CAPÍTULO XIV

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Pov's Jade

     Conduje mi hermoso y costoso Lamborghini por toda la ciudad, la pelirroja a mi lado disfrutaba de su helado de fresa como si fuese una niña pequeña.
    Y sí, nos detuvimos en una tienda para comprarle un tonto helado, todo para que dejara de tocarme la paciencia con sus incansables preguntas.
    Cat nunca va a cambiar después de todo.
    Mientras la pelirroja iba contenta en el asiento de copiloto, Sam se encontraba a mi lado conduciendo su motocicleta; y hablando de ella, ¿qué diablos le estará ocurriendo ahora? Eso es algo que debo averiguar luego y si ella no me lo quiere decir, se lo voy a sacar a la fuerza.
-"Jadie, ¿falta mucho?"-  Gruñí en voz alta, sabía que no permanecería más tiempo callada.
-"No, Cat, no falta mucho"-
-"Está bien, ¿pero cuánto falta?"-
    Volví a gruñir fastidiada.
-"Si aprecias tu cabello será mejor que seas paciente"- vi a mi extraña amiga palidecer soltando un chillido volviendo su vista a su helado.
    Sonreí ante mi amenaza, adoro causar terror y pánico en las personas, es un placer que poseo desde que descubrí las películas de terror.
    En el trayecto a nuestro destino, he hecho todo lo posible por mantener a Vega fuera de mi cabeza, pero es jodidamente complicado de conseguir, es que ella simplemente se sitúa allí y no hay nadie que pueda sacarla de mis pensamientos, ni siquiera la hermosa y elegante Helena Bonham Carter o el sensual y apuesto Chris Hemsworth; ya basta, Jade, deja de pensar en Vega, ni siquiera la menciones, joder.
    Sí claro, como si eso fuera posible; maldita sea.
    Condujimos por unos cuantos minutos más hasta llegar a mi colina, podía ver el gran y viejo árbol que me acogió en sus ramas y raíces cada vez que venía a este sitio; sonreí sin poder evitarlo.
    Había vivido tantos momentos inolvidables aquí.
    Apagué el motor de mi auto dando a entender a mis acompañantes que ya habíamos llegado a nuestro destino, así que Cat desabrochó su cinturón de seguridad y de inmediato se bajó del auto.
-"Llegamos, Cat"-
    Solté las palabras en mi vehículo, Cat no esperó ni dos segundos más para bajarse corriendo de mi transporte.
    La seguí al poco tiempo después.
-"Vaya, Jadie... No conocía este lugar, ¡es hermoso y misterioso! Jajajajajaja"- dijo para salir corriendo a explorar.
-"Ten cuidado, Cat, no traigo mi espátula gigante por si te caes de la colina"-
-"Hey, curioso lugar, West, ¿cómo es que nunca me di cuenta de su existencia?"-
-"Porque estás al pendiente de tus mierdas y no te das el tiempo de explorar la jodida ciudad"- dije sonriendo, ella imitó de inmediato mi expresión.
-"Touché"-
    Caminé hacia el gran y viejo árbol, una vez estuve frente a él deposité mi mano delicadamente sobre su corteza.
    Inmediatamente, mis labios formaron una sonrisa al recordar todo lo que había ocurrido con Vega en su presencia; y una vez más, sin quererlo o desearlo, estaba pensando en ella.
    Recordando todo lo que sucedió y entonces, ese jodido beso en el Nozu lo revolvió todo, TODO, ¡maldición! ¡Es culpa de ese idiota y su estúpida terquedad! ¿Por qué simplemente no podía largarse? ¡No! ¡Él quería que Vega le prestara atención! ¡Imbécil!
    Suspiré algo enojada, la finalidad de mi visita a este lugar era tratar de enfocarme en algo más y olvidarme de ella, pero de una forma u otra termino pensando en ella.
    Siempre termino pensando en ella, maldita sea, Vega, ¿por qué?
    Deja de hacerte la inocente, Jade, sabes muy bien por qué.
    Me senté de mala gana escorando mi espalda del enorme y viejo árbol tratando de calmarme un momento, cerré los ojos respirando con tranquilidad, intentando pensar en la nada.
    Las voces de Cat y Sam se escuchaban lejanas, ajenas a mí.
    Hasta que todo se volvió silencioso.
    Ninguna de las dos hablaba o decía algo, ¿se habrán entretenido con algún juego absurdo de Cat? ¿O entré a un nivel ancestral superior? Sea lo que sea dudo mucho que la segunda opción sea la respuesta.
-"¡Tori!"- ¿Q-qué? ¿Acabo de escuchar bien? ¿Vega aquí?
    Abrí mis ojos al instante mirando hacia el frente y como no, ¡Ahí estaba ella! ¡¿Por qué?! ¡¿Qué se supone que hacía ella aquí?! Parecía tan o más sorprendida que yo; ¿por qué me tiene que pasar esto a mí? ¡¿Por qué a mí?!
    Cat corrió en su encuentro saltando y colgándose de su cuello, Vega trató de mantener el equilibrio para no caer estrepitosamente hacia el suelo.
    Suspiré un poco cansada e irritada, no me iba a levantar para saludarla.
-"Tranquila, Cat"-
-"Hey, hola, Toro"-
-"Hola, Sam"-
    En ese momento, sus ojos cafés se fijaron en los míos haciéndome estremecer al conectar nuestras miradas.
    Tragué grueso pero me mantuve tranquila, al menos por fuera, ya que internamente era una historia completamente distinta.
    Vega se acercó a mí a paso lento con una tímida sonrisa en los labios, yo seguía indiferente, inexpresiva, ¿qué está haciendo aquí? Este es mí lugar secreto, MÍO, pero entonces... ¿Qué..? No pude acabar de torturarme ya que había llegado hasta mí, deteniéndose justo enfrente, mi corazón latía realmente rápido y eso me ponía de muy mal humor.
    Maldita sea.
-"Hola, Jade... No sabía que estarías aquí..."- Dijo algo apenada.
-"Qué curioso, yo no contaba con que te aparecerías"-
    Hizo una mueca de incomodidad el cual pasó a ser una expresión de arrepentimiento, perfecto, no pude evitar el tono molesto en mi voz.
    Pero, joder, ¿por qué tiene que estar en todos lados? ¿Acaso me está siguiendo o algo por el estilo? Mierda.
-"Es... Es cierto, esto fue una mala idea, lo siento, ya me voy"-
    Emprendió la marcha volviendo sobre sus pasos.
    Iba a marcharse y eso me parecía realmente lo más censato, pero adivinen qué, mi pecho comenzaba a punzar indicándome que no le permita alejarse de mí ¡genial! ¿Siempre va a ser así con ella? ¿Por qué siquiera me lo estoy planteando? Es obvio que siempre va a ser así, siempre.
-"Tori, no te vayas"- decía Cat con un puchero.
-"Acabas de llegar"-
-"No se preocupen chicas, no estuvo bien llegar así de improviso, voy con los chicos a casa"- ¿no estaba sola?
    Mientras Vega seguía su marcha hacia la salida de la colina, Sam y Cat se pusieron de acuerdo para mirarme con desaprobación, excelente, no podía ser más perfecta toda esta estúpida situación, Jade West siempre va a ser la mala del grupo; y aunque lleve ese título con mucho orgullo, cuando se trata de Vega se siente realmente insatisfactorio, ya no es lo mismo de antes, ya no disfrutaba molestarla, ¿qué mierda había pasado conmigo?
    Suspiré bastante cansada y resignada levantándome de mi cómodo asiento natural, no iba a dejar que se marchara así como así, tenía que arreglarlo o realmente iba a ser una situación insufrible para mi ya cansado cuerpo.
-"Oye, Vega"- la llamé y ella se detuvo para mirarme.
-"No hace falta que te vayas... Quédate"- sentencié con algo de duda en mi voz.
    Me sonrió, sus ojos volvieron a tomar ese brillo tan característico suyo, en ese momento, mi corazón comenzó a latir tan fuerte que lo sentí en mis oídos.
    ¿Por qué, Vega? ¿Por qué sólo contigo?
-"¡Yai! También puedes invitar a los chicos, Tori"- un segundo...
-"Es buena idea, podríamos hacer un picnic con mucha comida"- ¡hey!
-"¿Creen que sea buena idea?"- ¡No!
-"¡Claro que sí! Mientras más seamos, mejor"- ¡por supuesto que no!
-"Hazme caso, ve a traer a los demás"- ¡oigan!
-"Un momento, ¿qué hay de Jade? ¿Estás de acuerdo con esto?"-
    ¿Y hasta ahora me notan? Joder, no, claro que no estoy de acuerdo con que invadan mi lugar feliz, pero esa cara, esa jodida cara que siempre pone Vega cuando desea algo, ha sido mi maldito punto débil desde que comenzamos a jugar ese peligroso juego en Hollywood Arts, y ella lo sabe de sobra, es tan manipuladora.
    ¿Y saben qué es lo peor de todo? Que siempre voy a ceder y eso no va a cambiar ahora.
    Volví a soltar un resignado suspiro y oculté mis manos en los bolsillos de mi chaqueta de cuero.
-"Ya que"- dije sin más y ella sonrió de oreja a oreja. Maldición.
-"No se diga más entonces, West, Toro, vamos a conseguir la comida, Cat, quédate aquí, enviaremos al resto"-
-"Sí señora"-
-"Nos vamos, señoritas"-
    Y siendo llevadas a rastras por Puckett, nos encaminamos hasta el lugar donde nuestros vehículos se encontraban estacionados; al menos Sam ya estaba más animada.
    Por obvias razones, Vega se subió conmigo en mi auto y una vez listas, con Sam en su motocicleta y nosotras en mi Lamborghini, nos pusimos en marcha rumbo a las tiendas.
-"¿Con quién viniste aquí? Y dime por lo que más quieras que la insoportable de tu hermana no está contigo"-
-"Para tu fortuna, y la de los demás, no, Trina no está conmigo, Andre, Evie y Carly me trajeron, están esperando más adelante"- es por demás la mejor noticia que he recibido en todo el jodido día.
-"Bueno, supongo que no es tan malo"-
    Ellos no me caen tan del asco, así que supongo que está bien.
    Luego de pasar a su lado e indicarles que no dejaran a Cat sola por ningún motivo, nos dirigimos hacia la tienda más cercana.
    Vega y yo nos encargaríamos de las golosinas, bocadillos y postres, mientras que Sam se encargaría de la comida y las bebidas, con que sorpresa nos saldrá ahora.
    Puede parecer extraño, pero incluso una simple y tonta salida al supermercado puede llegar a ser especial estando junto a ella.
    Maldita sea, Jade, cállate, das asco de lo cursi que te escuchas; concéntrate.
-"¿Sigues ahí?"-
    Vega se encontraba pasando su mano frente a mi rostro.
    Qué bien, sujeté su mano, me estaba molestando su insistente movimiento frente a mi cara y fue cuando lo sentí otra vez, ese maldito hormigueo en mi mano, era como una corriente eléctrica que recorría todo mi brazo.
-"Vega, para, sigo aquí"-
-"Pues hacía unos minutos no, te estaba preguntando algo y simplemente te perdiste en tus pensamientos"-
    Parece que me quedé pensativa durante un buen rato.
-"Como sea, dime qué quieres"-
-"Bien, ¿Qué te gustaría que llevara? ¿Dulces de fresa o de café?"- ¿Está hablando enserio?
-"Café"-
-"¿Segura? Podemos llevar ambos y-"- no la dejé terminar de hablar, no va a discutir conmigo, esta vez gano yo SÍ O SÍ.
-"Dije café y punto"- Comencé a caminar sin darle tiempo de replicar.
    La escuché suspirar resignada, eso me gustaba mucho más.
-"Está bien, como quieras"-
    Puso el paquete de dulces de fresas en su lugar y avanzó con el carrito para buscar lo que seguía en la improvisada lista que le preparé.
    Conseguimos lo escrito en la lista y nos apresuramos para cancelar los productos; pero mientras eso ocurría podía sentir el malestar creciendo en la boca de mi estómago, esa sensación sin duda era por haberle negado el estúpido paquete de dulces de fresas, Jade, no, sólo terminen de pagar por todo, muévete.
    Luego de haber pagado por las golosinas, salimos del supermercado.
    Pero como adivinaran, mi estupidez no posee límites, así que observando de reojo a la castaña mitad latina a mi lado suspiré con frustración, más por mí misma que por ella, así que me detuve justo frente a la puerta eléctrica.
    Vega detuvo su caminata también al darse cuenta que ya no me movía.
-"¿Sucede algo?"-
    Metí una mano en mi bolsillo y saqué las llaves de mi auto para proceder a lanzárcelas inmediatamente, ella las atrapó en el aire con algo de dificultad.
-"Jade, ¿qué-?"-
-"Ve al auto y espérame allí"- no la dejé terminar de recriminarme y me devolví a la tienda a paso veloz.
    Regresé al estante de los dulces y tomé tres paquetes más de estos, uno de café y los otros dos de fresa.
    Sí, vuelvo a ceder ante sus deseos, ¿acaso nunca vas a poder permanecer firme ante Vega, Jade? La respuesta es muy sencilla, no.
    Pagué por los productos y regresé al auto, pero haciendo lo posible porque Vega no adivinase qué había dentro de bolsa de plástico, no iba a exponerme tan fácilmente, así que me subí a mi hermoso Lamborghini Gallardo encendiéndolo comenzando la marcha hacia mi ahora invadido lugar feliz.
    Cabe destacar que, la tonta de Vega, desde que me subí al auto sin decir ni una palabra, no se había abstenido de mirarme fijamente.
    Detestaba que hicieran eso.
    Y lo peor de todo es que ella lo sabe muy bien... Maldita sea.
-"¿Qué? ¿Tengo algo en la cara o qué?"-
-"No... Es sólo que me preguntaba... ¿Qué traes en la bolsa?"- Lo sabía.
-"Nada que te importe, Vega, ahora deja de mirarme, sabes de sobra que lo odio"-
-"Es divertido"- ¿divertido? ¿Qué diablos le parece divertido?
-"¿Divertido qué?"-
-"Divertido molestarte"- no puede ser.
    Inconscientemente la miré bastante desconcertada y... Esa mirada traviesa junto a esa sonrisa pícara mientras se mordía ligeramente el labio... Me estaba poniendo realmente nerviosa, volví mi vista al camino tratando de olvidar lo que había ocurrido apenas hacía sólo segundos antes.
    Mi corazón no paraba de latir y yo debía estar más roja que un maldito tomate; entonces, mi Perapad comenzó a sonar, ¡salvada!
    Antes de poder decir o hacer algo, Vega tenía mi dispositivo móvil en sus manos contestando la llamada entrante, por extraño que se llegue a escuchar, eso no me incomodaba, al contrario, estuve a punto de pedírcelo.
    -"Hola, Sam, ella no puede contestar ahora, está conduciendo, sí, ya vamos rumbo a la colina, está bien nos vemos ahí entonces, adiós"- y colgó.
-"Sam consiguió todos los comestibles, nos encontraremos en el punto"- dijo poniendo mi Perapad en su sitio.
-"Muy bien, es hora de poner este bebé en marcha"-
    Mencioné para posteriormente, aumentar la velocidad de mi precioso auto.
    La expresión de Vega no tenía precio, me hizo sonreír el ver esa mirada de terror en sus ojos, JAJAJA, ¿quién tiene el control ahora, Vega?
    Luego de unos minutos, llegamos a nuestro destino.
    Aparqué el vehículo al lado del de Andre para proceder a bajarnos y unirnos con el resto; aunque ya había apagado el motor de mi vehículo, Vega ni siquiera se quitaba el cinturón de seguridad, creo que generé un nuevo trauma en mi pobre víctima, era increíble.
    Haciéndome la inocente la incité a bajar del auto.
-"Vamos, ya podemos bajar"-
-"Y-yo... S-sí, sí"- ¡bingo!
-"A menos que quieras dar otro paseo"-
    Mi sonrisa maliciosa hizo que Vega se pusiera pálida.
    Una mueca de terror se instaló en su rostro, simplemente no podía pedir mejor momento.
-"¡NO! ¡No, ya voy!"- Se quitó casi de inmediato el cinturón de seguridad y salió del auto como si este estuviera ardiendo.
    Cosas como esta, me hacían el día; por lo que tomé las bolsas y me bajé del Lamborghini para reunirme con los demás chicos.
-"¡Hey, hey, hey! ¡Ahí están mis chicas!"-
    Decía Andre mientras se acercaba con una enorme sonrisa y los brazos abiertos.
    ¿Acaso olvidó que yo ODIO los abrazos?
-"Atrévete a ponerme una mano encima y te castraré con mis tijeras"- dije sacando ágilmente mis tijeras favoritas de detrás de mi cintura.
    Su rostro pasó de estar feliz a terror absoluto, justo como me gusta.
-"No te preocupes, Andre, Jade siempre será Jade, yo sí te acepto la muestra de afecto"- y esos dos siempre serán esos dos.
    Rodé los ojos y me acerqué a mi viejo amigo, el enorme árbol en el cual, se encontraba tendida una enorme manta en el suelo, obviamente era para el "picnic" que todos se inventaron.
-"¿Te gusta, Jadie? Evie y yo lo preparamos"-
    Los brazos de Cat alrededor de mi cuello no se hicieron esperar, pero casi al instante me solté de su asfixiante agarre.
-"Qué bien, no sabía que la mujer francesa y tú fueran tan amigas"-
-"Así es, Hannah y yo hemos compartido una linda amistad por seis años"- escuché su marcado acento Francés a mi espalda.
-"¿Ah, sí?"- Me di la vuelta y... Joder... La miré por primera vez desde que Vega hizo mención de su existencia.
    No sé si soy yo pero... Ella, su sola presencia me intimidaba.
    Era la primera vez que me sentía tan indefensa y desprotegida ante una extraña.
    Ella me sonrió con un gesto que no sabría identificar, era realmente extraño.
-"Por supuesto que sí, es la primera vez que tengo el privilegio de conocer a la muy famosa directora y guionista, Jadelyn August West"-
    Me miraba de arriba a abajo, analizándome, examinándome, me sentía como un maldito muñeco de pruebas y no me gustaba para nada.
-"Nunca me llames por mi nombre completo"-
-"Es verdad, lo siento, olvidé que Tori me advirtió sobre ello, Jade, ¿cierto?"-
    Volvió a sonreír de la misma forma de antes.
    Siento la inquietud apoderándose de mi interior justo ahora.
-"Mi nombre es Evelyn Blaken, dueña de la compañía MCA Music"- ya veo.
    Es la primera vez que conozco en persona a uno de los peces más gordos del mundo de la música. Vega se hizo con amigos poderosos.
-"Me presentaría, pero supongo que Vega ya se me adelantó"- estreché su mano, estaba fría, incluso más que las mías.
-"Así es, ya la conoces, si me disculpas, voy con Tori para ayudarla a poner todo en su sitio"-
    Me quedé ahí clavada al piso mientras ella se marchaba, maldición, el alivio que se apoderó de mi cuerpo en el momento que ella se marchó, fue casi angelical.
    ¿Qué diablos pasa con esa mujer?
-"Jade"- salté del susto al sentir una mano en mi hombro, era Cat, ¡maldita sea!
-"Nunca vuelvas a hacer eso, Cat, NUNCA"-
-"Está bien, Jadie"-
-"¡Hey! Sam ya está aquí"- soltó Harris desde el estacionamiento de los autos.
    Nos acercamos a la recién llegada rubia para ayudarla a bajar las cosas de su motocicleta, que eran muchas, no sé ni cómo pudo llegar tan lejos con todo eso sin estrellarse con algún otro vehículo en la vía.
    Ella se bajó de su preciado transporte quitándose el casco de seguridad para comenzar a pasar las bolsas con la comida.
-"Mamá ya está en casa, vengan niños, la cena está servida"-
-"Cállate y comienza a repartir, Puckett"-
-"Muy bien, para la gruñona de Jade, las bebidas"-
    Me pasó dos cajas, una de sodas y la otra con cervezas, perfecto.
-"Para el grande y fuerte DJ Harris, carne seca"-
-"Wow, amiga, ¿Cuánta carne seca hay aquí?"-
-"La necesaria para todos y para mí, así que no te quejes y déjalo en su sitio"-
    Pobre Andre. Era una enorme caja.
-"Para la Reina Francesa, los 'Baguette', embutidos y vegetales para prepararlos"-
-"Muy considerada, Sam"- le pasó las cuatro bolsas.
-"Cat, ten la comida China"-
-"¡Yai! Comida China"- tomó las pequeñas cajas.
-"Toro, tu ten las pizzas"-
-"Yo tengo las pizzas... ¿Qué más trajiste?"-
-"Lo esencial, ahora ve a llevarlo al árbol"- En total unas diez cajas. ¿Enserio, Sam?
-"Deja alivianarte la tarea, no quiero comer pizza llena de césped y tierra"-
    Le arrebaté cinco de las cajas llevándolas hacia donde se encontraban las demás cosas, todo bajo la insistente mirada de Vega.
-"¿Qué?"- Le dije un poco cansada.
-"Gracias, Jade"- me sonrió. Maldita sea.
    Dejamos las pizzas en su lugar y regresamos donde estaba estacionada Sam para ver si recogíamos más comestibles y entonces, Vega y yo fuimos testigos de una situación algo... Tensa entre Sam y su "mejor amiga".
-"Y para... Carly..."-
-"Hola, Sam..."- Saludó tímidamente.
    Se formó un pequeño silencio entre las dos, mentiría si no dijera que fue bastante incómodo; Vega y yo las mirábamos atentas mientras que ellas se veían a los ojos sin decir nada, ¿qué diablos está pasando entre esas dos?
-"Sam-"-
-"Toma, lleva al árbol los dips para untar"-
    La cortó Sam sin dejarle terminar la oración.
    Esto está muy raro y no soy la única que lo piensa, conociendo a Vega de la forma en la que la conozco, ya le está picando la curiosidad.
    Carly terminó por ir al árbol cabizbaja.
-"Hey, cabeza hueca, ¿te ayudamos en algo mas?"-
-"No, no hace falta, ya está todo listo"- dijo para comenzar a movernos hasta el árbol.
-"Ten, sin esto no funcionas"-
    Me pasó mi café, sonreí pero ella estaba... ¿Igual de jodida que en la mañana? ¿Pasa algo con Carly? Sam me debe una maldita explicación, hablaremos de ello después.
-"Bueno, bueno, ¡ahora sí que vamos a disfrutar!"-
    Horas pasaron desde que todo estuvo listo, hablamos de todo y nada a la vez y algún que otro juego tonto propuesto por Cat; así continuamos hasta que se hicieron las 8:00 pm, fue entonces que todos decidimos recoger los "restos", si es que se lo podían llamar así, para marcharnos.
-"Bueno... ¿Quién se llevará la manta del picnic y los restos? ¿Sam?"- Soltó su indirecta muy directa Andre.
-"No tengo hambre"-
    ¿Qué demonios? Evelyn que estaba tomando una soda dietética casi la escupe sobre Cat.
    Todos nos quedamos atónitos al escuchar esas simples palabras salir de la boca de mi rubia amiga.
    Definitivamente, algo estaba muy mal.
-"No hay problema, yo me quedo con ello, de todas formas a mis padres les encantará que lleve algo para la cena"-
-"Me parece bien, Tori, Marc también va a amar comer algo luego de lidiar con Trina"-
-"Es verdad... Debo irme ya, Jürgen debe estar esperándome"-
-"Bueno, nos vamos"-
    Luego de que ellos jugaran un piedra, papel o tijera para ver quién recogía la manta, Andre cargó todo y se subió al auto seguido de Evelyn y Carly, Vega se encontraba despidiéndose de Sam y Cat.
-"¡Adiós, Tori! Nos vemos en otra ocasión"-
-"Adiós, Cat, hasta pronto"-
    Se acercó a Sam y esta ni siquiera se percató de su presencia.
-"Sam, oye, ¿estás bien?"-
-"¿Eh? Ah, sí, sí, perfectamente, nos vemos luego"-
-"Hasta entonces, Sam"-
    Vega me miró con una sonrisa, ppfff... Miré hacia otro lugar y ella se acercó de igual manera, qué pesada es a veces.
-"Adiós, Jade, espero que nos veamos muy pronto"-
-"Como sea, Vega, adiós"-
    Con un leve abrazo se encaminó hacia el vehículo de Andre, mientras que yo me quedaba ahí parada, mirando como se marchaba, claro hasta que lo recordé, los jodidos caramelos de fresa que había comprado antes, así que corriendo como pude, llegué hasta mi auto sacando de la bolsa el paquete de dulces de café dejando sólo los de fresa; corrí justo en el momento en que el Mitsubishi Eclipse Cross de Andre comenzaba su marcha.
-"¡Hey, Harris, espera!"- Grité y este se detuvo.
-"¿Pasa algo, Jade?"-
-"No es nada"- dije y miré a Vega.
-"Toma, esto es para ti... Andre, en cuanto se lo dé, arranca sin detenerte"- ordené.
-"¿qué? ¿Por qué?"-
-"Calla y obedece"-
-"Muy bien, muy bien, como tú quieras"-
    Le pasé la bolsa a Vega e inmediatamente Andre aceleró, perdiéndose en el horizonte; mi corazón no paraba de latir, la sensación que me producía saber la reacción de Vega al ver los tontos caramelos hacía que no parara de sonreír, maldición.
    Otra vez pensando esta estupidez, maldita sea,  suspiré dándome la vuelta para ir a mi Lamborghini.
    Sam estaba sentada en su motocicleta sin intenciones de marcharse todavía, así que junto a Cat, nos quedamos a su lado sin decir absolutamente nada.
    Permanecimos así por unos veinte minutos, solo observando el hermoso cielo estrellado y la ciudad de fondo, la cual se veía espectacular, sonreí por instinto al recordar por qué amaba tanto venir a este lugar.
-"Carly se va a casar"-
    Soltó Sam de repente, fue ahí que Cat y yo comprendimos el por qué del comportamiento tan extraño de Sam.
    Ahora todo tenía sentido, el amor de su vida estaba a punto de escribir su historia escogiendo su futuro... Junto a alguien más.

FIN DEL CAPÍTULO XIV.

LET'S MAKE IT SHINEWhere stories live. Discover now