Los leales ➳ BT21&BTS

Especial: amigos (Namjoon)

Namjoon consideraba que Koya era un acompañante bastante único, por sus peculiares características. Quitando que había sido muy difícil para él tener que casi criarlo porque el pequeño apareció a una muy temprana edad y era básicamente un bebé, era un acompañante con un mundo interior enorme y que además era extremadamente inteligente.  Podría estar somnoliento o literalmente estar durmiendo todo el día, pero eso no quitaba que el pequeño koala era impredeciblemente un paquete de conocimientos bastante grande. 

Gracias a él Namjoon se había auto-desafiado toda su vida a conocer y aprender mas, logrando estar siempre primero en la escuela, y luego mantendría el mismo impulso en la universidad y en el oficio. Si bien cuando fuera mayor dejaría todas esas cosas de un trabajo estable por la escritura y la investigación hacia los BT21 en honor, una vez mas, a su acompañante, aún tenía apenas solo 12 años y estaba traspasando por la pubertad lo mejor que podía la cual, según Koya, sería una etapa difícil pero que todos debían pasarla. Claro, para él era sencillo decirlo porque podría saber perfectamente toda la teoría pero no tendría que transcurrirla.

Sus dos amigos, Taehyung y Jimin, estaban igual que él y el inicio de la secundaria era ya bastante aterrador para los tres como para agregarle todos esos cambios hormonales. 

Pero dejando sus incipientes problemas de crecimiento de lado, la actividad favorita de los tres muchachos era, al salir de la escuela, ir al centro a jugar videojuegos y marcar nuevos récords en la mayoría de ellos, así sean viejos o nuevos. Koya no era muy bueno en ello porque no tenía mucha velocidad para jugar, pero era bastante útil en juegos que requerían pensar respuestas. Tata y Chimmy eran bastante mas habilidosos manualmente, así que podía pasar varias horas en alguno de esos salones y luego debían acompañar a Jimin a la academia de baile a la que iba. A la misma asistía uno de sus compañeros de clase, Hoseok, y tanto su acompañante, Mang, como el de Jimin, Chimmy, eran bastante habilidosos con el baile también. Aunque ellos no podían quedarse, Tata siempre le pedía a Taehyung quedarse porque quería jugar con el acompañante de Hoseok. Koya en algún momento le había mencionado que había una energía especial entre esos dos BT21, pero Namjoon no sabía realmente a que se refería.

En la secundaria, a diferencia de la primaria, los acompañantes debían quedarse en otro lugar aparte para no interrumpir las clases de los chicos. Cuando son menores no es realmente un problema porque además para 3° o 4° solo la mitad tenía su acompañante con ellos y no significaban un estorbo. Namjoon fue el primero de su curso en tenerlo en su primer año y eso quería decir que había compartido cada momento de sus últimos 6 años de vida con el koala y sentía casi como si se lo arrancaran de los brazos cuando tenía que entrar a clase. No era algo que le pasaba algo a él solo, sus compañeros habían expresado ese mismo sentimiento de falta y soledad en su interior cuando no estaban junto a sus acompañantes. Llegó a teorizar que no pueden estar tanto tiempo separados de ellos, si es que efectivamente eran su alma ¿Cómo puedes estar separado de tu alma? Era obvio que se sentirían despojados de algo.

—No te preocupes, siempre te sentirás así si nos separamos... pero debes aprender a sobrellevarlo... — le dijo una noche Koya antes de dormirse ambos. El tema tenía lo suficientemente angustiado al humano en las últimas semamas— Habrá momentos de tu vida que no podrás o no querrás tenerme a tu lado tampoco.

—Nunca podría no quererte a mi lado, Koya...— le contestó totalmente seguro de sus palabras mientras lo abrazaba con fuerza hacia su pecho.

—Eso lo veremos en unos años... aún estás creciendo...— le susurró contra su pecho el pequeño y el preadolescente lo abrazó un poquito más en respuesta.

Koya sabía que Namjoon sufriría bastante el crecer, básicamente como todas las personas, y él estaría ahí, como todos los acompañantes, para apoyarlo y recibir todos los abrazos que necesitara darle. En el caso de Namjoon, se veía que le harían faltas varios, pero a Koya obviamente no le podía importar menos compartir aquello con él. Amaba dormir y soñar, y también los abrazos, claro que si. Y amaba mas a Namjoon, si bien él era su alma o lo que sea. Estaba contento de que fuera él quien el destino o el universo le haya concedido. Namjoon era un muchacho muy bueno, y sabía que llegaría muy lejos cuando creciera. Tenía suficiente talento y una gran mente de su lado. Seguramente metería la pata accidentalmente mas de una vez por su inocente torpeza y su nula habilidad de entender sus propios sentimientos. Pero todos comenten errores, seguro él encontraría siempre las soluciones.

Y ahí seguiría estando él, siempre a su lado, sin duda.