Los leales ➳ BT21&BTS

Especial: a primera vista (Suwoong)

Un pequeño niño de ocho años miraba con admiración todos los colores y emociones que le ofrecía el parque de diversiones al que sus padres le habían llevado ese día domingo.

Cuando aquella especie de circo ambulante se había instalado en el pueblo vecino hacía tan solo un par de semanas, sus padres le habían prometido llevarlo antes de que volvieran a levantar todo e irse hacia otra ciudad. Al parecer esos eran sus últimos días, asi que ese séptimo día de la semana se levantaron muy temprano y viajaron en el primer transporte que iba hacia aquel pueblo.

Suwoong estaba tan emocionado por el viaje y porque además podría ver a su hermano mayor luego de tanto tiempo que guardó todas las cosas necesarias para ese día en su bolsito de Pikachu sin que su madre debiera repetirle nada y se recostó super temprano la noche anterior.

Su hermano mayor tan solo tenía 12 años, pero como en donde vivían no había secundaria, debió viajar al otro pueblo a vivir con sus tíos, ya que la escuela allí si contaba con un instituto superior. Como sus padres trabajaban muy bien en su casa natal y el viaje diario sería duro y agotador para un niño, lo decidieron así. En unos años mas Suwoong también iría a vivir con ellos además. Le daba un poco de miedo y preocupación separarse de sus padres, pero su hermano le había dicho que cuando obtuviera a su acompañante sería mas sencillo despegarse del resto porque ya no tendría miedo de estar solo.

Aquello del  BT21 lo tenía sin cuidado y su mayor preocupación ese día era divertirse como nunca junto a toda su familia. Las horas de viaje abrazando su mochilita y mirando con ansias el paisaje de la ventana parecían interminables. Pero cuando al fin estuvieron frente a aquel grandioso lugar, y con su hermano mayor de la mano, aquella espera le pareció haber valido cada segundo.

Corrió con su hermano de la mano y con el BT21 de este, un conejito rosa claro y de orejas con puntas negras llamado Ian.

Ni siquiera se preocuparon por parar por alguno de los numerosos puestos de comida deliciosa que ya los simples aromas llamaban a querer pasar por cada uno de ellos y se subieron a pequeñas (pero emocionantes para un niño) atracciones, donde gritaron y rieron emocionados.

Sus padres lo siguieron atentos y de cerca, para que no se perdieran en ese mundo de gente y claro, para pasarles el dinero necesario para cada juego, pero felices de poder pasar todos juntos ese día.

A medida que alguien tenía hambre, paraban a comprar algo y todo resultó ser sumamente delicioso. Suwoong realmente no quería que ese día termine, menos cuando comenzaron a jugar en los puestos por premios y tanto su padre como su hermano fueron capaces de conseguirle varios regalos.

Su mayor obsesión en aquel momento era la popular serie y videojuegos de Pokemon, y para su suerte, en todos los puestos había premios de ellos, claramente por el gusto generalizado de los niños a ese mundo ficticio. Recibió peluches de distintos Pokemon, algunos útiles estampados y hasta un lindo llavero de Pikachu, su favorito. Lo único fuera de aquello había sido un conejo de peluche que su hermano le regaló, y aunque Suwoong había preferido que este se lo llevara, el mayor le dijo que ya era grande para juguetes así y con su Ian era suficiente.

Suwoong simplemente lo guardó en una de sus bolsas y siguió caminando entre los puestos. Tan emocionado estaba que no se dio cuenta en qué momento perdió de vista a sus padres y a su hermano. Solo veía personas y caras totalmente desconocidas para él.

Comenzó a tener miedo, una vez pasados varios minutos ¿Y si lo perdían y nunca lo volvían a encontrar? No, sus padres lo buscarían siempre. No lo dejarían solo. Aún tenía suficiente tiempo con ellos antes de que debieran separarse, no quería perderlos antes.

