capitulo 27

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Tao Ran comenzó a pensar en qué regalo debería ofrecerle a Qiao Ye, y ya que tenía algo de dinero, consideró que podía darle algo interesante.

A final de mes, no fue a estudiar por la tarde. Había estado fuera de la escuela por más de tres horas, caminando por la calle West, muy lejos, y sin el señor Wang. Cerca de la preparatoria había tiendas que vendían pequeños adornos y pequeños regalos para toda ocasión. Tao Ran miró cosas que no le llamaban la atención y cuando salió de la tienda, encontró artículos mucho más interesantes en la esquina. Encontró una flor encantadora en una maceta muy bonita, alcanzaba medio brazo de largo, los pétalos eran rosados, tenía una cara grande y redonda con un par de gafas de sol negras, sosteniendo un saxofón. La flor reía y se movía cuando apretabas un botón.
Pagó treinta dólares y compró también dos pilas triple A. Tao Ran pidió una gran bolsa de plástico negra para poner la flor y la abrazó contra su pecho.

En realidad, cuando compró esta flor pensó que Qiao y la maceta eran bastante similares...

Tao Ran envió un mensaje de texto a Li Zekun para avisarle que Lao Wang iba a estar todo el tiempo con él y luego, tomó su bolsa negra y se dirigió a la estación para tomar el metro hasta su casa. Cuando estaba de camino, recibió una llamada de Qiao Ye. Con la mano que tenía libre, sostuvo el aparato y luego lo aproximó a su oído lo mejor que pudo.

—¿Qué pasa?

—Dame la dirección del lugar al que corres después de la escuela. Voy a recogerte mañana.

—No hay problema, puedo encontrarlo yo mismo.

—No. —Qiao Ye dijo esto con una sonrisa—. Temo que vayas a arrepentirte y me dejes plantado.

Tao Ran comenzó a reírse sin poder evitarlo.

—¿Tan poca confianza me tiene tu corazón? ¡Incluso acabo de comprarte un regalo!

Qiao Ye se sorprendió.

—Perfecto. ¿Qué es?

—No se supone que te diga. ¿Por qué no tratas de adivinar? Voy a colgar, el metro se está llenando demasiado.

Tao Ran se guardó el teléfono en el bolsillo, sintiéndose extrañamente bien.

Cuando llegó a casa, se percató de la respuesta de Li Zekun. Le recordó que fuera a casa temprano, exactamente antes de las diez. Tao Ran se dio una ducha rápida y se fue a la cama antes. Se levantó tarde al día siguiente y sintió que finalmente, había logrado relajarse un poco. No tuvo sueños feos y su estado de ánimo estaba relajado y estable.

Al salir del dormitorio, notó un cambio impactante. La puerta del armario estaba abierta de par en par. Todavía estaba vacía ayer, pero estaba lleno hoy. Tao Ran tenía algunas dudas, pero cuando miro más de cerca, se dio cuenta de que todo era justo de su talla. Li Zekun aparentemente se había encargado de conseguirle todos los atuendos que necesitaba. Aunque estaba tan ocupado afuera, también era capaz de preocuparse por él como para encontrar a alguien que actualizara su vestuario. Eso significaba que finalmente se estaba abriendo más. ¿Verdad?

Es solo un poco de especulación, pero el corazón de Tao Ran está caliente. Incluso comenzó a reír.

✤✤✤✤✤✤

Qiao Ye tuvo insomnio en la noche, primero fue a recoger algo de ropa y luego, llamó a un grupo de amigos cercanos para organizar una salida.

—Cierto, no te olvides de comprar un pastel.

Cuando escuchó la solicitud de Qiao Ye, Jia MingXuan estaba conversando con Tang Hao en el bar. Le sorprendió completamente así que comenzó a decir:

Nadie se vuelve a encontrar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora