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Hacer la maleta fue cosa fácil, nunca he sido de esas mujeres que tardan horas en elegir qué vestir, tampoco soy de las que se mata por el mejor y más actual estilo. Una combinación rápida, maquillaje, zapatos y lista. No visto mal, solo selecciono rápido las cosas y solo uso lo que me gusta y me siente bien.

Además de que todos mis atuendos se basan en colores fáciles de combinar como el blanco, negro, azul, gris...tonos que puedo usar con casi cualquier cosa. Puedo ser artista pero no soy la reina de la moda, hago mi mayor esfuerzo y no me va mal.

No solo viajaría con Mary, mi asistente, sino con mis dos guardaespaldas Matt y Leo. Son hombres grandes y fornidos con cara de pocos amigos que mantienen a cualquiera a raya y eso es lo que necesito, aunque con el tiempo los he conocido mejor y su apariencia no tiene nada que ver con su interior, era nobles, gentiles y graciosos.

He tenido mis acosadores, algunos más difíciles que otros y tengo este en especial, que me asusta de sobre manera y que necesito controlar en todo momento. También me ayudan a escabullirme cuando quiero estar sola, o me protegen cuando el público esta muy animado, son situaciones preventivas y por suerte nada ha sido complicado o pasado a mayores lo cual agradezco, no muchos han tenido mi suerte.

Generalmente mantienen las distancias conmigo cuando estamos en la calle para poder aparentar un poco de normalidad, sin levantar sospechas se camuflan entre la multitud que me rodea, pero están siempre ahí, acompañándome y en alerta. Especialistas en armas y técnicas de defensa personal, no pude contratar a personas mejores y estoy agradecida con ellos.

Miré compungida mi maleta, los viajes en avión me agotan de una manera sobre humana, mi terror a esos aparatos no me hace descansar, estoy alerta en todo momento, no podría estar tranquila en esa máquina voladora, dicen que es más seguro un avión que un carro, y la verdad no me confío. El viaje más corto se vuelve extenuante debido a mi terror.

Cuando al fin aterricé en México quería besar el suelo, Mary por su parte durmió como una bebé, algo que envidio de manera descomunal. Dichosa ella aliada de Morfeo.

-Señorita.- Matt me alejó de la cinta donde esperaba mi equipaje. -Siga a Leo con la señorita Mary, yo llevaré las maletas. Ya alquiló un carro.- explicó, asentí y me encamine con Mary pisándole los talos a Leo.

-Oh Leo...- se quejo Mary saltando al asiento. -Siempre eliges camionetas altas. Es tan injusto.- me senté a su lado con una sonrisa.

-No es su culpa, es la tuya por ser tan pequeña. Yo no he tenido problemas al subirme.- le giñé un ojo a Leo y el sonrió complice a través del retrovisor.

Mary solo estaría en el hotel dos días, los días en los que tendría que acompañarme a las conferencias, luego de eso partiría a ver a su familia y yo me quedaría aquí con la compañía distante de Leo y Matt mientras trataba de disfrutar de este lugar. No era amante de viajar a solas, digo, soy solitaria, pero no tanto, necesito un poco de motivación y riesgo a cosas nuevas y eso solo te lo dan tus amigos pero no podía negarle a Mary su visita a casa.

Hacía tanto calor que sudaba como una loca, mi cuerpo no se acostumbra a temperaturas tan calientes con climas húmedos, el aire parece que se te pega en la piel, ni si quiera sé cómo explicar la sensación. Pasé del frío al calor y creo que me estaba derritiendo.

-Te divertirás tanto aquí...- Mary estaba muy entusiasmada y yo aún más a pesar del calor, ella parecía cero afectada por el clima. En este lugar dedicaría tiempo para mi y solo para mi. Quizás iría a alguna playa y me relajaría al sol, así lo aprovecho.

-Comida picante...- susurré soñadora.

-En cantidades inigualables. Te encantará.- mi mamá era latina así que le gustaba preparar la comida con sabores fuertes, sí, era en pasado, antes de que el cáncer se la comiera y le robara cada suspiro quitándola de mi vida y dejando solo un recuerdo alejado, me enseñó el español tan bien como sé hablar inglés y eso es algo que no podré agradecerle así como tantas otras cosas.

Las conferencias fueron entretenidas, largas y más de lo mismo debo decir, estaba ansiosa por terminar con todo ello. Amaba mi trabajo pero solo pintar y crear, este aspecto de mi carrera se me daba fatal y era bastante difícil para mí adaptarme a este ritmo de vida, además que muchas veces quedaba tan expuesta que me molestaba.

Gracias a una periodista pude enterarme de que ya han visto mi nueva pintura, y el árbol en la playa ha causado un pequeño desconcierto muy interesante en todos. Pero al parecer, les encanta mi nuevo cuadro; lo cual es bueno pues pronto no sabría más nada de él.

Me tomaron muchas fotos, unas cuantas entrevistas, fueron días movidos, pero al fin se había acabado. Aquí empezaban mis merecidas vacaciones oficialmente, con el fin de esta pequeña entrevista que lleve a cabo, me sentí feliz por todo lo incómodo había acabado. Mary se acerco a mi susurrando -Hoy será una gran noche.

-De despedida...- le respondí refiriéndome a su viaje con su familia. Por más que quiera retenerla y disfrutar todo este viaje a su lado debía dejarla ir, ella también merece vacaciones pues ha trabajado tanto como yo. Al menos estaría con Matt y Leo.

-Oh, ya me extrañas. Y aún no te he dejado.-se burló ella. -Comamos unos helados.- Caminamos por una bonita plaza llena de palomas y niños jugando por doquier, había una gran fuente y nos sentamos a comer nuestros helados en el borde de la misma. El agua de la fuente salpicaba como una pequeña llovizna que agradecí pues estaba a punto de tirarme en ella y calmar el calor que quemaba mi piel. Me sentía como una señora con la menopausia, digo, así debe sentirse.

-El calor es tremendo.- comente pasando mi mano por la frente eliminando un fina capa de sudor, creo que soy muy americana. O quizás adoro las estaciones frías, y aquí no estoy en una estación fría, en lo absoluto.

Esto es como un gran sauna.

-Eres tan graciosa cuando estas sudando como cerdito.- Mary comenzó a hacer sonidos de puerco y solo pude salpicarle agua para defenderme.

Entregada a tí.(EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now