Capítulo 28: Bajando la Guardia

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-"Hey" dijo Katniss después de un momento prudencial de silencio, Peeta seguía de espaldas a ella, sus brazos reposando estáticos al nivel de sus codos.

-"¿Sigues aquí conmigo?" preguntó volteando ligeramente su cabeza, "Peeta" llamó alterada intentando girarse, él apretó un poco su agarre.

-"Estoy bien" dijo con voz baja y ronca, "dame un segundo nada más" pidió en un susurro.

Kat esperó ese segundo con actitud inquietante, mordió tanto su labio que lo sintió ligeramente hinchado.

-"Por favor háblame" pidió casi suplicante, Peeta apenas reaccionó.

-"Deberíamos salirnos" dijo "hace frío" completó pasando sus manos repetidamente por sus brazos "déjame pasarte una toalla" y sin esperar reacción alguna de parte de ella, se colocó de pie, destilando agua, ella pensó en recriminarle el desastre que armaría en el cuarto de baño al salirse así de empapado de la tina, pero su actitud le preocupaba tanto que optó por no decirle nada, observó con detenimiento cada uno de los movimientos de él, que ahora se encontraba frente a ella, con una enorme toalla extendida entre sus brazos y con el rostro girado con ojos cerrados, muy a su pesar sonrió, se colocó lentamente de pie.

Peeta escuchó el ligero chapoteo en el agua y luego como ella se colocaba contra la tela y finalmente la halaba de sus manos.

-"Gracias" dijo ella en voz baja, " ya puedes mirar" indicó para informarle que podía abrir sus ojos, Peeta regresó su mirada a ella e inconscientemente tembló de frío, Katniss inmediatamente tomó otra toalla tan grande como la de ella.

-"Por Dios, quítate eso" dijo refiriéndose a las ropas enchumbadas "te vas a enfermar" Peeta no discutió, lentamente desabotonó su camisa, Katniss le hizo señas con la mano indicándole que saldría del baño, Peeta entonces se quedó solo, se quitó como un autista la ropa empapada y trató de secar su cuerpo con la toalla que le había facilitado ella.

Se vio en el espejo y apoyó las manos del mueble del lavamanos.

Si era cierto que el hecho de que esa chica se hubiera suicidado lo impresionaba y trastocaba mucho, el hecho era, que después de haber cometido esa cantidad exorbitante de errores, haya cometido una falta tan grande con la misma Katniss, eso lo hacía sentir aún más en deuda con ella.

Evidentemente no sabía como ella había perdonado o aceptado todo lo que él había hecho en Seattle, pero era obvio que lo había hecho, tanto así, que habían estado juntos de nuevo y tan juntos, que ella había quedado embarazada siendo apenas una niña.

Por lo poco que sabía de Plutarch, el padre de Kat hubiera preferido cualquier cosa antes que su hija se casara con el responsable de aquella falta y si ahora los resultados eran tan obvios, como el hecho que ellos aun estaban casados, significaba, que Katniss siendo apenas una chiquilla, se había enfrentado a su familia y sobre todo a su padre, ayudándolo para que él mismo pudiera soportar la decepción de Haymitch nuevamente.

Levantó entonces la mirada a su reflejo del espejo, sus manos que estaban apoyadas al borde del lavamanos estaban realmente blancas por la presión que ejercía, por su rostro bajaban algunas gotas consecuencia del agua que no había secado aún, vio dentro de sus ojos y pensó en lo mucho que le debía a Katniss en todo lo que ella había sacrificado por él y seguía haciéndolo, cerró los ojos sacudiendo ligeramente su cabeza, su otro yo era un estúpido en estar peleando con ella y en no agradecerle eternamente su compañía, su cariño, su hija...

Salió lentamente del baño vestido únicamente con la toalla, Katniss estaba ya con su atuendo de dormir, pendiente del más mínimo movimiento que le indicara que él saliera del baño, cuando sintió que se aproximaba a la habitación como tal, intentó sonar despreocupada mentiras buscaba nada en las gavetas de su closet.

Enamorando a Katniss (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora