Eᴊᴇʀᴄᴇ ᴇʟ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ sᴏʙʀᴇ ᴍí || Z.M

Capítulo » 38

Melissa's POV

Recuerdos de la noche anterior comenzaron a aparecer en mi mente sin notarlo. El ultimátum que Zayn se atrevió a darme y me hizo dar cuenta de que no podría estar sin Él, mis frenéticas ganas de sentirlo y entregármele en cuerpo y alma, aquel alivio interno que sintió mi corazón cuando comenzó a besarme y me llamó 'novia' y, definitivamente, aquella paz que reinó en nuestra habitación cuando nos fuimos a dormir y Zayn me acorraló en sus brazos apretándome con ímpetu y convicción. Esa convicción fue tan grande que comenzó a sofocarme y necesité alejarme un poco para recuperar el aliento, pero Zayn no daba tregua. Aún dormido y en el décimo sueño mantenía su agarre firme sin darme el derecho de siquiera pensar en escaparme.

Anoche, antes de dormirnos profundamente, una conversación reveladora apareció entre nosotros sin darnos el tiempo de pensar si queríamos tenerla o no. Confesó que no quería ponerle una etiqueta a esto que teníamos porque sabía que en algún momento Él jodería todo y yo me querría ir de su lado; cosa que no podía permitir porque me necesitaba cada día. ¿Quién iba a pensar que el enigmático y duro Zayn Malik podía ser así de cursi? Por lo tanto, hicimos un acuerdo: yo iba a despertar cada una de las mañanas a su lado por toda la eternidad, porque según Zayn, no me iba a dejar escapar nunca más en la vida.

Miré la hora en mi teléfono y eran las cuatro de la mañana y tres minutos. Esperaba que el sueño volviese a mí otra vez porque odiaba levantarme temprano los domingos. Comencé a mirar el techo de la habitación y a contar ovejas mentalmente, así quizás me aburría y me dormía sin darme cuenta.

Estaba a punto de cerrar los ojos y rendirme en los brazos de Morfeo cuando mi teléfono comenzó a vibrar debajo de mi almohada. Fruncí el ceño con suma molestia y me pregunté quién rayos hacía llamadas a... ¡Las cuatro de la mañana y ocho minutos! Entrecerrando los ojos miré leí el autor de la llamada y los rodé cuando supe que era mi hermano.

"¿Qué pasa, Isaac?" Susurré lentamente mientras observaba cómo Zayn tenía una suave respiración y una pequeña sonrisa en sus labios.

"Hola, Mel..." Mi hermano habló lento y sonaba algo inseguro, "Hmm... Mira, no te descontroles, ¿Sí? Sólo..."

"¿Qué pasa, Isaac?" Repetí mi primera pregunta, la cual fue obviada. "Me estás asustando, por favor, habla."

"No, pequeña. No quiero asustarte..." Su voz sonó apagada, "Sólo vístete y sal de casa inmediatamente. Estoy esperándote aquí afuera."

"Pero..." Mis ojos viajaron hacia mi chico otra vez. Si me iba ahora con Isaac, Zayn se despertaría y no me vería junto a Él en la mañana, lo cual infringiría el pacto que habíamos hecho.

"Melissa, te necesito aquí afuera ahora." Mi hermano sonó más demandante ahora.

"Bien. Voy en cinco."

Una pila de cuestionamientos se comenzaron a amontonar en mi cabeza tratando de resolver la gran pregunta que tenía en mi mente: "¿Qué diablos hacía Isaac aquí?" Quizás había peleado con la bruja de su mujer o quizás estaba borracho y quería preguntarme cosas sobre mi vida privada como cuando éramos aún más jóvenes y se metió en mi habitación; estaba tan ebrio que vomitó en mi alfombra.

Reí al recordarlo. Luego miré a Zayn. Mi Zayn. Mi novio.

Esperaba que lo que fuese que diría Isaac no me tomara tantas horas porque en serio no quería defraudar la confianza de mi chico y hacerlo enojar. Habíamos hecho un trato, no podía quebrantarlo en la primera noche. ¡Claro que no!