Does it matter anyway?

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Natalia se había propuesto dejar de posponerlo y llevar a Alba al estudio para que escuchara la última canción que había terminado de grabar, así que mientras la rubia tatuaba unas preciosas flores en el costado de una tal Beatriz, la cantante iba paseando hacia su centro de trabajo.

Alba salió a la recepción del estudio a hablar con África cuando vio una espalda conocida apoyada en la cristalera de la entrada. Una nube de humo blanco sobre su cabeza le confirmó lo evidente.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó al salir cogiéndole la mano, gesto que hizo que ambas sonrieran irremediablemente.

- Pues que he venido a secuestrarte para llevarte al estudio en cuanto acabes. ¿Te queda mucho?

- No, solo tengo que recoger las cosas. Ya he terminado.

- Pues perfecto, te espero aquí entonces - le guiñó un ojo y Alba le sonrió antes de entrar de nuevo.

No se lo habría creído si hace unos meses le hubieran dicho que Natalia Lacunza iba a estar esperándola para llevarla al estudio de su productor a escuchar una nueva canción que había compuesto. Se podría haber imaginado paseando con Julia o incluso volviendo con su ex novio, pero no eso. Salía con una bolsa de tela de color vainilla colgada al hombro y despidiéndose de Afri cuando se encontró a Natalia haciéndose una foto con un grupo de chicas. Sonrió dando un paso atrás y esperó prudentemente a que se fueran para acercarse a ella.

- ¿Qué tal tu día? - preguntó Natalia empezando a andar.

- Pues muy bien.

- ¿Si? ¿Has dibujado muchas cositas? - bromeó Natalia.

- Un montón, y algunas de colorines - dijo con voz de niña pequeña.

- Vaaaaya - dijo fingiendo sorpresa - tendrás que enseñarme un día tu talento y hacerme un tatuaje.

- Ya te lo dije el día que te conocí Lacunza... cuando tú me escribas una canción.

- Oh venga no es lo mismo - se quejó poniéndose frente a ella y andando de espaldas - yo no puedo vomitar una canción en un par de horas.

- Oye, que yo no vomito mis tatuajes. Te chocas - señaló una farola y Natalia se dio la vuelta rápidamente para esquivarla.

- Es que no es equivalente Albi.

- Es trabajo, yo hago tatuajes y tú canciones. Lo justo es que una cosa sea por la otra - levantó los hombros y Natalia sonrió asintiendo.

- Vale, tú ganas.

- Ahora no vale que me digas que esta canción que voy a escuchar es por mi eh... - la cantante se rió.

- La verdad es que no te lo creerías... pero habría sido una buena idea.

Siguieron paseando hasta que llegaron al estudio. Ese día la reconoció más gente que nunca por la calle, pudo pararse unas 15 veces en un trayecto de apenas 15 minutos andando. Entraron en el estudio del productor y todo el mundo saludaba a Natalia emocionada por verla. Alba se hizo un poco chiquitita al verla tan en su mundo e intentó pasar desapercibida.

- ¡Por fin! Ya pensé que no venías.

- LLegamos 5 minutos tarde solo.

- Ah, ¿quién es? - señaló a Alba.

- Es Alba - dijo Natalia y la rubia agradeció que no añadiera nada más a aquel "es Alba" que le sirvió de presentación.

- Pues encantado Alba.

- Quería enseñarle la colaboración con Mori.

- Vale, genial, pues siéntate y disfruta Alba, es un temazo.

¿Me das fuego? // ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora