Capítulo 40: Ambición

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Habían pasado algunos meses sin que Peeta siquiera supiera donde quedaba su compañía y en los últimos días parecía ser el único lugar donde podía permanecer más de una hora seguida.

Susan le había llevado antes de marcharse un nuevo café, intentó probarlo y sacó su lengua con desagrado, era descafeinado con crema y sin azúcar, ¡puaj! Para nada su café preferido.

Recostó la cabeza del espaldar de la silla omitiendo el escrito del techo y vagó en su memoria como últimamente lo hacía cada vez que iba a Mellark&Co.

Afuera era oscuro, eran cerca de las 9 de la noche ya, la ultima vez que había hablado con su niña, estaban a punto de enviarla a casa, eso había sido hacia ya algunas horas, suspiró ruidosamente y tomó el auricular marcando los números que ya se sabía de memoria.

-"Casa de los Mellark, ¿en qué puedo ayudarle?" Peeta rió cerrando sus ojos.

-"Hola Rue" dijo aliviado de saberla en casa.

-"¡Hombre blanco!" exclamó con una sonrisa "estábamos hablando de ti en este preciso instante"

Peeta volvió a reír, Rebecca tenía la particularidad de relajarlo con sus comentarios y risas.

-"Por mas que me gustaría saber de que hablabas de mí, me gustaría hablar con mi hija, ¿la tienes cerca?"

-"Ehhh nope" dijo la chica, "Katniss la llevó a su cuarto hace un rato y debe estar rendida"

Peeta volvió a sonreír al escuchar a Rebecca llamar a Katniss por su nombre completo, pero no pudo evitar dar un suspiro resignado.

-"Me hubiera gustado hablar con ella" dijo Peeta en voz baja.

-"Bueno, no te tengo a tu hija pero te tengo a tu esposa, ya te la pongo" Peeta sintió el cambio de aire.

-"¡No! ¡Espera!" dijo, pero fue en vano, ya no había nadie en la línea, esperó unos segundos cerrando sus ojos, quería, pero a la vez no quería hablar con su esposa, por Dios, se habían visto hacía un par de horas y le había pedido tiempo y conversar con ella ahora, era totalmente lo contrario a eso.

-"¿Peeta?" llamó la voz de ella, temblorosa y dudosa.

-"Hola" dijo él susurrando.

-"Ho… Hola" contestó tartamudeando, hubo un silencio incómodo hasta que ella pudo romperlo.

-"Ehh, no… no sabía que… digo… pensé que no… no querías… hablarme todavía"

Peeta volvió a suspirar.

-"Rue no me dejó advertirle, te pasó el teléfono de inmediato" convino con voz baja.

-"Ah" dijo Katniss pero se escuchó la tristeza en su voz "¿quieres…? ¿Quieres que cierre la llamada?" pidió dudosa.

-"No" dijo él con algo de vergüenza "no quería sonar grosero lo siento"

Volvieron a quedarse sumergidos en un incómodo.

-"Ehhh" dijo ella "¿hablaste con Haymitch?" preguntó presa de una enorme curiosidad, Peeta cerró sus ojos.

-"¿Podemos no hablar de eso?" pidió en voz baja.

-"Ok" dijo ella de inmediato "lo siento"

Peeta no contestó a las disculpas, prefirió entonces cambiar de tema.

-"¿Cómo está Prim ?" preguntó, Katniss asintió aún sabiendo que él no la veía, no confiaba mucho en su voz, tenía un nudo muy grande en su garganta.

Enamorando a Katniss (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora