Capítulo 40

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(Nolan)


Estaba sentado en la camilla del hospital, pensando en las palabras de Mónica. Mi propia hermana intentando robarme el novio. No me lo podía creer.

Entonces entro Zoe, vestida como normalmente, con un ramo de flores.

-Hola Nolan, la enfermera me ha dicho que ya te sentías mucho mejor –me saludo acercándose para darme un beso en la mejilla antes de poner las flores en un florero- te tienes que mejorar rápido. Así cuando estés bien podré devolverte tu puesto. Te puedo prometer que ningún chico se va a meter contigo. Estas flores son de Enzo.

Volvió y se sentó a mi lado para darme un abrazo, yo me quede quieto como si fuera una estatua. Me conto una historia inventada sobre lo que podía ser un día a día en su vida si la estuviera pasando como una chica.

Me estaba mintiendo, mencionaba a Enzo y no me decía que estaba saliendo con él. Lo describía como si solo fueran amigos, como si nada de lo que me había pasado le importara.

Se fue rápido porque Enzo la estaba esperando en el pasillo. Que volvería cuando tuviera más tiempo.

Entonces Mónica salió del baño, donde se había escondido al escuchar que Zoe se acercaba. Se acercó a la ventana para ver como salían Enzo y Zoe del hospital.

-¿Te ha gustado ver a tu hermana?

-No. No hay nada por lo que alegrarse –le respondí levantándome para ir a aplastar las flores.

Tal como Mónica me había dicho. Mi hermana me estaba robando el novio.

Estaba que rabiaba de ira contra Zoe. No podía creer que fuera tan puta como para robarme a mi chico, al amor de mi vida. Mónica tenía razón, Enzo estaba hecho para mí y para nadie más.

-Tengo un plan –dijo Mónica.


******


Pocos días después Mónica me ayudo a salir del hospital sin que nadie lo notara. Nadie sabía que estaba saliendo del hospital, ni mis padres ni mucho menos la guarra de mi hermana.

Me llevo en su coche hasta el campus. Los días que iba a pasar fuera del hospital los pasaría en la casa de Mónica. La única persona que de verdad se preocupa por mí. Lástima que me gusten los chicos sino ella será la novia ideal.

Nos encontrábamos escondidos entre los arboles del camino. Viendo Zoe iba caminando con Enzo. Riéndose juntos, pasándolo bien.

Troy corrió por el camino arrastrando a Shaun con él. Mientras llamaba a Zoe con mi nombre, obviamente.

-Necesito la ayuda de la señorita para algo –dijo Troy.

-¿Qué quieres? –respondió Enzo por Zoe.

-Siento molestaros en vuestra cita –dijo a modo de broma- pero ¿podrías tener una cita con Shaun mañana?

-¿Qué? –pregunta ella sorprendida.

-¿Qué estás haciendo? –se quejó Shaun a Troy.

-Este tío está muy deprimido y únicamente puedes ayudarle tu –siguió Troy.

-¿Estás loco? –le grito Shaun.

-Shaun... Sea lo que sea que haya pasado, no... -empezó a decir Zoe antes de que Enzo la interrumpiera.

-Es por ti. Le duele que le hayan roto el corazón.

-¿Roto el corazón? –pregunto haciéndose la inocente.

-¿Puedes callarte de una vez? ¿Lo estás diciendo solo para molestarme? –pregunto Shaun a Enzo antes de girarse a Zoe- Pero tiene razón. Si. Sal conmigo mañana.

-Pero yo... -podía ver lo confusa que estaba Zoe.

-Una cita de despedida para cortar todos mis sentimientos por ti –pidió Shaun antes de mirar a Enzo- ¿Puedes concederme algo así solo por esta vez?

-No me lo preguntes a mí –dijo Enzo serio- Depende de Zoe.

No me paso desapercibida la mirada que Enzo le dedico a Zoe cuando esta le miro a modo de pregunta. Le había sonreído como solía hacer conmigo.

-Vale. Mañana quedamos –contesto mi hermana.

Entonces empezaron a pensar en donde podía ser la cita y acabaron decidiendo que en el parque de atracciones. Porque aunque había mucha gente era más seguro que quedar en algún lugar cercano al dormitorio, donde podrían descubrir a Zoe.

Shaun le pidió que fuera vestida como una chica.

Una vez que ya estaba todos sus planes hechos Troy y Shaun se fueron por su parte. Mientras que Enzo rodeo con su brazo los hombros de Zoe sonriendo.

-¿De verdad que no te importa? –le preguntaba Zoe mientras volvían a caminar.

-No soy egoísta –le respondió antes de que se fueran demasiado lejos como para dejar de escucharles.

Mónica y yo nos los quedamos mirando hasta que desaparecieron de nuestra vista.

-¿Ves? Lo has oído todo ¿verdad? –pregunto Mónica.

-Una cosa. Todos saben que Zoe es chica.

-Sí, por lo que me pude enterar Troy ya lo sabía antes de que se fueran de viaje, él me ha intentado ayudar y aún sigue así, y Enzo y Shaun lo descubrieron durante su viaje. ¿Quieres seguir mi plan?

-Por supuesto.

-Vale pues para mañana te dejare ropa mía y mientras yo me encargo de que Zoe no llegue a la cita.

-¿Cómo lo harás?

-Le mandare una nota diciendo que antes de la cita pase por detrás de los dormitorios porque hay algo urgente que le tengo que decir. Cuando aparezca la encerrare en el almacén de los deportes. Mientras tú tendrás que hacerte pasar por ella e ir.

-¿Vestirme de chica?

-Exacto ¿estás dispuesto o no? Dímelo ya antes de que sea demasiado tarde para rajarse.

-No me voy a rajar. Cuéntame tu plan entero –le pedí mientras nos dirigíamos a su casa.

ZoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora