Capítulo 14

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Capítulo 14

James carraspeó. Nellie se acomodó en el asiento.

- ¿Cómo viste la carta de Peter?

- Hermosa- dijo ella- emotiva. Seguramente pronto tendremos buenas noticias sobre su viaje.

James asintió y luego miró a Nellie.

- Querida...agradezco que aceptaras la invitación. Espero que puedas estar en el estreno.

Nellie bajó la cabeza. James se acercó.

- Nellie...quisiera decirte...tantas cosas. Quisiera felicitarte por lo del bebé pero...tampoco puedo negarte que me duele un poco. Pensarás que estoy loco pero...

Ella tomó noblemente su mano y le dijo con dulzura.

- No te preocupes, te entiendo. Yo tampoco entiendo mucho al respecto pero...hubiera querido que las cosas fueran diferentes.

- Nellie...quiero decirte algo. No estoy muy seguro del éxito de la obra.

- No tengas miedo- pidió Nellie- todo te saldrá bien.

- Es que...últimamente las cosas no han salido muy bien.

- Lo sé- dijo Nellie, en tono compasivo y dulce- sé que no has tenido mucha suerte. Pero no comprendo por qué.

Nellie insistió al ver el silencio de James.

- Dime, James...¿Mary realmente se preocupa por ti? Es como si sintiera que ella sólo piensa en sí misma.

- No...no es así- trataba de mentir James.- Mary es buena y me ha ayudado mucho.

Pero Nellie se miró en sus ojos profundamente.

- James...no tienes que explicar nada.

El hombre no podía apartar su mirada de Nellie, hasta que llegó la señora Scott.

- Les traje...algo de beber.

James se incorporó.

- Muchas gracias, no debió molestarse, señora.

Tomó su copa y le entregó a Nellie la suya.

- Es jugo, linda.

- Gracias, señora.

Mientras tomaban su bebida, la esposa de Peter comentó.

- Me alegro que hayan coincidido. Quería que ambos escucharan las palabras de mi esposo.

- A nosotros también nos ha hecho felices escucharlo- dijo James- ¿cierto, Nellie?

Ella asintió.

- ¿Y bien, linda? ¿Cómo va ese bebé?

James estaba ido mientras Nellie hablaba sobre su hijo.

Trató de escuchar, pero solo se limitó a soñar. Soñaba que Nellie era una hermosa hada que luchaba por escapar de una cárcel y de pronto un príncipe la rescataba, un príncipe sin espacio ni tiempo.

Una especie de melodía sonaba en su interior mientras dejaba volar su imaginación. 

En su mente, aquella hada volaba junto a él y le mostraba secretos de la magia que jamás había conocido. Y justo cuando el hada estaba a punto de besarlo, despertó.

- James...James...-preguntó la señora- ¿te ocurre algo?

- No, nada- despertó- lo lamento, me quedé pensando en...en el estreno, sí en eso.

Nellie estaba preocupada. James se veía extraño. Como si su imaginación hubiera estado lejos de su cuerpo.

- ¿Te sientes bien?- preguntó Nellie.

- Sí, gracias. Esta bebida ha estado deliciosa, señora.

Ambas se miraron. James estaba raro.

Pasado un rato de comer algunas galletas y jugar con Peter, James se despedía.

- Debo marcharme, señora.

- Yo también debo irme. -dijo Nellie.

James comentó.

- Si quieres, puedo llevarte a casa.

Nellie no sabía si estaba bien, pero en vista de que Robert no se encontraría aceptó.

- Cuídense mucho y gracias por venir. Cuando tenga noticias de Peter se las haré llegar.

- Gracias de nuevo. Con permiso- dijo dando un beso a su ahijado y partiendo de allí.

Se caló el sombrero y al fin dijo:

- Nellie...por momentos no puedo dejar de pensar en ti, en lo nuestro. No me pidas que trate de evitarlo pero...sé que debo hacerlo.

Nellie lo miró con un par de lágrimas que rodaban.

- Ya no hagas más duro esto, James. Ambos estamos sufriendo mucho. Es mejor que tratemos de hacer más llevadero este dolor.

Al fin, en el silencio, llegaron hasta la casa de Nellie.

- Buenas tardes, señora- dijo besando su mano.

Ella lo vio marchar. Entró en casa pero no se detuvo para nada. Subió a su habitación y lloró amargamente.

Cuando ya se sentía más tranquila, se dispuso a leer, a escondidas, el libro que James le dejara antes de terminar.

Robert volvió muy tarde y con aliento alcohólico.

- Ya llegué, Nellie...

Ella bajó preocupada.

- Robert...mira nada más cómo vienes. ¿Por qué bebiste?

- Bebí porque sí...porque tengo a la mujer más maravillosa del mundo y voy a ser un orgulloso y feliz padre....

Sin embargo, Nellie intuía que Robert había ido a beber con algunos amigos y que había estado en un lugar donde había otra clase de mujeres.

Lo dejó dormir y se fue a otra habitación.

Tratando de conciliar el sueño, estuvo pensando en Sylvia. ¡Qué duro sería para ella ahora que quedaba sola en el mundo!

James también pensaba en las dificultades nacientes de la familia Davis, pero entre sus pensamientos estaba aun la figura de Nellie como una hermosa hada atrapada en un mundo extraño.

Mary llegó al poco rato.

- Tardaste...-dijo James.- ¿Ya viste la hora que es?

- Claro que vi la hora- dijo Mary- no es para tanto.

- Mary, ya no deberías salir tantas horas y volver...así- dijo al mirarla descompuesta.

- Las chicas se empeñaron, pero...te prometo que todo será distinto. Y dime, ¿qué hiciste?

- Ver gente, revisar los detalles del estreno...

- Bien...y dime, ¿invitarás a tu hada mágica?

James bien sabía que Mary se refería a Nellie.

- No hables de eso modo, no sabes lo que dices.

- Claro que lo sé, es esa hada maravillosa que siempre está contigo y que no te deja ni a sol ni a sombra. Pero...no creo que pueda ver tu éxito. Las cosas no te están saliendo nada bien, James Barrie.

La mujer se fue a dormir. Mary había dado en el clavo en el asunto. Quizás James no vería pronto un éxito teatral como esperaba.


Nellie y JamesWhere stories live. Discover now