Cuando la cantidad de personas lo abrumó, logró salirse de esa masa de gente y meterse entre medio de algunos puestos, sentándose a esperar a que lo encontraran.

-¿Te perdiste?- una voz llamó su atención en aquel pequeño lugar.

Un niño de su edad con pelo negro y grandes ojos lo miraba con curiosidad.

-Yo... si, perdí a mis padres ¿Tu también? - le respondió, tratando de no sonar asustado, cosa que no resultó.

El chico frente suyo sonrió levemente -No, ya vine muchas veces y en realidad me gusta pasear solo. Bueno, y con Cooks, claro- dijo moviendo su brazo y descubriendo un conejo rosa pequeño con expresión poderosa, su acompañante sin duda- Hoy vinimos con mi hermano mayor además y ya sabíamos donde encontrarnos si nos separábamos- explicó tranquilo. Tal vez eran de la misma edad, pero a simple vista se notaba que ese chico era bastante mas maduro que él. Se preguntó si ya tener a su BT21 con él habría tenido algo que ver.

Se quedó observándolo un rato, como se lo notaba tan tranquilo cuando solo tenía a su acompañante a su lado. Le gustaría sentirse igual en ese momento. Aunque estuviera con ese chico, la preocupación de no saber donde estaban sus padres a cada minuto lo hacía sentir peor.

Aquel niño, quien se había dado cuenta de su estado, se acercó a él y se sentó a su lado.

-Tranquilo, nos quedaremos contigo hasta que tus padres te encuentren ¿Ok? - le sonrió para darle tranquilidad y Suwoong se sintió mucho mas tranquilo ante sus palabras.

-Gra-gracias...

-No hay de qué ¿Es la primera vez que vienes?- le preguntó.

-Si, y la última porque vivo con mis padres a tres horas de aqui. Solo vinimos a pasar el día junto a mi hermano. Estaba siendo un día genial, pero seguro ya lo arruiné- resopló cansado.

-Si se estaban divertiendo no habrás arruinado nada. Tal vez estarán algo preocupados, pero se sentirán mas aliviados cuando te encuentren- le comentó tranquilamente.

El tiempo al lado de ese niño fue totalmente agradable para él que ni se dio cuenta el paso de los minutos hasta que alguien gritó por él.

-¡Ahí estás! Mamá, papá y yo te hemos estado buscando por todos lados- su hermano apareció de la nada y se notaba en el rostro el súbito alivio de verlo sano y salvo.

Suwoong se levantó rápidamente y lo abrazó fuertemente, a lo cual su hermano respondió igual. Aunque había deseado que ese día no terminara, ahora solo quería ir a casa con sus padres.

Y así lo hicieron, una vez que se despidiera de aquel niño, no sin antes, en modo de agradecimiento, regalarle el peluche del conejo, ya que si su acompañante era uno, seguro le gustaban. Se despidieron y pensó que tal vez no volvería a verlo de nuevo, así que le dejó un tímido abrazo.

Una vez estuvo con sus padres estos apenas le regañaron por la felicidad de encontrarlo y terminaron el paseo por la hora. Volvieron a la estación de ómnibus y se despidieron de su hijo mayor con mucho fervor ya que volvería a pasar un tiempo hasta que se vuelvan a ver.

Durante el viaje de regreso, las emociones de aquel día y el cansacio acumulado hicieron que se durmiera contra la ventana del transporte, al igual que sus padres.

Cuando abrieron los ojos al llegar, grande fue la sorpresa de todos al ver en el regazo de Suwoong un pequeño animal amarillo durmiendo junto a él.

×××MOONIE TIME×××

¡¡Feliz cumple @AussieChansKitchen!!
Llegué ¿?
Deben querer matarme por tanto especial, pero solo llego a escribir esto ahora que estoy en exámenes :c ya solo queda unito y retomamos la historia~
Loveu como siempreeeee♡ hasta la próxima~

PD: denle amor a Suwoong! Él es tan importante como el resto ♡