¿Me das fuego? // ALBALIA

Alba, es Twitter, no puedo borrar nada

- Alba - se acercó Julia a su cama para despertarla - ¡Alba! - recibió un ronroneo por parte de la rubia que se empezó a mover - ¡ALBA RECHE DESPIERTA YA COÑO!

- Julia coño - se quejó - que he llegado hace un rato déjame dormir.

- Si, lo se. Pero también se que que ayer estuviste en un concierto clandestino de Natalia Lacunza, ¿que cómo lo se si no me lo has contado tú? Pues por Twitter, por qué si no.

- Julia... ¿de qué estás hablando? - preguntó desperezándose.

Julia le tendió el móvil a su amiga y Alba centró la mirada aún un poco borrosa por el sueño y vio una foto de Natalia y ella hablando en la terraza del concierto mientras Alba se mordía el labio, y al lado, una foto de las dos en el pasillo de la leche del supermercado, besándose.

- ¡Hostia puta! - gritó al darse cuenta - borra eso, ¿dónde está?

- Alba es Twitter, no puedo borrar nada. N

- ¡Que se me ve la cara perfectamente Julia! - gritó nerviosa.

- Ya.

- ¡Haz algo por favor! Bloquea eso, que no lo vea nadie, yo qué se, ¡ALGO SE PODRÁ HACER!

- Alba tranquilízate ya eh - pidió la gaditana - no puedo hacer nada, es un tweet de una cuenta fan de Natalia, ya tiene miles de likes y retweets.

- Madre mía, madre mía, madre mía... - se empezó a mover por la habitación.

- Alba.

- No, Alba, no, es que esto es muy heavy. Cómo voy a aparecer ahí - señaló el móvil - que no puede ser. Joder, joder, JODER.

- Alba por Dios relájate que te va a dar algo - la persiguió Julia por la habitación e intentó tranquilizarla - no pasa nada.

- Ya, pues si no pasa nada explícame tú qué coño hago ahí - volvió a señalar el móvil.

Alba empezó a soltar de todo por la boca, le había pillado muy de sopetón ver eso. Sabía que Natalia era un personaje público, muy público además, pero cuando estaba con ella perdía esa visión y se centraba solo en la chica que le gustaba. Era como si fueran dos personas diferentes, ni siquiera recordaba quién era cuando estaba con ella. Ahora, de golpe, todo le había estallado y no tenía ni idea de qué hacer. Confiscó el móvil de Julia toda la mañana y se estudió cada comentario que había sobre ella. "La chica es guapísima", "Ojalá estén juntas", "Hacen una pareja muy mona", "Lacunza le da mil vueltas", "Qué monas, mira que sonrisas", "Igual solo son amigas... no desvariéis, un besito tonto", "Uy esas manos Lacunza...", "uy el labio se lo va a arrancar", "Natalia la sigue en Instagram", "Es tatuadora", "Se llama Alba Reche".

- ¿Qué? ¡JULIA! - gritó desesperada.

- ¿Qué pasa?

- Saben cómo me llamo, me han encontrado en Instagram.

- ¡Hazlo privado!

La rubia cogió su móvil y se metió en Instagram buscando la opción para privatizarlo, estaba tan nerviosa que le fallaban las manos.

- ¿¡CÓMO MIERDAS SE HACE ESTO!?

- Trae - Julia cogió el móvil y se lo privatizó rápidamente antes de mirar sus seguidores - Alba... ¿cuántos seguidores tenías ayer?

- Pues, no se la verdad.

- ¿Más de 3.000? - preguntó Julia con una mueca.

- ¿¡QUÉ!? - Alba se levantó de golpe y cogió el móvil - ¿Pero quién es toda esta gente?