MIEDO

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No tiene caso ir hasta el Centro de Rehabilitación; ya Luke no está ahí, por lo que decido ir directamente hasta Babel- la enorme torre que se yergue en medio de Olympia, y que funciona como el centro de operaciones de la familia Fujima.

Como cabalgando un tornado, atravieso la puerta principal del edificio, recibiendo un formal saludo por parte de la recepcionista, a la que ignoro sin poder evitarlo. Avanzo directamente hasta el ascensor principal, el cual debo detener con una mano justo antes de que terminase de cerrarse por completo.

El "ding" del elevador alcanzando el último piso de la torre, es la única señal que necesito para avanzar fuera del aparato, apenas las puertas metálicas se abren dándome paso al opulento pasillo lleno de dragones dorados, por el cual no caminaba ya hacía varios meses. Poniendo un pie en la antesala de la oficina del Sr. Fujima, me topo de frente con su secretaria; la señorita Kano. Ella me mira con sus perfilados ojos y pronto se acerca, desfilando en su entallado vestido negro con lujosos botones dorados a lo largo de su pecho.

―Foster-san. ¿A qué se debe su visita? ―no termino de acostumbrarme a su acento japonés...

―Señorita Kano, necesito ver al Sr. Fujima, o a Kaiju- él no me contesta las llamadas. ¿Podría avisarle al Sr. Ryukami que estoy aquí?

Ella me examina con la vista y luego niega.

―Lo siento. Pero en estos momentos me temo que eso es imposible... Fujima Ryukami-san se encuentra en una reunión importante, y no puede-

A la mierda eso. Antes de que ella pueda culminar su frase, la evado y me voy contra la puerta que da al interior de la oficina principal. Apenas entro, me paralizo.

― ¿Vincent? ―dice el Sr. Fujima, viéndome de forma poco amistosa. Sin embargo, no es por él que me he congelado...

Es por todo lo demás...

Alrededor de su escritorio hay varias sillas- cinco, para ser exacto-, y en ellas van sentadas cinco personas que, apenas las veo, reconozco a un par; esos rostros corresponden con los de aquellos a los que Livaridier llamaba "Representantes", y principalmente sobresale el de una mujer a la que alguna vez llamé "Presidenta Jones". Saya Jones- la dama que quedó a cargo del país, después de los incidentes con los Annuk en muchas de las realidades en las que estuve.

¿Qué demonios significa esto?

― ¿Presidenta Jones? ―mascullo, sintiendo escozor en la garganta.

Con mi voz, ella se pone de pie y me observa, estirando la falda de su elegante traje color crema.

―Solo dime Sra. Jones, o Saya si prefieres. Eso de "presidenta" es innecesario.

― ¿Qué cojones es esto...? ―miro al Sr. Fujima. ― ¿Alguien puede explicarme? ¿Qué hacen ustedes aquí? ¿Qué no son parte de Narciso? ¡Trabajaban para Livaridier!

El Sr. Fujima avanza, y sin quitar su severa expresión se dispone a hablarme.

―En efecto... La Sra. Jones y el resto de las personas que ves en esta sala, formaron parte de los Representantes de Reid, en muchas de las realidades que conoces... Sin embargo, si hoy están aquí, es porque han decidido abandonar sus intereses en Narciso, y por el contrario, apoyar nuestra causa.

― ¿Ah sí? ¿Y me va a decir que confía íntimamente en personas que formaron parte de ellos? ¡Ya olvidó la trampa que nos montaron? ¿Olvidó la muerte de mis amigos?

Saya da un paso al frente y niega.

―Nosotros no teníamos conocimiento de ello. Cuando dejamos Narciso, no existían avances importantes en relación a los habitantes del Vacío... Lo que sucedió nos tomó por sorpresa a todos, pero... confía cuando te digo que es de nuestro interés ponerle fin a la corrupción de Narciso, y de todos los que lo componen... Todos perdimos seres queridos, y algunos deseamos recuperar a los que aun yacen bajo su sombra...

DIOS DE SANGRE • Antología Vincent Foster • IVWhere stories live. Discover now