Capítulo 20: Una llamada, una cita.

2.4K 471 80
                                    

¡No me gusta jugar al tenis! Muevo la raqueta y es como si tuviera un agujero en ella, la pelota acaba estampada contra la verja del fondo ante mi asombro. Da igual las veces que lo intente, Itachi se desespera al otro lado de la pista intentando hacer un lanzamiento más o menos suave para que yo pueda acertar y Deidara me da consejos a mi lado, pero nada sirve.

¡Para alguna vez que consigo darle, la dejo en la red central! Es asombroso lo mal que se me da ese deporte. Yo, que siempre he sido bueno en manualidades y en otros deportes, descubro que necesito practicar mucho en éste si quiero mejorar mínimamente. Agotado y algo humillado al ver cómo Sasuke se ríe a mi lado y trata de indicarme cómo debo golpear, me retiro.

Tampoco soy una gran pérdida en la cancha, esos dos parecen jugar de maravilla. La pelota fluye de un lado al otro, cruzando la red perfectamente. Me asombro al verlos jugar, creo que yo no podría hacer algo así a menos que practicase mucho y dudo que Itachi quiera volver a quedar conmigo tras ver lo desastre que soy.

- Gracias, Naruto – susurra Sasuke a mi lado.

- ¿Por qué?

- Porque... él necesitaba esto.

No entiendo muy bien lo que quiere decir. Siempre he visto a Itachi bien, no es que sea un chico demasiado alegre, de hecho, es todo lo contrario. Nunca había visto a nadie tan serio como él, pero conociendo a Fugaku, entiendo que todos los chicos en esa familia sean de esa forma. Pese a ello, Itachi siempre ha estado ayudando en casa a su madre, ha visto los deportes con su padre o estaba estudiando en su cuarto. Al ver mi cara de duda, Sasuke parece entender que no le estoy siguiendo.

- Realmente eres muy despistado – sonríe con cierta tristeza – mi hermano lleva llorando en su cuarto todas las noches desde mi accidente.

- Pero han pasado meses – susurro.

- ¿Le has visto salir de la casa excepto para ir a la universidad? – me pregunta Sasuke.

- La verdad... es que no. Creo que siempre viene directo y está con la familia.

- A mi hermano no le gusta ver el fútbol.

- Pero lo ve con tu padre...

Entonces caigo, no es porque le guste, es porque quiere hacerle compañía a su padre, tampoco es que le guste o quiera aprender a cocinar, ayuda a su madre porque así no la deja sola ese rato. Está intentando ser un apoyo para toda la familia pero luego... es él quien sufre en silencio dentro de su cuarto sin pedir ayuda a nadie.

- Por lo menos hoy se lo está pasando bien.

Sasuke lo mira jugar a tenis contra Deidara y miro yo también. Es cierto que parece estar divirtiéndose. No tiene una sonrisa prominente pero sí una ligera curvatura en sus labios.

- Así que gracias, Naruto. Él necesitaba esto. Despejarse y supongo que estar con el chico que le gusta un poco también le ayuda.

Ahora que miraba la situación desde la perspectiva de Sasuke, era cierto que veía esas señales de depresión en Itachi. Quizá estar con Deidara y olvidarse un poco de todo lo que ocurría en su casa, no estaría mal. Él debía relajarse también y disfrutar lo que pudiera.

- Voy a ir a por unos refrescos – le comunico a Sasuke, levantándome del lateral de la pista donde me había sentado para ir al bar más cercano a por las bebidas.

Evidentemente, mi intención es que cuando acaben el partido, además de que se hidraten un poco porque seguro que estarán sedientos, pasen un poco más de tiempo juntos. Eso le hará bien a Itachi para despejarse un poco, aunque la verdad... es que yo también estoy un poco agobiado. Han pasado meses y no hay señales que Sasuke pueda volver a abrir los ojos. Los médicos pierden las esperanzas cuanto más tiempo pasa y... no puedo hacer nada para ayudarle. ¿Cuánto tiempo su estabilidad emocional aguantaría siendo un fantasma? Puede que ahora esté más o menos bien, pero en el fondo, sé que oculta su tristeza y su desesperación. Sólo es un observador de la vida, de hecho... debe ser frustrante ver tu cuerpo morirse lentamente, deteriorándose en esa camilla.

Coma profundo (Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora