Los leales ➳ BT21&BTS

El casamiento PT. 1

—¿De verdad no te parece que me veo un poco extraño con esto?— le preguntó a Suwoong, quien estaba sentado en la cama mirándolo con una pequeña sonrisa y largando un suspiro de paciencia.

—Como te he dicho toda la semana y cada vez que te pones delante de ese espejo: no, no te ves raro. Tampoco te ves extraño. Y claramente no te ves mal— siguió antes de que Jungkook siguiera con mas preguntas sobre ello.

—Es que, ya sabes, en nuestro pueblo no acostumbramos a vestir así.

—Tampoco es como si allá usáramos enteros de jean y sombreros de paja todo el día, Junggoo— rió su novio antes de reincorporarse y acercarse hasta él, dándole un abrazo desde la espalda y dejando un corto beso en su mejilla.

Sabía que no era por la ropa, sino porque estaba nervioso por la presentación. Al fin y al cabo el chico apenas si llevaba pocos meses ensayando, y aunque había dado todo de si para ponerse al corriente de la clase, sentía que desentonaba la mayor parte del tiempo.

Suwoong no lo soltó ni un momento antes de decirle:— Lo harás mas que excelente, créeme. Puedes hacer cualquier cosa que te propongas. Cooky estará bailando a tu lado y Chu y yo los animaremos con todas nuestras fuerzas desde bambalinas.

Jungkook sonrió tímidamente y le agradeció a su novio tomando los brazos que lo envolvían y sujetándolos con fuerza, como haciéndole entender que no lo soltara.

—Hablando de los niños... ¿Dónde están?

—Mirando televisión en la sala. Hasta hace un rato se veían muy cómodos.

El menor frunció el ceño y lo mezcló con una sonrisa confundida— Creo que últimamente se llevan mejor ¿No? Creo que quiero espiarlos un momento para verificar que no están fingiendo delante nuestro.

Suwoong asintió y rompieron el abrazo para salir de la habitación y acercarse  lentamente hacia la sala de estar por el pasillo, evitando hacer ningun tipo de ruido.

Solo debían dar un vistazo desde la puerta entreabierta y verían perfectamente si ambos BT21 estaban en el sofá.

Y si, allí estaban. Y no simplemente sentados uno en cada punta del sillón y sumidos en un silencio incómodo con solo el ruido del aparato frente a ellos.

Reían juntos ante el programa que sea que estuvieran viendo y sus cabecitas estaban pegadas entre si. Realmente se veían contentos de estar juntos.

Ambos humanos se miraron unos instantes, realmente felices en su interior por aquello que estaban presenciando.

De repente, el sonido del timbre de la casa sonó con fuerza y rompió aquel mágico momento.

Como la puerta de entrada estaba detrás del sillón, Cooky y Chu miraron por encima del respaldo, pero ellos sabían que no debían abrirle a nadie sin permiso así que Cooky saltó del sofá decidido.

—Voy a llamar a Kookie.

Oh, oh. Unos instantes mas y serían descubiertos. Huir no los llevaría muy lejos así que aceptaron el destino de ser atrapados.

Pero en eso, el sonido de otra puerta abriéndose se escuchó, y la voz de un adormilado Yoongi irrumpió en escena.

—¿Quién molesta tan temprano en la mañana?— se le escuchó murmurar. Cooky volvió entonces hasta el sillón y junto a Chu lo saludaron con un 'Buen dia'— Si, si. Buen día a ustedes también. Ya podrían mi hermano y Suwoong estar aquí si ustedes ya están despiertos.

Ambos aludidos suspiraron y rieron para sus adentros, mientras observaban como Yoongi miraba a través de la mirilla quién podría estar del otro lado un sábado a las 10 de la mañana.