Capítulo 44: Salida

1.4K 150 202
                                    

—Recuerda que si te sientes mal o algo pasa, solo marcanos al celular y yo vendré a recojerte enseguida –me sonría mi tía mientras estacionaba frente al Instituto.

—Gracias –le devolví la sonrisa.

El día viernes, después de todo lo ocurrido con Nathaniel, me había negado a poder levantarme de la cama y dirigirme a la escuela. Había estado todo el fin de semana acostada, procesando todo lo ocurrido y planeando como volver a tomar las riendas de todo lo que había ocurrido.

A decir verdad, no había logrado planear mucho, apenas había podido tranquilizarme y tomar el valor para volver el lunes, sin embargo, tres días de completo descanso, sin mensajes acosándome, sin tener que lidiar con algún nuevo problema, había sido tremendamente placentero, comenzaba a acostumbrarme.

—Y si esos chicos te hacen algo...

—Voy a estar bien, tía. No te preocupes –sonreí una vez más para dejarla tranquila.

Ella sonrió una última vez y finalmente bajé del auto.

Estaba muy ansiosa, pero no ansiosa de emoción, sino que ansiosa de miedo. Era lunes, sabía que muy probablemente el rubio había finalmente había regresado y que se encontraba haciendo sus deberes por alguno de los pasillos.

Había dudado bastante si seguir ausentándome otros días o simplemente aceptar que ya no podría acercarme al rubio como normalmente lo haría, pero finalmente la segunda opción había ganado, no podía huir de mis problemas.

—¡Hey! ¿Qué pasó contigo el viernes? –Escuché de pronto a mis espaldas. —¿Estás bien?

—Kentin, me asustaste... —Murmuré llevando mi mano a mi pecho.

—Oh, lo siento –sonrió. —¿Pero estás bien? Armin nos dijo lo de tu celular, pero no contestaste nuestros mensajes en Instagram.

Rápidamente saqué mi celular y efectivamente, tenía al menos unos veinte mensajes de cada uno.

—Lo siento... Me tomé el día y el fin de semana para descansar y dejé todo en silencio.

—No, está bien, estas bien,eso es lo importante –sonrió. —¡Y lo recuperaste¡ ¿Dónde estaba? –Señaló mi celular.

—No, no es el mismo, gasté mis ahorros en uno nuevo –solté apenada.

—Oh... Espero que recuperes todo pronto –soltó mientras comentábamos a caminar.

La conversación no dio pie a mucho, últimamente no teníamos mucho de que hablar a solas.

—Debo subir a biblioteca a buscar un libro para Priya, ¿Nos vemos enseguida? –Me sonrió

—Claro, yo estaré en el salón –le sonreí apoyándome en la puerta.

—Si Priya llega o está adentro, ¿Podrías avisarle que estoy arriba?

—Si, lo haré –le di una última sonrisa antes de que este se marchara.

Estaba preparando mi pequeño discurso, sin embargo, apenas entré al salón, solo logré toparme con Armin, quién dormía plácidamente.

En completo silencio, avancé y me senté junto al chico. Había hecho algo de ruido, sin embargo, no lo suficiente como para despertarlo.

—¿Emma? –Balbuceó de pronto. —Oh... Estaba dormido –balbuceó acomodándose en la silla.

—Hola –le sonreí.

—¿Qué pasó? Faltaste el viernes.

—Si, lo siento, decidí tomarme el fin de semana como descanso y olvidé contestarles.

Ya No Soy Aquella - CDMWhere stories live. Discover now