TERCERA PARTE Capítulo 1

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TERCERA PARTE

Capítulo 1

Pasó un año desde que Nellie se marchó a Liverpool. James se había dedicado en cuerpo y alma al teatro pero no siempre había tenido éxitos. Los empresarios estaban preocupados porque las obras de Barrie no eran tan del agrado de la sociedad londinense.

Mary Alsenn también estaba preocupada porque la carrera del escritor estaba en decadencia. Tanto como su relación matrimonial.

James muchas veces llegaba cansado y fastidiado por lo agotador que era hablar con la prensa y tener que dar explicaciones sobre su trabajo fallido.

Una noche que llegó, Mary lo esperaba en la sala.

- Tardaste más de lo normal.

- Lo siento, tuve que ver al empresario.

- ¿Qué pasó?

- No nos fue tan bien como pensábamos- comentó James.

- Esto se te está haciendo costumbre, ¿no lo crees?- espetó.

- Mary, bien sabes que he hecho todo lo que está en mis manos.

- James, todos saben que las cosas no están saliendo bien porque te enfocas en ideas bastante locas.

James respiró hondo. Tras la carta de Nellie, se había hecho una promesa: hacer lo que le dictara su corazón, pensaran los demás lo que pensaran, incluida Mary.

- Si te parece, hablaremos mañana. Hay que cenar.

- Está bien.

Pero en la mesa, el silencio reinaba. Mary hablaba de los problemas que tenía con las amigas y de las deudas de juego que había contraído.

- Se te está haciendo costumbre perder, Mary- alegó James.

- Es como todo, a veces se gana, a veces se pierde. Incluso en el amor.

James trató de no entender más allá de las palabras. Pero era sabido que había rumores de Mary viéndose con otro hombre.

Cuando James se levantó de la mesa, estuvo mirando el cielo un rato y pensó en Nellie. Ella ocupaba siempre sus pensamientos.

- Querida...¡cómo quisiera saber que estás bien!

En efecto, Nellie se había dedicado a dar clases en Liverpool. Su situación y la de su madre era buena, no podían quejarse. Se había abierto paso ella sola y tenía una muy buen reputación como profesora.

Pero ella también extrañaba mucho a James. Sólo que por la presencia de Mary, no se había atrevido ni siquiera a enviarle alguna misiva al escritor.

Sin embargo, esa noche su madre la notó pensativa.

- ¿Ocurre algo, hija?

- No, nada, madre...

- No me engañas, estabas pensando en James, ¿cierto?

- Sí, estoy preocupada por él. No ha tenido nada de suerte con el asunto de sus obras.

- No comprendo. Después de lo que me diste a leer, me parece una idea hermosa.

- Me alegra que pienses así- sonrió Nellie- lástima que sea tarde.

- Nunca es tarde, querida. Por cierto, ¿le has enviado alguna misiva?

- No, madre- comentó- no lo haría. No quiero que tenga problemas con su mujer.

Nellie y JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora