Capítulo 9

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Capítulo 9

Nellie notaba cómo Robert empezaba a cambiar con ella, aparentemente.

Era más atento y bueno. Nellie, sin embargo, siempre pensaba en James, pero trataba de irse olvidando de él poco a poco.

Sin embargo, tenía que comportarse como esposa y cumplir con sus deberes.

Robert despertó aquella mañana teniendo a Nellie entre sus brazos. Ella despertó también y lo encontró junto a ella.

- Buenos días, cariño. ¿Cómo amaneciste?

- Bien- dijo ella tratando de no contrariarlo.- Voy a prepararte el desayuno.

- No te preocupes. Deja que sea la sirvienta quien prepare todo. Tú y yo tenemos aun tiempo.

Nellie se quedó aquella mañana junto a Robert. Pero aquel amanecer fue algo extraño.

Cuando llegó a la mesa comenzó a probar los alimentos pero se sintió desganada y con náuseas.

- Lo siento, ya vuelvo.

Más tarde, Robert le preguntó.

- ¿Te sientes mal, Nellie?

- Un poco, pero ya se me va a pasar- refirió Nellie- voy a recostarme un poco.

- No te preocupes.

Nellie estaba preocupada. ¿A qué se debía aquella indisposición?

En tanto, James releía un guión. Mary lo miraba con interés.

- ¿Todo bien?

- Sí, Mary- dijo James- es sólo que tengo que revisar los detalles del escrito porque se va a poner en escena.

- Me alegro mucho por ti- dijo Mary- por cierto, tengo llamado en dos semanas. Así que por ahora podemos estar juntos estas semanas.

James sonrió forzadamente. Sólo podía pensar en Nellie.

En la tarde, tomó el té con Arthur.

- ¿Listo para tu puesta en escena?

- Aun no, es como si sintiera que las cosas no van a salir bien del todo?

- No seas pesimista, James- dijo Arthur- debes tener confianza en ti, en lo que has logrado. Además tienes una muy buena agente de publicidad.

- Supongo que te refieres a Mary- dijo James.

- Así es. Mary logrará que sea todo un éxito.

- Eso espero, Arthur.

- ¿Y cuándo se va Peter?

- En dos días, creo habértelo dicho.

- Es verdad, lo había olvidado. Con eso de que estoy escribiendo mi novela.

- Tienes que invitarme cuando la publiques- refirió James.

- Por supuesto, tú serás el padrino.

De pronto, se acordó que tenía que prepararse para ir a la reunión con Peter.

- Discúlpame pero tengo algo importante que hacer.

Marchó algo tarde hacia la casa de Peter. Tocó la puerta y le abrieron.

- James, pensamos que no vendrías.

- Lo lamento, Peter, se me fue el tiempo. ¿Llego tarde?

- Para nada- dijo Peter- de hecho sólo a ti te estaba esperando.

Cuando se dio cuenta, notó que Nellie estaba en el otro extremo de la sala.

James apenas podía creerlo. Nellie sonreía frente a sus ojos.

Se saludaron como si el tiempo no hubiera pasado para ellos, aunque bien sabían que no se pertenecían ya el uno al otro.

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Nellie y JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora