El rey

Capitulo 51

-¡QUE NO IRÁS ASÍ!

-Por Dios Miller - suspiró frustrada - Es un vestido y no es tan revelador, yo creo que es perfecto.

Esta vez James Miller y yo nos encontramos peleando por mi vestido para la celebración llevada a cabo esta noche con los mafiosos.

-¡No me importa!, te ves jodidamente hermosa, increíblemente perfecta y todos esos tipejos te miraran cual trozo de carne - vocifera pasando las manos por su cabello y cara en señal de exasperación por no ceder a su demanda - A parte, con el embarazo te están creciendo los senos y, ¡Demonios! - mis risas invaden la habitación aumentando más su enojo.

-Si hay muchos hombres - finjo pensar, sonriendo cínica - Quizá consigo uno esta noche - me encojo de hombros restándole importancia, como si mis palabras fueran lo más normal. Él tensa la mandíbula apretando las manos en puños.

-¡ME TIENES A MÍ!, TÚ NO VAS A CONSEGUIR A NADIE, ¿ENTENDISTE?, ¡ERES MI ESPOSA, NO PUEDES!

-No soy tu esposa - aclaro para hacerlo enfadar más - Nos divorciamos, ¿recuerdas?, puedo hacer lo que quiera - se acerca peligrosamente, me toma por la cintura pegándome a él y acerca su rostro al mío quedando a escasos centímetros de distancia.

-Eres mi mujer y estaré loco para dejar que el amor de mi vida se vaya con cualquier hijo de puta - gruñe afianzando su agarre - Por mucho que parlotees diciendo que te conseguirás otro no lo harás, no pasará porque me amas con locura. Sino no estarías viviendo conmigo, durmiendo todas las noches en mi cama abrazada a mí y no llevarías en tu vientre a nuestro hijo - su semblante ha cambiado, ahora sonríe con superioridad.

-Quería hacerte enojar.

-Lo lograste - me abrazo a su cuello - Pero después recordé que no podrías alejarte de mí y se me paso. Además, nunca dejarías a este hombre tan guapo por cualquier hijo de puta.

-¿Ah sí? - Sonrío irónica levantando una ceja - ¿Estás muy seguro de ello?

-Completamente - afirma sin doblegar - Tanto como para advertirte que si algún día te vas, iré a buscarte hasta donde estés, mataría al tipo y te traería de regreso conmigo.

Pegué una carcajada - Eres un ex marido muy celoso, Miller.

Frunce la nariz asintiendo - Lo soy.

-Sigo siendo libre.

-Alexandra, ¿quieres ser mi novia? - Preguntó repentinamente - Si, si quiero - responde él mismo imitando voz de mujer.

-¡Objeción! - Grito entre risas - Eso es trampa, James Miller - Dios, lo amo. Con este hombre nunca me aburro.

-No lo es, dijiste "si" y ya está. Eres única y completamente mía, tal como lo has sido durante meses.

Me encojo de hombros evitando su mirada - Aun así no te hubiera dicho "no" - aprieto sus mejillas frunciendo el ceño - Ni loca te dejo para que me reemplaces con cualquier perra de silicona - sus carcajadas llenan nuestra habitación. Una de sus manos la lleva a mi mentón sosteniéndolo mientras analiza mis facciones, acto seguido me besa despacio, dulce; transmitiendo su cariño - Te amo.

-Yo más, jamás te dejaría - lo bese nuevamente hasta que nos faltó oxígeno - Debemos irnos.

-Sí, pero primero arregla tu cabello - lo solté y le pasé su cepillo. Una vez terminó, agarramos nuestras cosas y bajamos a la sala.

-¡Al fin! - Exclamó Kyle exageradamente - Tardaron demasiado.

-Luces hermosa, cuñada - sonrió Liz.

-Gracias, tú igual te ves hermosa. El vestido te luce MUY bien.

-Gracias... Chicos en lo que se organizan me la llevo - me miro - Acompáñame Alex.