Yo invito (fanfic n.h)

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Ahora.

Quiero evitar este beso en un principio, porque luego será aún más difícil alejarme de él y volver a la realidad en Dublín. Sin embargo, Niall continúa tanteando la piel alrededor de mi boca con sus labios, y pierdo la poca fuerza de voluntad que me quedaba cuando vuelve a plantar un beso sobre los míos. El amor desesperado que sus besos me hacen sentir es angustiante, pero me alivia al mismo tiempo. Ni siquiera puedo explicármelo, pero desde que regresó, estuve esperando por esto sin darme cuenta.

Llevo mis manos directamente a su cabello, buscando tener su boca aún más cerca de mí, mientras él se detiene en mi espalda baja y no tarda en rodearme completamente, sosteniéndome en este abrazo y besándome a la vez.

Lo necesito tanto, joder. Tanto. Ya no puedo estar lejos de él otra vez en mi vida, sé que no sería capaz de sobrevivir a una nueva ruptura, a separarme de él otra vez.

En dos pasos me hace retroceder hasta topar con el borde del mesón y me ayuda a subir. Una vez que estoy sentada, se hace espacio entre mis pierdas y me acerca a él tanto como puede, para seguir abrazándome por la cintura, y sin dejar mi boca ni tan siquiera por un instante. Lo que comienza como un error, como un acto cargado de temor e inseguridad, pronto se convierte en un beso desesperado. Y es que después de dos años en los que creí que jamás iba a verlo de nuevo, y después de estos dos últimos meses, con todas nuestras peleas, cada vez que creí que no volvería después de sus visitas en mi departamento, con cada cosa que me ha dicho y que me he negado a creer, ya no puedo hacer otra cosa que dejar de luchar contra mis sentimientos y permitirme a mi misma sacarlos de mi interior. Estoy enamorada de él. Estoy tan completamente perdida, que por cada segundo que pasa lo necesito más cerca de mí, y me asusta romper el contacto y darme cuenta del error que estoy cometiendo.

Aunque en este momento mi temor más grande sea precisamente Niall, es él mismo quien alguna vez se preocupó de alejarme de todo lo que me asustara, y es quien jamás permitió que alguien me hiciera daño. Nadie, además de él y de mí misma. Niall Horan es la persona que más me ha protegido en mi vida. Simplemente no puedo dejar de confiar en él, en quien amo. Siempre lo he hecho, siempre supo cada cosa de mí, incluso aunque yo no me conociera del todo a mí misma. Confié en cada cosa que dijo, en cada promesa, en cada beso y en cada caricia. Y después de todo lo que ha sucedido, sigue siendo así. Y no puedo cambiarlo.

Tira despacio de mis piernas para hacerme bajar otra vez, y aprovecho ese instante para regular un poco mi respiración. Toma mi rostro de nuevo entre sus manos y toma mucho aire.

—Te amo, joder —susurra, mirándome con ojos preocupados.

Me obligo a tragar el nudo que se forma en mi garganta y vuelvo a besarlo para perder la oportunidad de decirle a él y a mí todas las cosas que siento. Se aleja de mí por un momento y toma mi mano, para tirar de ella y caminar por el pasillo a su habitación. No pierde ni un segundo para volver a besarme y cerrar la puerta detrás de sí mismo, haciendo que todo se oscurezca un poco gracias a las cortinas azules que cubren toda la ventana. Sus manos viajan por debajo de mi camiseta, acariciando mi espalda y presionándome más contra él. De alguna forma se las arregla para poner un pie detrás del mío, hacerme perder el equilibrio y caer sobre la cama deshecha. Mi corazón no deja de latir muy fuerte en la boca de mi estómago, no sólo por la adrenalina, sino también por el miedo que tengo de hacer esto. Con la ayuda de Niall me deshago de mi camiseta y él de la suya, y la angustia que aflora en mi interior se lleva cada parte de mí, a medida que va cubriendo mi piel con besos y caricias.

Lo necesito tanto, que asusta.

Antes.