Capítulo 22

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Hank no era la clase de chico que se preocupaban por otras personas, además de sí mismo. Pero no pudo evitar esa sensación de intranquilidad que sintió cuando la música del acto de Kara comenzó a sonar en el lugar, pero la chica no aparecía por ningún lado. Y conociendo la situación en la que vivía, era imposible que repentinamente decidiera no salir y bailar porque sabía las consecuencias que esa actitud "rebelde" le traería.
Cuando ya había pasado un minuto y vio como el público empezaba a ponerse impaciente, decidió tomar cartas en el asunto; le hizo una seña al DJ para que detuviera la música porque había un problema, rápidamente entendió la situación e intento animar el lugar con diferentes ritmos hasta que el conflicto estuviese resuelto, ojala fuese pronto.

Los pasillos del club estaban desiertos en este punto, los bailarines que habían quedado en el lugar o estaban afuera fumando, en el bar charlando animadamente con los demás empleados mientras disfrutaban de una bebida, o en los vestuarios descansando un poco. Sólo había una bailarina en el lugar que tenía un vestuario para ella sola, y esa era Kara. Su puerta se encontraba cerrada, lo que significaba que ella aún estaba adentro o ya había salido del cuarto. Pero si lo hizo ¿en dónde se había metido?
El joven sacó de su bolsillo el duplicado de llaves que siempre llevaba con él y estaba dispuesto a entrar al vestuario sin permiso, pero justo cuando fue a meter la llave en el cerrojo de la puerta, esta se abrió y para su sorpresa, James salió del lugar completamente distraído y se lo llevó por delante. Parecía que algo le molestaba.

-Con más cuidado, Olsen. -Le dijo riéndose, hasta que la situación lo golpeó. ¿Qué hacía James ahí? - ¿Te pasa algo?

-No solo, estoy apurado. -Respondió con rapidez mientras lentamente se iba alejando. Hank no parecía muy convencido, mucho menos después de ver como el chico parecía esconder algo detrás de su espalda.

- ¿Qué estabas haciendo en el camerino de Kara?

-Qu-queriaaaaa... Decirle una cosa que su padre me había ordenado que dijera. -James debía de saber, que sus falsos tartamudeos e improvisado nerviosismo ya no comprarían a nadie en un futuro. Tal vez había burlado a Hank en el pasado, pero parecía que el joven ya no sería una víctima de su actuación; En un descuido James dejó a la vista su brazo que estaba escondiendo detrás de su espalda, y al ver la manga de su camisa rasgada, Hank supo que algo raro estaba sucediendo... O había sucedido.

-La próxima vez me lo dices a mí y yo se lo diré a Kara, yo soy el encargado de todo eso. ¿Entendido? -Le dijo de mala gana, a lo que el otro joven solo asintió. - ¿Qué le paso a tu camisa?

-Ahh... -Miro su brazo y a su prenda de ropa arruinada, regañándose a sí mismo por el error que había cometido. Y también dejando ahora a la vista de Hank un par de rasguños que aún seguían sangrando. - Al perrito de mi novia le encanta jugar. -Rió nerviosamente para intentar disimular un poco la pobre excusa que había dicho.

-Claro, deberías ir a cambiarte. -Le dijo mientras abría la puerta del cuarto. -Largo de mi vista, Olsen.

No era noticia que el empresario no era del agrado de Hnk, bueno, en realidad el trataba mal a todo el mundo y además James nunca le había dado un motivo para odiarlo realmente, solo que las personas como él le
colmaban la paciencia su "idiotez" lo ponía de mal humor... Poco sabía el que eso era solo una máscara para cubrir al verdadero hijo de puta que James Olsen era realmente.

Cuando entró al camerino de la chica lo vió vacio, entonces, ¿Qué estaba haciendo James aquí? Lo primero que se le cruzo por la cabeza fue algo que tuviera relación con Lena, y para ser sincero tenía un poco de miedo de que el empresario se entere de los encuentros de Kara con su prometida, aun que el obviamente que un "idiota" como el no sería capaz ni de herir a una mosca.
Pero luego escucho el sonido de la canilla del baño, el agua estaba corriendo y definitivamente había alguien ahí. Mientras caminaba hasta la puerta del pequeño baño que estaba dentro del cuarto, y en su distracción, piso algo que estaba tirado en el suelo y lo escucho quebrarse al no resistir su peso; las orejitas de gato que eran parte del vestuario de Kara estaba tiradas en el suelo, y ahora, rotas.

Sweet TemptationWhere stories live. Discover now