Capítulo » 28

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¡Hola!

Nuevamente me quiero disculpar por la demora, pero aquí está el capítulo. Creo que será un poco aburrido, pero aún así, importante para el desarrollo de la historia.

De ahora en adelante creo, CREO, que empezaré a actualizar más seguido porque volví a mi casa y tengo harto tiempo ksjdha. Bueno, un beso a todas. ¡Espero que les guste! x

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Melissa’s POV.

Calor. Eso era todo lo que mi cuerpo se permitía sentir, ¡Y cómo no! Estaba tapada hasta el cuello con un millón de frazadas, y encima, sentía que Cuddles había aumentado su peso y longitud. ¿Cómo era posible que un gato pudiese pesar tanto, y aun más, aprisionar tu cuerpo de la manera en que mí pequeño lo estaba haciendo? Bufé. Sin lugar a dudas no podía moverme.  Y sumado a eso, ¿Qué jodida hora era? Necesitaba levantarme ahora mismo si no quería llegar tarde al FBI.

Moví lentamente una de mis piernas, sintiendo un ronco gruñido como respuesta. ¿¿Qué?? Los gatos no hacían esos jodidos sonidos… Me quedé estática unos segundos, y de pronto, la realidad golpeó mi frente fuertemente. Lo que me aprisionaba no era un gato, ni siquiera era un animal —bueno, quizás a veces sí—, ¡Era el gran cuerpo de Zayn Malik!, ¿¡Qué rayos estaba haciendo yo con Zayn Malik en una cama!? Una cama que ni siquiera era mía…

Mordí mis labios frenéticamente y miré hacia el techo, intentando buscar una explicación racional. Alcé las frazadas y miré hacia mi pelvis. Levanté mi tanga y revisé si algo andaba mal… Pero parecía que no había nada en desorden. ¡Dios! Es que… No. 

Uno de los morenos brazos de Zayn se acomodó alrededor de mi cuerpo —como si no estuviese lo suficiente apretada ya—, y tras darme un pequeño beso en mi hombro, siguió durmiendo. Miré a lo largo de su cuerpo, y me di cuenta de algo que, realmente, no quería notar. O quizás sí.

—¡Ay, no! —chillé algo fuerte, sin poder despegar mi vista de su erguido pene—. Deja de mirar, deja de mirar. Melissa, deja de hacerlo.

Pero no podía. Llamaba mi atención el hecho de que era lo único que tenía la capacidad para levantar todas las frazadas. Era increíble. 

Cerré los ojos y miré hacia la ventana que tenía en mi lado, pero justo en ese instante, un despertador comenzó a sonar dentro de la habitación. Y para mi mala suerte, estaba en la mesita de noche del lado de Zayn. Mi instinto me decía que debía apagarlo, pero mi sentido común gritaba que, si me acercaba más a Él, nada terminaría bien.

La pesada musiquita comenzó a retumbarme los oídos, y encima, ¡Él seguía durmiendo como si nada!, por lo que sin darle más importancia estiré mi mano hacia su mesa de noche, creando presión… Pero en ese mismo instante, sus brazos me atrajeron más a Él, haciendo que, sin querer, mi mano se apoyara en su erecto problema. 

Dios, qué vergüenza.

—Oh, Dios —gruñó Él, dejando el timbre de la alarma en segundo plano. Mordió su labio con dolor y abrió los ojos en un segundo—. Hetfield, si tanto me quieres tocar, ¡Hazlo!, pero no aplastes a mi pequeño.

—¿Pequeño? —susurré sin darme cuenta. Al parecer, mi filtro de la “discreción” estaba apagado.

—¿No crees que sea pequeño? —apretó su mano en mi cintura y se acomodó de lado, mirándome—. He notado que lo observabas mucho. ¿Tienes algo que decir sobre…? —contempló nuevamente a su pene, luego a mí. Mis mejillas ardían—. ¿… Sobre él? 

Eᴊᴇʀᴄᴇ ᴇʟ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ sᴏʙʀᴇ ᴍí || Z.MWhere stories live. Discover now