Capítulo 36: Stars from nightmare

1.8K 190 137
                                    

—¿Estás segura de que quieres ir a su concierto? –Me preguntaba Castiel mientras avanzabamos con prisa por la zona de bares.

—Castiel tiene razón... No debes venir si no te sientes segura.

—Quiero hacerlo –murmuré deteniéndome. —Quiero verla, necesito verla de nuevo.

—¿Y qué se supone qué le dirás?

—No le diré absolutamente nada, solo necesito verla y confirmar que está aquí.

—¿Estás loca? ¿Y si ella te ve? –Exclamó Castiel.

—No soy tan tonta para dejarme ver –me crucé de brazos. —Traje todo lo necesario –señalé mi mochila.

—No entiendo... –Murmuró Lysandro.

Rápidamente abrí mi mochila y les enseñé mi peluca y lentes.

—¿Qué? ¿Traes un traje de payaso allá dentro? –se burló Castiel.

—¿Por qué traes una peluca?

—¡Pero Lysandro! –Soltó una contagiosa risa el pelirrojo.

—Si vamos a entrar, iré de incógnita.

—¿Y nosotros? Nos va a reconocer al instante –murmuró Lysandro.

—Ustedes van a bares a tocar, pueden decir que solo la encontraron de casualidad.

—Pero está Castiel, si ella nos ve, va a acercarse a ver a su gatito.

Castiel le dio un pequeño empujón.

—Si no quieren verla, entonces solo váyanse, puedo hacer esto sola.

—No, no te dejaremos sola –respondió Castiel.

—No, entramos contigo –me sonrió Lyss.

Dando un gran suspiro, me alejé de los chicos y me senté en medio de la acera.

—¿Qué haces? –Se acercó Lyss.

—Ponerme la peluca –murmuré mientras sacaba todo de mi mochila.

—¿Estás segura de que no va a reconocerte?

—Solo confía en mí –le sonreí mientras comenzaba a ponerme la peluca.

—Déjame ayudarte –se arrodilló frente a mí.

En cuestión de un par de minutos, mi pequeño disfraz ya estaba listo.

—Te ves graciosa –reía Lyss mientras me ayudaba a levantarme.

—¿Qué dices? Me veo muy linda –bromeé.

—Bien, lo tengo –nos interrumpió Castiel. —Van a presentarse en "Caramelatto", queda a dos cuadras de aquí.

Lysandro sacudió sus rodillas.

—¿Vamos yendo? Tocan en media hora.

Ambos asentimos y comenzamos a caminar de prisa.

Estaba muy nerviosa.

Mientras avanzabamos, no dejaba de rogar con todas mis fuerzas que fuera mentira, solo quería pensar que Debrah estaba lejos de la ciudad, porque si entonces ella se encontraba aquí, significaba que una vez más estaba saliéndose con la suya y que esta vez incluso lograba atormentarme detrás de un tonto celular.

—Llegamos... –Murmuró Castiel.

Pero ya lo sabía, ella se encontraba justo detras de aquella puerta.

—El anaranjado te sienta bien –soltó Castiel sacándome de mis pensamientos.

—Entremos –murmuré.

Ya No Soy Aquella - CDMOn viuen les histories. Descobreix ara