Alba se despertó abrazada a Miki y nada más abrir los ojos sintió un dolor tremendo en ellos. Los tenía tan hinchados que ni sentía los párpados. Se levantó despacio y salió al salón para encontrarse a Carlos durmiendo en el sofá. Se extrañó al verlo ahí y se asomó a la habitación de Julia, cuando la vio con Marilia en la cama lo entendió. Ni se acordaba de haber visto a Marilia en casa... Fue a la cocina y se sentó en la mesa en silencio. Solo cogió un vaso de agua y dos aspirinas, porque la cabeza iba a reventarle de un momento a otro. Miró la pantalla de su móvil, tenía llamadas perdidas de su hermana, de su padre, de África... y de Natalia, por supuesto. Ver su nombre en la pantalla le dolió y contuvo el llanto para beberse el vaso de un trago.
- ¿Cómo estás? - dijo Miki entrando en la cocina.
- Mal.
- ¿Quieres hablar con ella?
- No - dijo rápidamente - no quiero hablar de nada. No quiero escuchar las mentiras que vaya a decirme.
- Buenos días - dijo Carlos entrando en la cocina.
- Hola Carlos - le contestó Miki.
- Alba, se que no querrás oírlo pero seguro que todo tiene una explicación.
- Carlos, no te ofendas, pero lo que tú vayas a decirme de tu amiga, me da igual.
- Lo entiendo Alba, pero no es por defenderla, es que de verdad lo creo... se cómo es.
- Yo también pensaba que sabía cómo era.
Sonó el timbre y los tres se miraron. Miki se levantó y al mirar por la mirilla se encontró a una de las amigas de Natalia, no recordaba su nombre. Abrió la puerta y sonrió como saludo.
- Hola, ¿Miki?
- Si, perdona no me acuerdo de tu nombre...
- Soy Sabela.
- Ay si, hola Sabela.
- ¿Puedo pasar?
- Claro.
- Miki tengo que hablar con Alba, se que ahora mismo será lo último que quiere pero te aseguro que no es lo que parece...
- ¿Qué quieres decir?
- Verás yo...
- Ey Sab - sonrió Carlos acercándose a ella y dándole un abrazo.
- Hola.
Alba apareció en el salón y se encontró con Miki, Sabela y Carlos frente a ella mirándola.
- Hola Alba.
- No quiero hablar con ella.
- Lo se, por eso estoy aquí yo y no ella.
- Pues te lo agradezco pero dile que no quiero saber nada de ella nunca más - pidió Alba cuando ya se le empezaba a quebrar la voz.
- Alba entiendo cómo te sientes, pero te pido que me escuches solo 5 minutos, por favor.
Alba miró a Miki, que la alentó con la mirada a hablar con Sabela, al fin y al cabo, ella no tenía culpa de nada y no podía echarla de su casa de esa forma. No estaría aquí si no fuera por algo importante.
- Vale - se sentó en el sofá y Sabela se puso a su lado. Carlos y Miki se fueron a la cocina para dejarlas hablar tranquilas y Sabela empezó a contarle a Alba lo que había pasado. La rubia escuchaba atentamente, soltando algún "¿qué?" y se llevó las manos a la cara unas cuantas veces, alucinada de lo que le estaba diciendo Sabela.
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¿Me das fuego? // ALBALIA
Fanfiction- El amor, que es una mierda. - Soy la presidenta de ese club. - Y yo socia honorífica. ¿Qué pasa cuando dos personas que reniegan del amor sienten que están a punto de enamorarse?