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Antes.

—Aquí tienes —le digo a Niall, poniendo su trozo de pastel sobre la mesa y lo miro de reojo mientras ordeno los cubiertos y servilleta. No sé si está ignorándome o simplemente no me ha oído por estar pegado en su teléfono—. Niall —insisto. 

—¿Eh? —pregunta y me mira, tentado de risa—. Oh, gracias. 

—¿Qué es lo gracioso? —pregunto divertida y frunciendo levemente el entrecejo. 

—Nada. —Medio se ríe, mira la pantalla del celular otra vez y vuelve a dejarlo boca abajo sobre la mesa. Sus ojos me miran risueños y me pregunto con quién hablaba y qué era tan divertido. 

—Oye ¿Vas a la fiesta de Louis? —Sé qué tan obvia estoy siendo, pero no puedo evitar preguntarlo. Por lo demás, nuestras conversaciones han sido bastante honestas últimamente y estoy tratando de seguir el consejo de Sam y ser espontánea, aunque no es nada fácil. 

—Obviamente. Estamos organizándola juntos. Con algunos amigos más. 

—¿En serio? 

—Sí. Por el inicio del verano, término de nuestro último año, todo eso. De hecho tengo que ir en un rato a comprar algunas cosas para la fiesta. 

—¿Cosas como qué? 

—Alcohol. Comida. —Medio se ríe. Suspiro sonriendo y niego con la cabeza. Miro mi vieja libreta en mis manos y juego con la esquina de las hojas en silencio—. ¿Por qué no me acompañas? 

—¿A dónde? 

—A comprar. Como en una hora. 

—En una hora termina mi turno. 

—Sí, por eso —dice risueño—. Estás distraída hoy, ¿eh? 

Frunzo los labios en una sonrisa avergonzada y evito mirarlo a los ojos a toda costa. 

—Está bien. Mientras no me obligues a usar las escaleras mecánicas —digo en tono de broma, pero quiero decirlo realmente. 

—Lo prometo. 

Una hora después estoy subiéndome a su auto y presionando el aro de mi lengua muy fuerte con los dientes. Estoy nerviosa y ni siquiera sé por qué. 

El interior del auto está horrorosamente caluroso, seguro que estuvo al Sol todo el día, y hoy la temperatura ha estado demasiado alta. Espero con un dedo puesto sobre el botón para bajar el vidrio hasta que Niall enciende el contacto, este calor es desesperante. 

—Maldito verano. —Se ríe—. Vins, ¿podrías buscar mis anteojos oscuros en la guantera? 

Asiento en silencio y abro el cajoncillo, los anteojos son lo primero que veo ahí dentro. Me siento tan tonta por la forma en que evito mirarlo una vez que los tiene puestos, pero tengo que hacerlo. 

—Permíteme —dice y se inclina un poco, pasando un brazo por delante de mí para arreglar el espejo retrovisor de mi lado. Mis ojos se van automáticamente a su pelo alborotado. No sé qué está haciendo conmigo este chico—. Mucho mejor. 

Al fin mira hacia afuera mientras salimos del aparcamiento y yo puedo comenzar a relajarme. 

—¿Desde cuándo tan silenciosa, Vinka Stambuk? —pregunta con tono casual, al cabo de un rato—. ¿Se infecto el aro en tu lengua? 

—Muy gracioso. —Me quejo—. "¿Ya terminaste el colegio o sigues con los exámenes finales? 

—Me queda un examen mañana y otro el viernes. Pero no son importantes ahora que ya estoy aceptado en Trinity. 

Yo invito (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora