Capítulo 28: Sin salida.

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—¿Deberíamos haber venido con la policía? –Murmuraba mientras nos acercábamos a nuestro destino.

—No lo creo, ¿Cómo explicaríamos que Armin consiguió la dirección exacta de la cuenta de Instagram?

—Es cierto... –Murmuré observando al pelinegro.

—A este punto, ya estoy completamente involucrado contigo, si me envían a la cárcel a mí, irán conmigo –bromeó.

Rápidamente nos sacó una pequeña risa.

—En todo caso, es cierto. El único problema que tenemos es el como le explicaremos a la policía quién está detrás de todo. Necesitamos algo legal que nos sirva de prueba, no podemos simplemente ir a denunciar.

—¿No creen que sería una buena idea ir solo de incógnita? Nathaniel es delegado, podemos decir que te acompañamos a un trabajo extracurricular –habló Armin.

—¿Pero no sería demasiado obvio el hecho de que yo esté junto a ustedes?

—Eres amiga de Nathaniel, ¿No es así?

Rápidamente asentí.

—Entonces no sería extraño que vayas con él a todos lados –me sonrió.

—Es un buen punto...

—Lo extraño sería que yo estuviese junto a ustedes, soy nuevo.

—Pero estás conmigo todo el rato... Y creo que el mismo hecho de ser nuevo quita sospechas s9bre nosotros –solté. —Si eres alguien nuevo, ¿Por qué razón estarías ayudándome? Se supone que no nos conocemos.

—¿No es exactamente eso lo que está haciendo ahora? –Murmuró Nath.

Ambos nos quedamos en silencio.

—A decir verdad, es un tanto curioso que insistas siempre en ayudarla. Apenas la conoces, ¿A qué se debe tanta amabilidad?

—Oh, vamos –rei. —¿Vas a interrogarlo?

—No lo interrogo, es solo que no entiendo porqué querría ayudarte con tantas ganas. Hoy día incluso dejó a su hermano por acompañarnos.

—Tranquilo –contestó Armin riendo.

—Si... Nath, no te pongas así.

—¿Así cómo? –Se cruzó de brazos. —Solo me preocupo por tí.

—La estoy ayudando porque odio el acoso injustificado –habló Armin adelantándose.

Nathaniel frunció su ceño.

—A mí hermano también lo acosaban, pero no pudimos hacer mucho. Creo que sí tengo los conocimientos necesarios y cuento con tiempo disponible, puedo dedicarme a ayudar a otros, hacer lo que no pudimos con Alexy.

El rubio se quedó en silencio.

—¿Ves? Armin es una buena persona –balbuceé dándole un pequeño empujón.

—Está bien –volvió a reír. —Yo también me preocuparía si alguien que apenas conozco comienza a ayudar a Alexy. Pero tranquilos, no quiero nada de Emma, ni de ustedes.

Ya No Soy Aquella - CDMOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz