Capítulo 7

3.3K 330 43
                                    

— ¿Quieres sentarte o...?

—Quiero salir de aquí. —Lena le respondió rápidamente a una confiada Kara.

—Créeme, es mejor si tomas asiento linda. —La chica que aún seguía dándole la espalda e intentando abrir la puerta no respondió. —No se abrirá.

—Gracias por recalcar lo obvio.

—Sabes, no te veo muy feliz de estar en mi presencia. —Rió. — ¿Estás perdida acaso?

Lena volvió a escuchar la ronca voz a sus espaldas, pero su subconsciente le dijo que sería una mala idea darse la vuelta para observar de dónde provenía dicha voz, por qué ya sabía que se encontraría con una imagen exquisita y excitante, lo que la hizo mantenerse de espaldas con su frente apoyada sobre la puerta de madera y su mano intentando girar el picaporte, lo cuál por cierto, no daba muchos resultados y solo provocaba que sus nervios aumentaran.

—Créeme, uno no se pierde en un lugar como este a propósito. — Fue lo único que respondió mientras tomaba una fuerte bocanada de aire e intentaba abrir la puerta de nuevo. Sin resultados. Iba a matar a Samantha tan pronto como pusiera un pie fuera de la oscura habitación.

—Oh ya veo... — Dijo la misma voz, que ahora parecía estar más cerca que antes. —Te viste obligada a entrar aquí.

—Podría decirse.

— ¿Y qué fue lo que te obligó a hacerlo? —
Lena levantó su ceja derecha demostrando confusión, no que la chica a sus espaldas iba a notarlo. — ¿Solo curiosidad o tu deseo por algo prohibido? —Ante la última pregunta intentó responder claramente, pero sólo logró tartamudear como una idiota.

— ¿Q-qué? No. NO. Mi amiga me encerró aquí. Creo que pensó que era divertido o algo, no sé. — Giro su cabeza hacia el costado derecho, mirando la pared que tenía en frente. Dándole a la hermosa chica que estaba a sus espaldas una clara imagen del perfil de su pálido rostro, que seguramente ahora estaba más pálido que de costumbre.

—Si claro. — Escucho una risita burlona. —Tu voz dice eso, pero tu lenguaje corporal dice otra cosa.

—Hablas como si me conocieras. — Respondió a la defensiva.

—Es verdad, no sé quién eres, o de dónde vienes, o cuál es tu historia de vida. Y no es que me interesara de todos modos. — Volvió a soltar una risita burlona. —Pero sé lo que las mujeres como tu buscan. Te diría la cantidad de mujeres que cruzaron por esa puerta buscando exactamente lo mismo que tú, pero ya perdí la cuenta después de la numero veintisiete.

—Y ¿Qué es lo que estoy buscando según tú? Lena volvió a responder con el mismo tono de burla que la chica a sus espaldas había usado.

—No lo sé ojitos claros, tu dime. —Ya no podía soportarlo más, se sentía agobiada y el alcohol que había consumido durante el transcurso de la velada no ayudaba mucho a su situación de nervios. El mundo ante sus ojos comenzó a girar y el aire comenzó a faltarle.

—Mira, no sé qué clases de cosas estés acostumbrada a hacer en este... Lugar. — Lena, completamente enojada, se giró sin darle importancia a nada, ni siquiera que alguien pudiera verla y la reconociera (Como si eso fuera a pasar, si nunca sale de su oficina) quedando de frente con la imagen de una chica de cabellera rubia, una sonrisa burlona en sus carnosos labios y vestida solo con una pequeña bata blanca de seda y una diadema en su cabeza que parecía tener forma de dos orejitas de gato 'qué ridícula para la clase de trabajo que tiene' pensó para ella misma. —Pero en serio apreciaría si me dejaras salir de aquí.

Sweet TemptationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora