Baekhyun y Chanyeol se conocieron cuando sus padres se casaron. Desde ese momento, ambos se adentraron a una relación tóxica donde se lastiman mutuamente, rompiendo y reuniéndose de nuevo, discutiendo y durmiendo juntos, pero las cosas comienzan a c...
Baekhyun se giró sobre su propio cuerpo, cubierto de frazadas y parpadeando mientras se preguntaba qué hora era. De repente tosió, apretando la almohada bajo su cabeza mientras sentía dolor en su garganta. Seguramente había pescado un resfriado. Debió haber pedido ropa prestada a Chanyeol la noche anterior en lugar de usar la suya toda húmeda de regreso a casa. Sentía frío pero calor. Había planeado llamar a la editorial para decirles que había terminado el borrador, pero estaba demasiado fatigoso para eso.
¿Cuándo era la fecha de entrega de ese proyecto? Realmente ahora mismo no le importaba.
Tenía hambre y sed, pero se sentía muy débil como para levantarse de la cama. Bostezó y parpadeó lentamente. Se preguntaba si Chanyeol había ido a trabajar, y si su mano estaba bien. Esperaba que su mánager estuviera cuidando bien de él. Recordó esa mirada fruncida y molesta con atisbo de tristeza que hizo el pelirrojo cuando él le dijo sobre terminar con todo.
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¿Qué había sido esa expresión en su rostro?
Baekhyun verdaderamente había sentido ganas de renunciar a todo cuando dijo esas palabras. Tal vez se sentía así porque estaba enfermo, pero se sentía solo en casa. Alcanzó su teléfono, descubriendo tres mensajes de Yukhei en él. Rápidamente se sentó en la cama, sintiendo el mareo por haberse movido repentinamente.
Y: Nos reuniremos en mi estudio hoy a las doce en punto, ¿cierto?
Y: No estás contestando.
Y: ¿Hay algún problema?
-Ugh... debí haberlo llamado- se quejó para sí mismo, observando los mensajes y comenzando a teclear.
B: Lo siento, acabo de despertar.
Al cabo de unos minutos, la llamada entrante del castaño iluminó la pantalla. Contestó de inmediato, suspirando contra el aparato por haber sido tan despistado.
-¿Hola?
-Siento no haberte avisado, pero no creo que pueda ir hoy.
-No suenas bien... ¿estás enfermo?
-Oh... si. Pesqué un resfriado.
-¿Estás solo en casa?
-Sí.
-Iré para allá- dijo- ¿Cuáles son tus síntomas? Pasaré por la farmacia. Podría ser cansancio, ¿tienes fiebre?
-N-No, umm... está bien, ¿no estás ocupado?
-En realidad no. Sé dónde está tu edificio, solo dime el número.
