Capítulo 2

10 0 0
                                    

Cap. 2

La señora Sylvia instó al señor James para que tomara asiento.

- Disculpe, lamento la retracción de mi hijo Peter. Todavía está triste por lo sucedido con mi esposo.

- Me imagino- sonrió ligeramente James.- Espero que sea pasajero.

- Tome asiento- insistió la señora.- Dígame, ¿cómo fue que se decidió a venir?

- Bueno, fue algo que decidí a última hora- explicó James- su hijo Michael me hizo sentir bien y luego usted. No pude evitarlo. Quería venir a saludarlos.

- Pues me alegro- dijo ella- no podíamos menos que esperarle para agradecerle la ayuda que nos ha dado desde que murió mi esposo.

- No tiene nada que agradecer, ha sido muy poco- agregó James.- Me alegra tanto poder conocer a su hermosa familia.

- Pues ya los ve. Apenas si se puede descansar con estos niños.

- Es una alegría- añadió- mi esposa y yo no tenemos hijos.

- Lo lamento- siguió Sylvia tratando de ser cortés.

- Creo que es mejor así- concluyó James.- Y dígame, ¿qué es lo que más les gusta hacer a los chicos?

- Bueno, pues...por ahora están con una institutriz pero...ella se acaba de ir. Y yo realmente no puedo con todos...

- ¿Le gustaría que yo pudiera ayudarle? Creo que conozco mucho sobre ellos, gracias a mi ahijado.

- ¿De verdad?

- Claro...sería un gusto.

- Pues no sabe cuánto se lo agradecería- explicó.- Oh, venga, ya está la merienda.

- Gracias.

Pasaron a la mesa y la fiesta comenzó. Los chicos estaban totalmente desinhibidos, excepto Peter, que permanecía callado.

Como todos siguieran departiendo, entre el paso del pan, la sal y una que otra risa, Peter se levantó de la mesa y se fue a su cuarto.

Sylvia lo disculpó.

- Lo siento, ya vuelvo.

- Déjemelo a mí- sugirió James.

Sylvia le permitió ir.

James subió y encontró al niño en la puerta de la habitación. El escritor tocó.

- Olvídelo...

- Por favor, James, supongo que no te perderás el postre.

Como la puerta estaba entreabierta, James entró ya sin tocar.

Peter no se enojó. Sólo lo miró despectivamente.

- Sé cómo debes sentirte...yo también estaba muy triste cuando perdí a mi padre, apenas si lo recuerdo, pero...fue muy doloroso.

- No quiero hablar de eso.

- Sí, así es- siguió James- no es algo de lo que uno quiera hablar. Yo tampoco quiero hablar de eso, sólo quiero ser tu amigo- dijo tendiéndole la mano.

- ¿A qué vino?- preguntó el niño en lugar de estrecharla la mano de James.

- Pues...digamos que vine a conocer tu mundo, Peter Pan.

- ¿Peter Pan?

- Así es...tú eres el personaje de quien hablaré en mi próxima obra.

Nellie y JamesTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang