~19~

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Estaba agotada. Más que agotada me encontraba en un estado de dolor y placer tan agudos que no podía moverme. Luego de esa comida en la piscina y un par de polvos sin pudor estaba totalmente sin energías.

Estaba hinchada y cuerpo estaba en el límite más alejado, no podía soportar nada más. Necesitaba recuperarme y darle una pausa al estado pasional que parecía dominarnos a ambos.

Y Fernando, como no, el muy caballero se encontraba llevándome en brazos escaleras arribas y depositándome con suavidad en la cama. Le sonreí agradecida.

Por más que quisiera las piernas dejaron de responderme y estaba tan cansada que iba a echarme una siesta flotando en la mismísima piscina. No sé con qué se alimenta este hombre porque a estas alturas debería estar más que dormido recuperando energías.

-Me has dicho...- traté de mirarlo y escucharlo con la poca atención que me quedaba, los párpados me pesaban más de lo normal. - que no querías rosas azules, porque es solo sexo.- yo asentí en medio de un bostezo. La rosas significaban detalles que no deberían existir entre nosotros cuando teníamos un acuerdo simple y sencillo de sexo, un acuerdo tácito. Los detalles significan algo más allá, una profundidad de la cual no estaba preparada para afrontar y estaba segura que el ni si quiera se daba cuenta del daño que estaba creando en mi tan solo con el hecho de acariciarme o mirarme en la forma en la que lo hacía.

-Pero me has dado otra...-susurré recordando, cada vez que despertaba me encontraba con una rosa nueva. Había llegado a subir a mis redes una foto con una de mis rosas azules los chicos casi me reventaban el teléfono con comentarios llenos de doble sentido. Mis ojos se cerraban lentamente con el peso del cansancio. - Me pregunto por qué.- lo dije sin pensar, pues era algo que me rondaba la cabeza, el sueño estaba ganando esta carrera. Y ya no podía conectar cabeza y mi boca.

-Me pregunto lo mismo.- dijo él, pero no pude verlo ni moverme para poder entender a qué se refería con eso. El sueño me arrastro a lo más suave y  profundo. Me llevó a lugares llenos de besos y cantantes sensuales que me llevaban a la locura y me subían la adrenalina con un solo roce de labios.

Las sensaciones que estaban creciendo en mi ser comenzaban a abrumarme, estaba empezando a perder la batalla imaginaria que se desataba contra todo lo que alejando. No quería ilusionarme con alguien que no volvería a ver de nuevo y aunque odiaba pensar de esta manera y criticar sin conocer el fondo de la historia, no me fiaba de la fidelidad de Fernando, no creo que lo pueda lograr. Una persona no puede su forma de ser de un día para otro y yo no quería comprobar si él había cambiado.

Debía centrarme en mí. Concentrarme en solo disfrutar de esta experiencia única y dejarlo como un recuerdo reparador lleno de aprendizaje, porque sí, he llegado a conocer sensaciones que no creía reales gracias a este hombre.

Giré en la cama pero mi cara se golpeo de lleno con algo duro, palpe con los ojos cerrados y poco a poco los fui abriendo. ¡Por Dios! Pero si era Fernando. ¿Qué hace aquí? Me senté en la cama algo aturdida y sorprendida.

Volví a mirarlo sin creerlo, jamás se había quedado aquí, conmigo.

-Ufff...- susurré, la entrepierna me dolía más que nunca, sin lugar a dudas ayer abuse demasiado de esto. Fernando se dio la vuelta, pero seguía con la respiración lenta y profunda, se encontraba en un sueño relajado, sus facciones estaban suavizadas por el sueño que disfrutaba. Con cuidado salí de la cama me di una ducha reparadora y escapé de la habitación. Por alguna razón sentía erróneo quedarme a su lado, esto no era "más" y debía quedarse en lo que era ahora mismo. El reloj le restaba horas a mi estadía y empezaba a sentir la necesidad de adelantarlo todo.

No recordaba sentir a Fernando a mi lado en la noche, pero es bastante extraño que se quedara en mi cama, después de todo es solo sexo, hemos repetido eso hasta el cansancio. Dios, ahora que recuerdo, anoche me dejó con la duda sobre sus rosas sin contar que durmió conmigo, eso es sumarle una duda más. ¿Qué sígnica eso? ¿Significa algo? Quizás estoy entrando en estado de ilusión por lo bien que me ha ido con este hombre. No debía dejarme llevar por mi cabeza llena de ganas de triunfar que llegaba a imaginarse un futuro perfecto con él, tenía que detenerme y crear un límite.

El me hace reír y hablamos cómodamente, sus hijos son granos de amor y definitivamente somos compatibles en la cama y en todo. Pero el es un cantante, yo solo soy una artista y viajo muy poco, solo lo necesario para promocionar alguna pintura, nada de eso toma demasiado tiempo, en cambio él, ese hombre se enfrasca en giras que duran meses, esta lejos de casa por largas temporadas y hay muchas mujeres hermosas y dispuestas en esos conciertos.

¿Pero qué hago pensando en eso? Si solo es sexo, no puedo estar planteándome algo que no puede llegar a suceder, algo profundo y tan lindo como una relación.

Tiene 40 años no es posible, tiene hijos y es tan mujeriego, yo solo soy una más del montón, de su lista de aciertos.

Esto es solo una aventura que me encantó pero ya no podrá seguir mañana me voy y el dolor en mi entrepierna es muy agudo para desear nada. Tengo que hacer maletas y evitar a toda costa sus rosas y besos, porque él no es para mi o para una relación, solo es una aventura así como yo lo soy para el. Una aventura más para sus cuentos en el futuro, pronto estaré muy lejos como para qué me importe lo que haga en su vida.

Mi teléfono cobró vida y atendí la llamada de mi pareja gay favorita.

-Tu voz suena patética y espero que no le tengas cariño a ese hombre y esa voz solo sea por dolor sexual cariño. -Jack soltó de una vez.

-Si es dolor sexual entendería perfectamente, sé lo que se siente.- continuó Louis y no pude más que partirme de la risa con esos comentarios tan absurdos que los identificaban.

-Todo esta adolorido y perfecto. Mañana estaré con ustedes.- respondí con alegría.

-Te esperamos para llevarte a casa muñeca.- Jack dijo un par de cosas y eso fue todo. Extrañaba a mis amigos, a mi estudio, pero no voy a negar que también extrañare este lugar y a su dueño. Podría ser su esclava sexual sin problemas, jamás había quedado tan satisfecha y a dolorida por el sexo. Ese hombre tiene sus trucos bien guardados.

Entregada a tí.(EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now