Un truco de los enamorados.

10. En realidad qué rayos siento

Hace una semana que Harry y yo volvimos a Londres muy pronto nos graduaríamos.
Harry y Louis me animaban un montón y tengo que admitir que empezaba a sentir ese chispeó, mariposas en el estomago por cierto chico con rulos.
—Pequeña, ¿estás feliz? Mañana nos graduamos— me levanto y me abrazó— No puedo creerlo, por fin.
—- Harry, bájame por favor siento que no respiró—.
Me soltó y después dejo que me sentará en la sala de la casa. Louis había comprado una casa para que el pequeño William estuviera en un mejor ambiente, hoy estaba cuidándolo porque Loui, estaba en la empresa en una junta con un cantante viendo la posibilidad  de hacer tratos y futuros negocios, el ruloso Harry me acompañaba, ya que no le gustaba mucho hacer tratos o papeleo, el sólo firmaba y disfrutaba de la música. Aparte adoraba a William y preferí mil veces estar en casa de Loui cuidando a Will que estando sentado en un salon de juntas.
—___, ¿sabes? — Me dijo mientras cargaba y sacaba del cunero al bebé.
—Dime— sonríe y me enternecí por la bella escena de Harry y William, fanaticé a lo máximo porque imagine que Harry sería un gran padre.
—Me gustaría tener una hija, que de llame Darcy— Hizo una pausa y me paso a William— ¿No es hermoso el nombre?—.
Sonreí y lo vi—Vaya que lo sería—de momento William eructo y me salpicó leche en mi hombro con un poco de papilla.
Harry se empezó a reír fuerte tocaron la puerta y yo sólo fui a cambiar a William en el cuarto de Louis, coloque una camisa de él y salí.
Al ir caminando escuche una voz muy particular, era Alnny y Justin, pero no entendía qué rayos hacían aquí.
—___, ¿no me digas que ese bebé es de ustedes?— Dijo Alnny