•Capítulo 22: El sobre•

22.6K 2.3K 3.1K
                                    

—Tengo galletas con chispas de chocolate y un delicioso envase lleno de helado, ¿lista para la mejor noche de tu vida?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Tengo galletas con chispas de chocolate y un delicioso envase lleno de helado, ¿lista para la mejor noche de tu vida?

Me fue imposible no sonreír al ver a Sebastián de pie frente a mí, afuera de casa. En ambas manos llevaba bolsas con cosas, a lo que fruncí las cejas, un poco confusa.

¿Es que acaso estoy soñando?

—¿Me dejarás entrar o qué? El helado se derrite, Naranjita —Bromeó él, dejando un beso sobre mi mejilla. Al instante me hice a un lado para dejarlo pasar y así lo hizo.

—Hola —Saludé, cerrando la puerta detrás de mí—. Aún es temprano, creí que vendrías en un par de horas más.

—A mí no me engañas, gruñona. Mientras más tiempo conmigo mejor, ¿no? —Me sonrió, guiñándome un ojo.

Blanqueé los ojos ante su comentario y solté una carcajada mientras negaba de manera divertida. Era viernes por la noche, la semana había ido bien, no me podía quejar. Logré salvarme de la enorme charla de mejor amigo sobreprotector de Josh y Sebas le pidió disculpas a Scott, así que ambos arreglaron aquel inconveniente... Todo volvía a estar en orden y eso, de alguna manera, me tranquilizaba.

¿El plan? Sebastián había planeado esta noche de películas, haríamos algo sencillo para pasar el rato. Dijo que quería pasar el viernes junto a mí, así que aquí estábamos, ¿no es esto de las cosas más bonitas que me podrían pasar?

—¿Qué película veremos? —Cuestioné, tomando el helado para meterlo en el congelador.

—¿Qué película quieres ver tú? —Me preguntó, ladeando la cabeza.

Sonreí con malicia y él comenzó a negar, cubriéndose el rostro con ambas manos.

—Déjame adivinar —Murmuró, dejándome ver uno de sus ojos entre sus dedos— ¿Terror?

—¡Terror! —Asentí, dando pequeños brincos de emoción.

Él pareció pensárselo durante unos segundos y yo hice un puchero, rogándole con la mirada.

—No me comprarás con tus tiernos pucheros —Negó, cruzándose de brazos.

—¿Asustado, Potter? —Le reté, soltando una risita— ¡Vamos, Evans! ¡Por favor! Además, tú preguntaste qué película quería ver yo.

¿Ya mencioné que amo ver películas de terror? Pues me encanta.

Un suspiro escapó de los labios del chico y asintió con lentitud.

—Bien, bonita, tú ganas esta vez —Aceptó, entrecerrando los ojos en dirección a mí—. Tienes una carita muy de chica adorable como para que te encanten las películas de terror, ¿quién lo diría? Cualquiera apostaría por romance, quizá comedia.

—Las apariencias engañan, Evans —Sonreí—. Y tú tienes pinta del chico guapo, adorable y rompecorazones que tiene detrás de él a media escuela —Me burlé, haciéndolo reír.

The Library Of Our DreamsWhere stories live. Discover now