91 [✓]

11K 455 226
                                    

[Bebé]

Advertencia: Ninguna.

Tiempo en el que ocurre: Actualidad.

No. De palabras: 1795.

-------------------------

Tenía una buena vida, no podía quejarme. Una carrera universitaria, un trabajo estable, un departamento propio y buenos amigos con los que salía de vez en cuando.

Todo parecía marchar de maravilla, siempre fui una mujer que sabía lo que quería, decidida y segura de mi misma, sin ninguna relación amorosa sería hasta hace unos años pues no estaba en mis planes el enamorarme de alguien sólo quería concentrarme en mi y en como mejorar.
Pero con veintiséis años y un montón de cosas vividas se podría decir que había llegado la hora de buscar pareja, repito no estaba en mis planes enamorarme y mucho menos de alguien menor pero que podía hacer.

Para el amor no hay edades y a mi no me importaba que dijeran los demás de mi relación con alguien menor.

[...]


Caminaba sin muchos ánimos por los inmensos pasillos del bufet de abogados en donde trabajaba, estaba demasiado estresada pues desde hace unas semanas no podía dormir bien, había un caso muy importante el cual tenía que atender.

La falta de sueño y el no ver a mi dulce novio me ponía de nervios, él también tenía muchas cosas que atender y por eso tampoco nos habíamos visto.

Suspire con cansacion mientras revisaba mi celular en busca de algún mensaje o llamada de él pero nada, entre a mi oficina y avente el celular sobre el escritorio para después sentarme detrás de este.

—Maldita sea— me queje.

Encendí el computador y empecé con mi trabajo revisando algunos archivos y corroborando datos, está muy absorta en mi deber pero me estaba desesperado muy rápido pues este caso relamente era complicado, me estaba frustrado.

—Tranquilizate o explotaras.

Una voz hizo un poco de eco en mi espacio de trabajo, alce la mirada y me encontré con mi buen amigo. Moblit, quien al ver que tenía mi atención sonrió

—No es chistoso— respondí con mala cara y continúe con mi trabajo.

Cerró la puerta detrás de si y se acercó a mi escritorio.

—Te ves muy mal— dijo cuando se sentó frente a mi, lo mire sin ganas.—al parecer no ver a tu noviecito te pone mal— se burlo.

El era el único que sabía de mi relación con ese chico azabache.

—Y a ti te hace daño pasar mucho tiempo con esa niña castaña— le contesté del mismo modo que él había hecho.

Lo vi ponerse algo nervioso y desvió su mirada, sonreí ahora con burla y me enderece en mi lugar, lo mire mejor, ponerlo nervioso era uno de mis pasatiempos favoritos.

Tanto él como yo teníamos una relación "prohibida" que en si no era tan prohibida pues nuestras respectivas parejas estaban a un año de ser mayores. Pero aún así eso estaba mal pues nosotros ya éramos mayores, demasiado mayores. Yo una abogada de veintiséis años y él un pintor y escultor de veintiocho.

—N-No me hace daño— murmuró de manera baja.—Hanjie es una muy buena chica— la defendió, solté una carcajada.—¿De que te ríes?— me miro.

Levi Ackerman [One-shots] Where stories live. Discover now