Capítulo XVI: Parte III

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    Pov's Jade

    Cat nos miró sorprendida; pero a los pocos segundos su mirada se transformó en confusión.
    Yo la comprendía, ya que ella no esperaba verme acompañada y mucho menos por Vega.
-"Hola, Tori, estoy jugando con Orace"- dijo esta levantando las patas delanteras de la bola de pelos naranja.
    Rodé los ojos fastidiada.
-"¿Vamos a hacer una pijamada, chicas?"- Preguntó la inocente pelirroja señalando a Vega.
-"Pues... Algo parecido"- respondió esta sonriendo.
    Para ser sincera, de camino aquí pude platicarle algo a Vega de lo que estaba sucediendo con Cat y Alex, ya que yo asumía, por obvias razones, que la reciente decaída de ánimo de nuestra Cat, se trataba al inesperado contacto con Alex.
    Por ello, Vega cumplió con su función.
    Tuvo una idea que me pareció muy buena, gracias maldición por ayudarme a no tener mis propias ideas ni para ayudar a mis amigas; detesto depender de alguien más, maldita sea.
    Yo quería llevarla al mismo parque al que fui con Alex, pero a Vega no le pareció bien, ya que en ese lugar, Cat se sentiría acorralada y estaría a la defensiva, así que decidió que el mejor lugar sería en su casa, donde estaba más segura y a gusto.
    La verdad era que eso tenía mucho más sentido... Tonta Vega.
    La castaña se sentó junto a la pelirroja; yo seguí a Vega hasta el otro extremo del sofá, antes de comenzar yo debía estar segura de algo.
-"¿Alex sigue aquí?"- Cat negó con la cabeza.
-"No, ella se marchó poco tiempo después de que te fuiste"- contestó, esto era más que perfecto.
-"Muy bien, Cat, ¿tienes sodas en el refrigerador?"- Esta asintió.
    Así que Vega se levantó con dirección allí.
-"Voy al baño, chicas, ya regreso"-
-"Como sea, Cat"- contesté levantándome del sofá.
    Fui hacia la cocina revisando los gabinetes en búsqueda de algo que me quitase este maldito dolor de cabeza.
-"¿Qué haces?"- Preguntó Vega mirándome divertida.
    Y no la culpo, mi expresión debe reflejar lo jodida que estoy justo ahora.
-"¿Tú qué crees? Buscando algo que me quite este maldito dolor de cabeza"- dije sin dejar de buscar.
-"No puedo ni imaginar el dolor que debes estar pasando en este momento"-
    Sonreí con desgano.
-"¿Tienes un revolver para volarme los cesos y deshacerme de este infierno de una vez y para siempre?"-
    Vega soltó una risita divertida. Tonta.
-"Ten, de nada"-
    Y mágicamente un par de aspirinas aparecieron frente a mí; casi se las arranqué de la mano a Vega la cual se reía divertida.
-"¿Dónde las encontraste?"- Pregunté confundida, ya había revisado todas las malditas gavetas de la cocina y no había encontrado nada.
-"En mi bolso, siempre cargo una caja conmigo"-
-"...¿Siempre llevas esto contigo?"-
-"Es lo que acabo de decirte, genio, es mejor ser precavida, deberías hacer lo mismo"-
    Rodé los ojos, ella tenía razón, pero yo no se la daré.
-"Lo que digas"- respondí poniendo ambas aspirinas en mi boca.
-"¡Oye!"-
    Le arrebaté una de las sodas y comencé a beber su contenido.
    El dulzor de la bebida invadió por completo mis papilas gustativas, esto opacó en su totalidad el amargo sabor de las aspirinas.
-"Hace tiempo que no probaba una soda, casi olvido su sabor"- dije dándole otro trago.
    Vega iba a decir algo cuando el sonido de una puerta nos distrajo; era Cat quien salía del baño.
-"Listo"- dijo.
-"Muy bien, Cat, ven aquí y preparemos unas deliciosas galletas"- dijo Vega con voz cantarina y una gran sonrisa.
    Me fue imposible no quedármela mirando... Pude sentir mis mejillas arder, maldita sea.
-"No me siento de humor, Tori..."- Dijo cabizbaja.
-"Vamos, será divertido"- 
-"No lo sé..."- Comenzó a jugar con sus dedos indecisa.
-"Cat, ¿no te das cuenta de lo improbable de esta situación? Vega y yo, JUNTAS queriendo hacer una pijamada contigo, ¿cuándo volveremos a darte esta oportunidad? Ahora, trae tu liviano trasero aquí y preparemos unas ricas galletas con chispas de chocolate"-
    Sentencié recostada en una de las encimeras con la soda aún en mi mano.
    Vega me miró con sorpresa al igual que Cat, pero mis palabras fueron suficientes como para convencer a la pelirroja.
-"Está bien, jejeje, tienes razón, Jadei"-
    Al fin.
-"No me llames Jadie"- le ordené pero ella sólo soltó una risita.
    Cat se dirigió hacia el refrigerador buscando los ingredientes, ya se veía algo más animada.
    Mientras que yo sentía una enorme incomodidad en el lado izquierdo de la cara.
-"Vega"-
-"¿Qué?"-
-"Deja de mirarme así, sabes que lo odio"-
-"Lo sé"- dijo risueña.
-"¿Entonces por qué mierda lo haces?"- Me di la vuelta encarándola, ella me ponía nerviosa cada vez que me miraba así.
    No dijo nada, sólo me miraba fijamente con una sonrisa en sus labios, ¡maldita sea! ¡El maldito calor!
-"¡¿Qué?!"- Dije algo alterada, eso sólo aumentó su sonrisa.
-"Eres muy tierna"-
    Me dijo dándome un pequeño pellizco en la mejilla...
    Menos mal que se giró, porque yo debía estar como un tomate...
-"Jadie, ¿te sientes bien? Estás igual de roja que mi cabello"- dijo Cat riendo...
    ¡V-Vega también se está riendo de mí!
-"¡Mira, Tori, se pone más roja!"-
    ¡Yo la mato! ¡LA MATO!

LET'S MAKE IT SHINEWhere stories live. Discover now