Hubiera sido más sencillo escapar de su habitación de hotel de no ser porque se encontró a Stefani en su puerta. La rubia había suplicado una vez más por una oportunidad.
Lauren simplemente la ignoro, una y otra vez, camino hasta la puerta del hotel, camino hasta doblar la esquina, camino hasta que dejo de escuchar la voz de Stefani. Camino hasta central Park.
Deseo que hiciera frío, deseó tener un hermoso abrigó negro y una bufanda, deseó ir un café caliente en lugar del café frío que llevaba en sus manos.
Deseaba sentirse feliz, deseaba estar con ella.
Tal vez estarían en la habitación del hotel juntas, o tal ve estaría acompañada por ella mientras veía a todas las personas desde la banca donde estaba sentada. Podrían ser ellas la pareja que se estaba besando acostada en el césped, o la otra pareja que estaba emocionada alimentando ardillas y palomas a unos metros de donde estaba sentada.
Poco a poco el sol comenzaba a esconderse y los rayos rojizos de la puesta comenzaban a cubrir el cielo que antes había sido azul.
Lauren no quería regresar tan pronto al hotel, no tenía ninguna intención de hacerlo por ahora. Mucho menos tenía la intención de ver a la modelo. Considero la opción de ir a cenar, la idea al principio parecía bastante atractiva y después de considerarlo por unos minutos sintió que sería bastante deprimente ir sola a cenar.
Luego la idea del bar llego. Tenía una reunión importante temprano por la mañana, pero podría divertirse, o intentarlo, por al menos algunas horas antes de volver al infernal hotel Plaza.
"¿Qué podría pasar?" Encontrar una chica al azar, pasar un buen raro con ella en el bar, si resultaba podría tener un poco de sexo con ella, y si era interesante podría llegar a conocerla y dejar de lado los sentimientos por Camila.
Camila.
Lauren frunció el ceño, molesta con ella misma. Se puso de pie y camino por el parque con su vaso de café vació en las manos. Se aproximo hasta un basurero y lo lanzo con fuerza.
Esa noche no iba a pensar en Camila, ni esa noche, ni en la mañana, tampoco toda la semana, o todo el mes. No iba a volver a pensar en la modelo de esa forma. Iba a sacarla de su alma sin importar lo que costará hacerlo.
No tardo mucho en encontrar un bar, la música sonaba alto, increíblemente alto. Su vodka con jugo de arándano cada vez se iba vaciando más y más.
El bartender había intentado coquetear con ella desde que llego, pero sólo volteaba a verlo cada vez que necesitaba que le llenará su vaso. Faltaba poco para que dieran las 10 de la noche, y Lauren ya estaba completamente ebria. Sólo quería dejar de pensar en ella, pero cada trago le recordaba sus besos, su aroma, sus ojos, le recordaba su cuerpo y sus caricias.
No podía creer lo que una mujer había logrado hacer en sólo unas semanas, la había vuelto loca y alcohólica. Una dependiente del alcohol sólo para intentar olvidarla.
"¿Vas a seguir con Vodka o me permites invitarte un buen tequila?" Pregunto una voz al lado de Lauren.
Se giró lentamente para ver a la mujer a su lado. Era hermosa, fue lo primero que noto, seguido por sus maravillosos ojos grises. Podría ser una modelo o una actriz, una belleza.
Lauren recordó su plan, la razón por la que estaba ahí esa noche, conocer a alguien y, por lo menos esa noche, olvidar a Camila.
"Sólo aceptare tequila si viene acompañado de tu nombre." Contesto Lauren con una sonrisa.
La mujer río y le pidió al bartender dos de sus mejores tequilas, el hombre le dio una mirada a Lauren comprendiendo la razón por la cual lo había ignorado toda la noche y se puso a servir el tequila en dos vasos.
