Capítulo 6

3.4K 325 55
                                    

** Aquí regreso con otro capítulo, espero les esté gustando la historia, recuerda votar y comentar lo que quieras... see ya!!

-Me quiero ir de aquí.-

Decir que la última hora de la vida de Lena había sido una pérdida de su tiempo, podría ser un entendimiento; se había pasado los últimos sesenta minutos pretendiendo conocer gente que no era de su importancia a la cual nunca se había molestado en conocer antes, ella no era quién tenía que socializar con sus empleados en la empresa, su padre siempre se encargaba de eso. Algunas personas le resultaban familiares, pero aun así no recordaba sus nombres, o sus apellidos, o sus nombres de pila. A los demás presentes, ni siquiera estaba segura de que fueran empleados suyos. A pesar de eso, Samamtha conocía muy bien a los invitados y cada vez que Lena intentaba pretender estar interesada en saber el nombre de alguno de los presentes, no dudaba en susurrarle disimuladamente en su oído el nombre de la persona en cuestión. Y aún que Sam amaría ver a su mejor amiga humillarse frente a las personas que la consideran como su autoridad máxima, no podía dejar que eso pase.

—Ni siquiera lo estas intentando Lena.
—Tal vez no lo 'estoy intentando' porque yo no debería estar aquí. Debería estar en casa, durmiendo con Oisin.
—O revolcándote con tu novio... —Agregó Samantha con una pícara sonrisa. —Lena, la noche recién empieza y ni siquiera le estas prestando atención al show.
—Digamos que ver a personas con poca ropa deshacerse de dichas prendas no es algo que me interese.

—Pero aun así dejas que el tonto de Olsen se desnude frente a ti.
— ¡SAMANTHA! —Lena ya se estaba hartando de las innecesarias
acotaciones de su amiga.
—Bien, lo siento. —Bien en el fondo ella sabía que en realidad no lo sentía. —Vamos a la barra, necesitas unos tragos.

—Lo que necesito es una mejor amiga con sentido común.

—Que tu sentido común sea anormalmente diferente al mío no significa que yo no tenga. Ahora cierra la boca y embriágate de una buena vez.

Samantha siempre fue la clase de amiga que incitaba a Lena a tomar malas decisiones. No la mal interpreten; Lena amaba a su mejor amiga con su vida, ella fue una de las personas que siempre estuvo a su lado apoyándola, ayudándola y queriéndola incondicionalmente sin siquiera pedir algo a cambio desde que se conocieron 28 años atrás en el jardín de niños, cuando ambas tenían apenas cinco años de vida. Solo que conforme el tiempo avanzaba y ambas chicas fueron creciendo y madurando, una opto por el camino de la rebeldía mientras que la otra siguió viviendo su vida al pie de la letra.

Su mejor amiga había estado ahí para consolarla a los nueve, cuando Jack Spheer, uno de sus compañeros de clase, la había avergonzado frente a todo el salón y se había reído de ella junto con sus amigos. Pero también estuvo ahí a los dieciséis para darle unas palmadas en la espalda a Lena cuando años más tarde se vengó y humillo con clase al mismo chico y a su grupo de amigos frente a toda la escuela y por supuesto sujeto fuertemente su mano a los dieciocho, cuando Lena decidió hacer uso de su legalidad tatuándose unos círculos en el brazo que representaba a ella y sus hermanos. También había estado presente a los veintidós, cuando Lena se graduó con honores de la Universidad de Economía de New York, y estaba sentada a su lado en su cena de graduación cuando su Padre le entrego de sorpresa las llaves de una oficina la cual llevaba su nombre en lo alto de uno de los edificios de Luthor Corp.

En el corto trayecto que ambas amigas caminaron desde el sector VIP del club hasta la barra de tragos al otro lado del lugar, todos esos recuerdos invadieron la mente de la ojiverde. Los recuerdos de su vida que más se habían grabado en su memoria los había compartido con su mejor amiga, y definitivamente quería compartir todo lo relacionado con su boda con ella también. No debía permitir que su bajo perfil se interpusiera en ello, por lo tanto decidió hacerle caso a Sam, embriagarse, tener una buena noche y celebrar sus últimos meses se soltería. Después de todo, se lo merecía después de la semana de trabajo que había tenido.
—Estoy de humor para un buen trago de todo lo que contenga vodka. — Lena rió conociendo ya la costumbre de su amiga. —Hey Rojito... — Samantha llamó al joven cantinero usando de referencia su peli roja cabellera. Así era ella, educada pero al mismo tiempo grosera. — Prepárame un cocktail criollo por favor.

Sweet TemptationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora