Capítulo 34: Darnos un tiempo

1.5K 153 24
                                    

-¡Lo encontraron! -Escuché a lo lejos.

-¿Qué dónde está? -Preguntaba una segunda voz.

-Al parecer, en casa de Kentin, junto a Alexy, Priya y Armin.

Rápidamente, abrí mis ojos por completo y alejé a Demonio de mis piernas.

-Debo ir a verlo -balbuceé intentando levantarme.

Rosa, quién se encontraba dándome las espalda, rápidamente volteó hacía mí.

-Ah, al fin despiertas -me sujetó por los hombros. -¿Cómo te sientes?

-¿Encontraron a Nath?

Lysandro y Castiel se acercaron a nosotras.

-Si -respondió Rosa. -Se fue a casa de Kentin, ya puedes estar tranquila.

-No, no, debo ir a verlo -susurré tratando de quitármela de encima.

-Ella tiene razón -habló Castiel. -Te acabas de desmayar, descansa un poco.

-Me da igual, necesito ver como está Nath -me levanté del sofá.

-Emma, creo que es mejor que te sientes un momento -me habló Lyss apoyando su mano sobre mi hombro. -Es muy posible que tu presión haya bajado, estabilizate un poco y luego te acompañamos todos a casa de Kentin.

-Estoy bien -lo aparté de mi camino. -Agradezco que se preocupen, pero hay un asunto más importante que tratar.

Demonio, a quien ni siquiera había saludado, notó que apoyé mi mano en la puerta y casi corriendo, se tiró sobre mí.

-¡Demonio! -Exclamó Castiel corriendo a sacarlo de mi rostro. -¡Ven aquí!

El perro rápidamente se alejó de mí

-¿Estás bien? -Me preguntó Lysandro extendiéndome su mano.

-Si -susurré levantándome del suelo. -Solo necesito ver a Nathaniel...

-Yo te llevo -soltó Castiel.

-Pediré un taxi -susurré sacando mi celular de mi bolsillo.

-Espera, yo iré contigo, por si te descompones en el camino-habló Rosa. -Yo tengo descuentos, déjame pedirlo a mí.


Asintiendo, dejé que Rosa sacara su celular.

-¿Estás segura que no quieres descansar? -Insistía Lysandro. -Puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras.

-Estoy bien, gracias... -Sujeté sus manos en un intento de tranquilizarlo.

-Estás fría -susurró.

-El auto viene en camino -lo interrumpió Rosa. -¿Qué tal si vamos bajando?

Levemente asentí y nos despedimos de Lyss.

A decir verdad, hubiese preferido descansar en aquél cómodo sofá. Me sentía cansada, como si mi cuerpo pesara el triple, mi cabeza dolía, pero sentía que si no iba a ver a Nath, iba a sentirme el triple de peor.

-¡Oh, Dios, están aquí! -Exclamó Kentin una vez estábamos fuera de su puerta.

-¿Cómo está Nathaniell? -Pregunté rápidamente.

Ya No Soy Aquella - CDMWhere stories live. Discover now