunos papeles.

—¿Sentado?... ¿Arriba de sus piernas?




Tosió exageradamente para desviar el tema, típico de él. Los rumores en la empresa eran más fuertes cada día, tampoco quería dejar a mi amigo a un lado, solo quería confirmarlo directamente con él.




—B-Bueno, e-es hora de i-irme —tomó su mochila y corrió hacia el salón de ciencias despavorido— ¡Bye!

Cartas a Kim JongIn [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora