Capítulo 17

10 1 0
                                    

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

Cap. 17

James estaba preocupado por Nellie. No quería saber que Robert estaba ahí, confundiéndola y molestándola. Pero tampoco podía exigir nada. Él sólo la amaba y no pedía nada a cambio de aquel amor y devoción.

Cuando llegó a la casa de Peter, éste lo recibió pero notó su preocupación.

- Esperaba que vinieras pero quería que tuvieras mejor semblante. Acabas de ver a Nellie.

- Es que sucedió algo raro, Peter. Vi a Robert salir de la casa de Nellie.

- Debe ser porque está en tratamiento. No debes pensar nada extraño.

- Es que no me gustaría saber que Robert está haciendo algo para conquistar a Nellie.

- No te dejes llevar ni por los celos ni por las dudas, James. Mejor hablemos de tu libro. Supe que el primer tiraje fue todo un éxito.

- Apenas si puedo creerlo- añadió James tímidamente.- Es un éxito que todavía no puedo atribuirme.

- Pues vas por buen camino. En cuanto te hayas consolidado como escritor, tu trabajo se irá acrecentando aun más.

- Eso espero. Pero cada cosa que escribo, va pensada para que Nellie consiga sonreír.

Peter asintió.

- Por cierto, pronto no podré atender muy bien mis asuntos. Mi mujer va a dar a luz a tu ahijado y necesito alguien que me ayude.

- Pues deberías pensar en alguien capacitado.

- Me gustaría que fueras tú- aseguró- eres de mi total confianza.

James negó.

- Yo no sé nada de finanzas. No podría ayudarte.

- Por favor, no digas nada ahora. En cuanto sea necesario, tendrás que decir que sí.

Se quedaron bebiendo el té hasta pasada la tarde. Se marchó con la consigna de esperar el momento en que Nellie le avisara de nuevo.

Cuando se marchaba a su casa, echó una mirada hacia la ventana de Nellie y tomó el carruaje.

Adentro, Nellie luchaba a brazo partido para evitar que Robert se diera cuenta que había mejorado.

- Te hablé de James y no me has respondido.

- Ya te dije lo que sé- aseguró con afectación- no sé por qué insistes.

- Mi amigo no es un hombre desleal ni tampoco es alguien desagradable.

- Eso no quiere decir nada- comentó- pero tu conversación se está desviando innecesariamente.

- Discúlpame. Mejor afinemos los detalles del viaje al balneario.

- ¿Es necesario, Robert?

- Pues si quieres estar bien, tendrás que ir. Y yo como tu médico, tengo que velar porque así sea.

- Si no hay más remedio. Entonces, permíteme apresurarme a terminar mis trabajos pendientes para poder entregarlos y así poder irme tranquilamente.

- En ese caso, me despido. Vendré en un par de días.

Besó su mano. Nellie la apartó lo más rápido que pudo.

Y se dispuso a escribir una carta:

"James, voy a tener que ir al balneario. No puedo dejar de ir, Robert lo indica, pero sólo lo hago porque es absolutamente necesario. Sin embargo, quiero mostrarte que mis progresos han sido por los ejercicios que me ayudaste a hacer. Quiero poder demostrarte que puedo caminar. La próxima vez será en casa de Peter. Te ama: Nellie"

La joven besó la carta y la guardó en un lugar seguro.

Al día siguiente, James fue a visitar la tumba de su madre.

El tiempo se le hizo eterno, en lo que colocaba las flores.

- Sé lo mucho que te gustaban, especialmente cuando era mi hermano quien te las llevaba. Pero yo también soy tu hijo y te sigo amando a pesar de todo. Espero que te gusten y que las soportes; si no te gustan, puedes dejar que se marchiten o regalárselas a alguien más.

Luego suspiró hondamente.

- Madre, quisiera que vieras que tu hijo ahora es un hombre de bien. Estoy escribiendo ya y mis libros empiezan a venderse. Ahora podré continuar con la universidad y pronto terminaré la carrera. Sé que te das cuenta de todo. Y sobre todo, me gustaría que conocieras a la mujer que amo. Las cosas con su madre no están bien del todo pero tal vez pronto se solucione, cuando pida su mano y me haga merecedor de su amor. Madre, pronto vendré y te la traeré para que la conozcas.

James lanzó un beso y se retiró.

Luego fue a la casa de Peter y ahí encontró a un médico y a algunos señores.

Peter estaba sumamente nervioso.

- ¿Qué sucede?

- Parece que llegó el momento de que nazca mi hijo- señaló Peter.- Qué bueno que has venido, así podrás conocer a tu ahijado.

- ¿Todo bien?

- Sí, aunque ya estoy algo ansioso, ya llevan algunas horas.

James esperaba también, sentado.

Hubiera querido saber qué sucedía con Nellie, pero Peter ahora debía estar tranquilo.

La joven se levantó temprano. La carta que había escrito seguía guardada en aquel sitio. Se levantó de la cama, trató de ponerse en pie y consiguió tan sólo dar un par de pasos pero se sentó.

Su madre llegó al poco tiempo.

- ¡Nellie! ¿Qué haces?

- Nada, traté de moverme pero no puedo.

- Por favor, no te esfuerces de más. ¿Quieres que llame a Robert?

- No, lo que quiero es hablar contigo.

- ¿Sobre qué?

- Dime, ¿de qué hablabas la otra noche con Robert?

La señora movió la cabeza.

- No sé de qué me hablas.

- Es que sospecho que tú estás acordando algo con Robert sin consultarme.

- No tienes que pensar mal. Pero aun así, Robert solamente quiere lo mejor para ti.

- ¿Puedes dejar de decidir por mí, madre? Estoy segura que no puedo levantarme porque tú sólo estás interesada en que haga lo que tú quieres. Pero no creas que decidirás mi futuro.

Un mareo sobrecogió de momento a Nellie. La señora se acercó, pero la chica la apartó.

- Será mejor que me dejes sola.

Cuando su madre se marchó, respiró hondamente.

- Por favor, James- dijo entre labios- ven a librarme de este dolor...

Mientras esperaba el nacimiento del niño de Peter, James sintió un dolor extraño en el corazón. Respiró hondamente y luego se recuperó. Él jamás había sentido nada igual. Seguramente era que su pensamiento no se apartaba de Nellie.


Nellie y JamesTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon