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Ese día entré al instituto rápidamente, intentando evitar a toda costa que la mirada de Debrah se posara sobre mí. Ella como de costumbre, estaba rodeada por un gran grupo de alumnos. Esa mañana ella no me había visto, así que aproveché su descuido y corrí hasta nuestro salón para asegurarme un asiento al final de la sala.

La clase comenzó unos minutos después de sentarme y una vez esta acabó y la campana sonó, tratando de no llamar la atención, guardé nuevamente mis cosas y me dirigí a mi lugar de descanso: el jardín.

Casi nadie solía pasar su recreo allí, era un lugar solitario y debido a que contábamos con un enorme invernadero en la entrada, el sonido del patio casi no llegaba. Sin embargo esa vez y para mi sorpresa, no iba a estar sola.

-¡Hasta que te encuentro! -me sonreía Debrah mientras se levantaba de una de las bancas. -Iba a pedirte mis deberes en la mañana, pero no te vi pasar, así que vine a buscarte personalmente.

Mi primera y única acción, fue agacharme y esconder mi cabeza con mis brazos. Sabía lo que iba a pasarme.

-Te estoy hablando -la escuché gritar mientras agarraba mi brazo con brusquedad.

-N-No... -titubeé asustada.

Ni siquiera recuerdo porqué se me ocurrió negarme. Siempre había accedido sin esbozar un respiro.

-¿Qué dijiste? -Soltó ella mientras apretaba más fuerte de mi brazo. -¿Acaso olvidas nuestro trato? Te advertí que a mi no me faltaras el respeto, ¿O es que acaso quieres perder a tu querido Castiel? -Gritó antes de soltar mi brazo y levantar mi mentón con fuerza.

-Ya no me importa Castiel, Nathaniel me dijo que si hablaba en Inspectoría por cuenta propia te expulsarian.

-¿Y le creíste? -sonrió apretando mis mejillas. -Nathaniel está tan jodido como tú para querer meterse conmigo. Si cuento su secreto, no accederá a apoyarte.

-No me importa lo que digas, voy a hablar de todas formas.

-¿Incluso si todos creen que fuiste tú quien me atacó a mí? -me soltó.

Enseguida me apoyé sobre el césped y observé como esta rasgaba sus mallas a red.

-Me basta con comenzar a llorar y mostrar la herida en mi brazo para que todos crean que tú te tiraste sobre mí y me golpeaste. Tú no tienes nada, ni siquiera un rasguño mío. Le dijiste a Inspectoría que te lastimaste en casa, no puedes cambiar tu versión ahora -sonrió victoriosa.

-No te van a creer, todos han visto lo que me haces...

-¿En serio, quienes? Solo Nathaniel está de tu lado.

-Rosa, Iris, Karla, Kim, Lyss... Castiel -susurré.

-¿Castiel? -Rió. -En el momento en el que me vea tirada y con el brazo herido, lo tendré de nuevo a mis pies.

Recuerdo haber pensado que todos iban a apoyarme. Todos nos conocíamos muy bien y creía que si yo me atrevía a dar el primer paso, todos iban a seguirme e ibamos a poder quitarle el control a Debrah. Mi error fue creer que Debrah también se metía con el resto, pues apenas Debrah comenzó a llorar, todos corrieron y se pusieron de su lado.

-¿Qué te pasó, Debrah? -Preguntaba Iris mientras la rodeaba con sus brazos.

A ella le bastó con decir "Ella finalmente me golpeó", para que todos se lanzaran hacía mi con antorchas encendidas.

- ¡Levántate de ahí! -Me gritaba Castiel mientras todos intentaban llevarse a Debrah- ¿Qué mierda hiciste ahora? -Me preguntaba safudiéndomepor los hombros.

Ya No Soy Aquella - CDMWhere stories live. Discover now