Eᴊᴇʀᴄᴇ ᴇʟ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ sᴏʙʀᴇ ᴍí || Z.M

Capítulo » 11

Antes del capítulo, quiero otorgarle un MUY FELIZ CUMPLEAÑOS a mi amiga Nicole, lectora de EECSM <3. Weona, ¡Pásalo excelente! Espero que éste capítulo te guste harto :) xx.

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Melissa's POV.

Cuatro días ya habían pasado (jueves, viernes, sábado y domingo) desde aquél accidente laboral que me había costado estar inconsciente por cerca de dos horas. Todos los aludidos en el problema, tanto policías como agentes, tuvimos una charla de advertencia de parte de Ben Schneider, quien dejó completamente claro que si ocurría otro percance como el mío daría por terminado, sin derecho a reclamos, el programa de adaptación laboral.

En aquél momento en que nos estaba comunicando la noticia, me encontré observando atentamente a Niall y sus reacciones; mantuvo una postura erguida y los brazos cruzados en todo momento, lució completamente serio y ciento por ciento de acuerdo con la sanción, asintió lentamente a todo lo que su superior dictó y se mordió el labio inferior mientras observaba al frente.

Fue sexy.

Podía también recordar que la tonta de Layla me pilló in fraganti mirándolo y dijo, un poco fuerte, "cierra la boca, se te está cayendo la saliva". Le golpeé el brazo juguetonamente como siempre, ella se rió y Ben justo en ese instante nos miró. Resultado: nos castigó y tuvimos que quedarnos una hora más en la institución para limpiar el suelo del hall principal.

—Mírame, soy Blanca Nieves —Layla llamó mi atención. Estaba limpiando los peldaños de la escalera en forma de espiral más grande que había visto en mi vida—. Una pobre muchacha que hace el aseo en la mansión de su madrastra. Dios.

—Blanca Nieves no hace el aseo de la mansión de su madrastra —arqueé una ceja en desaprobación y negué con la cabeza—. Esa chica está rodeada de los siete enanos en un bosque, recuérdalo.

—Oh, tienes razón —se golpeó la frente con su mano derecha, la cual estaba completamente empapada con la mezcla que nos habían dado para desinfectar el suelo—: Una mierda, ¡Qué asco!

—Eres una tonta —moví mi cabeza un par de veces y seguí restregando mi parte. Layla siguió hablando sobre princesas.

—... Entonces mis siete enanos serán: mí por siempre amado tutor Zayn, el que también está bueno, Liam, el hijo de puta que nos obligó a hacer esto, Ben, tu rubio de ensueños, Niall, el culo grande de Louis, el que te tiene ganas, Harry y el cartero anciano de nuestro distrito, Erns —levanté mi vista para encontrarme con una seria Layla, como si estuviese debatiendo sobre el tema más importante del mundo—. Sí, definitivamente esos serán mis enanos, duendes, nomos. Lo que sea. ¿Qué princesa serás tú?

—¿Es en serio? —levanté una ceja y me largué a reír. Ella permaneció solemne todo el tiempo y asintió—: Primero quiero aclarar unas cosas. En definitiva, Niall no es mi rubio de ensueños, segundo, Harry no me tiene ganas y tercero... ¿Por qué Erns?

—Es viejo pero se conserva —comentó como si fuese más normal del mundo.

—¡Eres asquerosa, Layla!

—No me importa —se encogió de hombros—. Mientras le funcione el aparatito está todo bien. Vamos, ¿Qué princesa serás?

—Ay, Dios —rodé mis ojos y pasé mi mano limpia por toda mi cara—. Voy a ser Cenicienta, la bella doncella que es maltratada por su madrastra y sus dos hermanastras.