CHISPAS

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En un parpadeo, mi mundo parece haber recobrado su sentido.

―Bien, todos presten atención... ―la voz del Capitán Yamada hace eco en el interior del Carrier. ―En nueve minutos estaremos en espacio aéreo del Invernadero, dentro del rango de las armas de Narciso. Esperen turbulencia, caballeros.

Trago grueso y viro a mi derecha; Kaiju también me mira, y sonríe.

― ¿Nervioso, Foster? ―pregunta, casi con un tono burlón.

―Para nada. ―respondo, aunque miento descaradamente. ―Llevo diez meses, seis días y nueve horas esperando este momento.

―Ya veo. Nada obsesionado. ―guiña un ojo, y desvía la vista al frente. ―Imagino que te sentirías mejor si en este escuadrón te acompañasen tus viejos amigos; al menos Aramis. ¿No es así?

―Supongo. ―claro que sí, pero, no voy a reconocerlo. ―Él estará bien. Todos ellos. Puede que para ti no sea mucho, pero FUEL le ganó a un ejército de mutantes extraterrestres; dos veces.

Kaiju resopla y se encoge de hombros.

―No voy a discutir eso. ―de nuevo me mira. ―Pero, no olvides que esta vez, a diferencia de aquel entonces, si mueres... se acaba todo.

― ¡Contacto en tres! ―grita el piloto desde la punta de la nave, y tres segundos después, la nave se sacude estrepitosamente, haciendo que nuestro equipamiento tintinee mientras choca metal contra metal.

― ¡Caballeros, es momento de que los ángeles desplieguen sus alas y se lancen en picada al infierno con la noble tarea de impartir la justicia divina que va impregnada en el filo de sus katanas! ―Yamada me mira. ―Y en la punta de sus flechas. ―añade. ― ¡Si alguno de ustedes muere, juro por el maldito dragón que buscaré sus cadáveres, y los lanzaré a una alcantarilla!

―Siempre tan considerado, ¿eh, Hano? ―rezonga Kaiju.

―Cierra la boca, Fujima. Y es "Capitán Yamada" para ti. Estamos en el campo, no lo olvides. Aquí soy tu superior. ―el Capitán vuelve a poner sus sesgados ojos en mí. ―Y tú, Foster, recuerda que esta no es una misión de rescate; vinimos a-

―Derribar el Invernadero. Lo sé. ―mascullo, en medio de un nuevo sacudón. ―Pero, si doy con alguno de ellos- los traeré conmigo, y usted no se va a oponer a eso, ¿verdad?

Un tenso cruce de miradas entre el Capitán y yo, saca chispas en medio de un momento ya de por sí convulsionado.

―Mi padre lo autorizó, Capitán Yamada. ―suelta Kaiju, llamando la atención del hombre. ―E incluso aquí afuera, en el campo, él es SU superior.

Veo como Yamada tensa la mandíbula, para luego virarse y dar varios pasos tambaleantes, con la intención de acercarse al piloto que maniobra evitando nuevos impactos. Aprovecho ese segundo de nulidad para buscar las expresiones en los rostros del resto de la compañía a bordo de este ataúd elegante. Todos lucen "listos y dispuestos", sin un ápice de miedo en sus ojos.

No sé si es genial, o una simple locura.

Todos usamos trajes de combate que solo puedo describir como "SILKS personalizados" con el logotipo del dragón dorado sobre el corazón, y otro logo en la espalda que simula ser un par de alas que en lugar de plumas, tiene navajas. Nuestro escuadrón- que se especializa en incursiones aéreas y asistencia letal- lleva el nombre clave "Tenshi", que en japonés significa "ángel".

¡ Tenshi! ¡Preparados para descender! ―grita Yamada, no sé si enojado o solo autoritario. ―Los otros dos escuadrones ya han avanzado al interior de la nave; tenemos confirmación de que el Generador fue movido como indicaron nuestras fuentes- aun así- el Dispositivo Valkyria permanece en el sitio, y será nuestro objetivo. Quiero que esa maldita nave sea una bola de fuego precipitándose a tierra, en no más de quince minutos. ¿De acuerdo?

DIOS DE SANGRE • Antología Vincent Foster • IVWhere stories live. Discover now