Capítulo 33

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¿Por qué nunca me lo dijeron?

Eran las primeras palabras que Lena les había dirigido a sus padres desde esa mañana. Le tomó bastante tiempo lograr entender la confesión que su madre le había hecho, más aún le llevó procesar el hecho de que Kara, la chica con la cuál estaba cumpliendo todas sus fantasías y que hace poco se había dado cuenta que amaba incondicionalmente, era su hermana. Pero tan pronto como lo hizo, se dió cuenta de que había perdido su vuelo a Londres, y...

¿Por qué nunca me lo dijeron?
sorprendentemente no le importó, porque sabía que no podría mirar a la chica de la misma manera que lo había hecho esa mañana.

Lena se había encerrado en su antigua habitación de la casa luego de mirar con enojo a Lillian, estaba tan en shock y consumida en su ira que era probable que hiciera alguna locura al volante y volver a su departamento no era una buena opción. Su madre no podía culparla; le habían ocultado esto durante 32 años, junto con muchas cosas más de las que la joven aún no tiene conocimiento. Tal vez era el momento de dejar que todo se sepa, Lena ya no era una niña a la que tenían que proteger, pero si era una hija a la que no querían perder. Por eso las mentiras del matrimonio aún seguían guardadas bajo siete llaves.

Pero esta decisión no solo dependía de Lillian, sino también de Lionel. Tan pronto como el primer portazo que la ira de Lena dejó, sonó a través de las paredes de la casa, la mujer tomo el teléfono y entre lágrimas le rogó a su esposo para que fuera a calmar toda esa tensión. Lena no se había tomado bien la noticia, eso era evidente, pero hubiese preferido que la joven le gritara a que la mire con furia y se tragara sus palabras. No lo había hecho por orgullo, y tampoco porque no quería mostrarse de esa forma frente a su madre, lo había hecho porque verdaderamente no sabía que decir, ni cómo actuar. Esas cinco palabras habían hecho que Lena por primera vez en su vida se sienta arruinada, y aún tenía miles de cosas por venir, cosas que jamás esperarías que tus padres te oculten.

- ¿Hubiese cambiado algo si te lo decíamos? -Preguntó Lionel intentando desviar el lio con su pregunta, Lena ya lo había desobedecido incluso cuando él le advirtió que no se acercara ni al club, ni a Jeremiah, y mucho menos a Kara. Su respuesta tal vez no le sorprendería.

- ¡Hubiese cambiado todo! -El matrimonio y su hija se encontraban en la sala de la casa, Lena estaba sentada en el enorme sillón mientras sus padres daban vueltas alrededor del lugar, queriéndose sacar de encima la tensión que el silencio de la joven les estaba causando. Aún que su enojo solo iba a hacer que las cosas empeoren.

- ¡Te dije que no te acercaras a ese club Lena! -Le gritó su padre.

- ¡Y tal vez lo hubiera hecho si no me hubieses ocultado que tenía una hermana durante toda mi vida! -Lillian miraba con preocupación el intercambio entre padre e hija. - ¿Cómo mierda fue qué pasó?

- ¿De que estas hablando? -Preguntó la madre confundida.

-Kara... ¿Cómo fue qué paso? --Lena necesitaba respuestas. - Porque no tengo ni siquiera un recuerdo de haberte visto embarazada cuando yo era pequeña, tampoco hay fotos ni nada por el estilo, entonces ¿cómo es que Kara es mi hermana? -Sin poder responder, Lillian miró a Lionel, y él sabía lo que esa mirada significaba con exactitud. Era el momento de que él tomara cartas en el asunto, y dijera su verdad.

-Kara no es hija de tu madre... -Comenzó a explicar. -Es hija mía. Yo...

-No me digas... -Lena lo detuvo ya imaginándose a donde llevaba todo esto.

-Me acosté con... Me acosté con Eliza. -Terminó de explicarle a su hija, y con miedo a su reacción. Pero Lena sólo miró el suelo por unos largos minutos mientras se concentraba en su respiración, intentando calmarse de las confesiones que sus padres le estaban contando, una tras otra, no sabía si sería capaz de soportar toda la verdad. Esta era una de las veces en la que Lena ni siquiera intento tragarse su orgullo.

Sweet TemptationWhere stories live. Discover now