Gritó divertida al sentir los fuertes brazos de él rodearla, apegándola a su pecho para inmovilizarla. Hani podía escuchar los latidos agitados de Hyunjin, y la vibración que hacía con cada risa. No sabía porqué reían, pero ella había vuelto a su infancia, sintiéndose como la más pequeñas de las niñas. Hwang mantuvo el abrazo, reposando su mentón sobre la coronilla de ella, caminando a pasos torpes como si fuesen la misma persona.

—¡Para ya, Hyunjin! —Pidió carcajeando.

Él negó con su cabeza, riendo aún más fuerte y comenzaron a forcejear, aunque Hani sabía que no podría deshacerse del agarre. Cada pisada que daban era descuidada, tambaleando los dos cuerpos mientras se acercaban a la cama. Hani como pudo se volteó hacia él para poder verle, descuidándose un poco al tener su rostro ruborizado muy cerca.

La sonrisa de Hyunjin era inexplicable, le dejaba sin aire cada vez que tenía la oportunidad de verla. Era tan perfecta, tan amplia y escondía sus ojos casi como si no los tuviese. Repentinamente el juego había acabado, y toda su atención se enfocó en el rostro sonrosado de su adversario, no podía parar de verle, era inexplicablemente atrapante.

De un empujón cayó de lleno en la cama sin esperarlo, su cuerpo rebotó suave contra la colcha como si no tuviese control propio. En menos de un segundo, tenía a Hyunjin encima, impidiendo caer sobre ella por el brazo que mantenía divididos sus cuerpos. La cercanía era notoria, muy notoria y no fue necesario que ella dejara de reír para que el pelioscuro se detuviera de igual manera. Daba miedo como el rostro de Hwang se tornó serio, borrando cada ápice de broma de su sistema, y dando paso a una máscara de concentración que miraba fijamente a los ojos de la chica. Se veía perdido, detallando cada trozo de la piel de ella, robándole el poco aire que sin dudas hacía mucho había perdido.

—No te vayas, Hani —Casi fue suplicante, cerrando sus ojos de un momento a otro—, estamos cerca, podemos estar más tiempo juntos. —Las pupilas oscuras le brillaron con emoción.

Ella sin contestar se quedó quieta, tampoco era como si lo pudiese quitar de encima. Luego de un par de segundos, suspiró de frustración, porque las dudas habían vuelto a su cabeza ya revuelta. Hyunjin despejó el cabello de la frente de Hani, acariciando muy leve su piel, estudiándola en silencio, esperando su respuesta final.

—Hyunjin, esta no es mi casa. —Insistió, y la mano de él se detuvo inerte.

Quiso quejarse porque ya no recibía aquel mimo que le causaba aceleración en sus pulsaciones, pero como siempre se quedó callada.

—Eso no está más en discusión, Han.

—¿Volverás a la casa de invitados? —El cuerpo de Hyunjin se colocó rígido.

Ambos voltearon en un solo instante hacia el umbral, encontrándose con el mayor, adoptando la misma posición que Hyunjin había tenido antes de entrar en la habitación. Lucía calmado, observando concentrado la cercanía entre ellos dos, sin dejar a un lado lo imprudente que era esto, mucho más cuando la puerta estaba abierta.

—Es mi deber. —Fue inevitable su gesto de pesar.

—Oh —Había sorpresa en su semblante—, pensé que al estar más cerca podríamos tener tiempo juntos.

La encogida de hombros de JinYoung no fue suficiente para que el rubor en las mejillas de Hani disminuyera, no pudo evitar que su vergüenza saliera a flote y que los dos hermanos lo notasen. Hyunjin a un lado de ella, bufó irónicamente, tomando impulso con uno de su brazos para ponerse de pie de la cama. Lo vió confundida, sin saber a quién observar en ese momento.

—No tengo tiempo para estas tonterías. —Con eso, Hyunjin desapareció de la habitación.

El mayor se quedó en la puerta de la que ya no era su dormitorio, sonriendo tras su victoria y escondiendo la satisfacción verdadera que sentía por hacerle molestar a su hermano.

𝐻𝓊𝓇𝓉 𝑀𝑒 [𝐻𝓌𝒶𝓃𝑔 𝐻𝓎𝓊𝓃𝒿𝒾𝓃]✓ #Wattys2021Where stories live. Discover now