Capítulo 16:Adios.

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Aquí iba a entregar lo último que me iba a vincular con él, ya después de esto creo que no estaré cerca de él, no trabajaré con él, no hablaré con él, no estaré más en su vida, era un poco melancólico, pero era lo mejor para ambos las únicas  aportunidades que serán para verlo es cuando llegue a visitar a Madison, no tendré casi contacto con él, me preguntó si a él le duele tanto como a mí, lo dubo, él me demostró que no sentía nada por mí el día que casi se acuesta con Laura.

Porque me costaba tanto aceptar que ya no podíamos estar juntos, porque mi vida tendría que ser tan mierda, solo no podía ser feliz, porque era yo la que más sufría, no puedo solo decirle te amo y te amare por siempre, te extraño ven por mí, pero eso no salía de mi boca, solo no salían ninguna palabra, era odioso no decir lo que siento, pero eso me pasaba. Odiaba pasar por esto, odiaba que él no estuviera a mi lado, odiaba no poder escuchar su voz, odiaba no escuchar ese te amo que salía tan perfecto de su labios. Extrañaba su cuerpo, sus caricias, sus besos. Extrañaba absolutamente todo de él.

Me estacione al lado de su empresa, abaje y entre al edificio, saludé a la reseccionista, entre al edificio, en el campo de Laura no había nadie no me preocupe y camine hasta la oficina de Matías y empuje la puerta, encontrándome una escena que hizo que mis ojos se cristalizará y que en mi garganta se creará un gran nudo. Eso aclaraba todo, él nunca me amo, solo me uso como a todas, eso era lo que supuestamente el era incapaz de hacerlo según las palabras de Carlos el chofer.

Ella estaba semidesnuda y el penetrando la con los pantalones abajo y con algunos botones desabrochados.

—Cof—aclare mi garganta. Ella y él volvieron su vista al frente donde me encontraba yo de pie abrazando la maldita carpeta,  en serio era de capaz de esto solo llevamos dos días separados para que se acostada con cualquier zorra.

—Largo—dijo ella. Mi lágrima callo sus ojos hicieron contacto con los míos, movió su cabeza para evitar el contacto visual. Todavía tenía una leve esperanza que el me amara, pero se acaba de ir a la mierda.

—Tengo algo que decirte. Es importante—fueron mis únicas palabras. El nudo en la garganta me estaba matando, oraba para que el no se diera cuenta,  me estaba doliendo tanto el alma, no tenía derechos a enamorarme de el, lo sabía y lo termine haciéndolo. Este es el Matías que realmente es, un maldito mujeriego.

—Vete —dijo ella otra vez. No era capaz de verme la cara y decirme algo. El salió de ella y acomodó su ropa—¿Amor que haces? Ella ya se va—hizo caso omiso y siguió vistiendo se.

—Laura ve a tu puesto—la mujer se quedó como estúpida, sin moverse—Ahora—ella se acomodó su ropa y se marchó—. ¿Que necesitas?—dijo el muy estúpida con su singularidad frialdad.

—Vengo a entregarte esto—me acerque a su escritorio dejé la carpeta y me aleje un poco.

—¿Porqué no te sientas?

—No, estoy mejor así—él abre la carpeta y saca de ella todos los papeles—. Me retiro hasta nunca—me di la vuelta para salir.

—No te vallas, espera que lea esto—dijo con voz firme.

—No, creo que una madrina no es digna de estar contigo—dije con enojo.

—Emma no digas eso —dijo con cansancio, ví directo a sus ojos,  tenía ojeras.

—Eso lo dijiste tu, no te acuerdas, me trataste como una maldita mierda Matías, habías prometido no dejarme, prometido cuidarme mientras dormida,  prometido amarme—dije más enojada—Eran palabras vacías que me termine creyendo—dije una lágrima callo—Solo lee los malditos papeles para irme,  no quiero ver más tu maldito rostro.

—Lo lamento —dijo estresado—Fui un tonto.

—Lee los papeles—el agachó su cabeza y empezó a leer poco a poco que avanzaba su rostro cambiaba hasta el último papel,  levanto la vista donde sus ojos azules estaban oscuros llenos de furia.

—¿Dónde conseguiste toda esta información?

—Tengo mis contactos—dije fría—tenía que limpiar mi nombre,  no soy ni una ladrona como decías no necesito tu dinero ni nada tuyo para sobrevivir pero tu Secretaría creo que sí.

—Emma enserio lo lamentablemente yo no quise llamarte ladrona ni mucho menos culpable solo estaba enojado.

—Pero eso no te daba el maldito derecho de tratarme como lo has hecho, me destroza te.

—Te amo pero entiendeme un poco.

—¿Entenderte? Porque no me entiendes tu a mí.  En esos momento intente explicarte de mucha maneras que no había sido yo,  pero tu no escuchaste y seguiste culpando me.  Dices que me amas pero no lo sientes aquí—señale mi corazon—. No digas cosas que no sabes haces sufrir a otros por tus errores—me acerque a el—esta es mi renuncia, no volveré aquí será la última vez que me veras.

—Estamos casados y tenemos una hija.

—Estamos casados, pero eso no te importó cuando te acostarme durante toda la luna de mil con diferentes mujeres y ahora con tu maldita secretaría, ¿quién te crees? Tengo dignidad no quiero tenerte cerca ya no puedo—dije con cansancio—. Puedes ver a Madison tres veces a la semana.

—Pero...

—El divorcio era entre mi abogado y tú—su cara se desfiguró—. No quiero ningun otro contacto que no sea solo por Madison—sonrei—.  Tranquilo que no quiero nada de ti dinero.

—¿El divorcio?

—Su que pensabas que seguiríamos así como si nada.  No se que piensa tu pero yo no soy ningún maldito juguete que puedes desechar y recojer cundo se te venga en gana, soy una maldita persona, te guste o no me divorciare de ti.

—No puedes, yo te amo y de que tu también.

—Joder no entiendes que esto es tan tóxico tanto como para mi y para ti, me haces daño y yo te lo hago a ti.

—Pero para el amor todo obstáculo se puede vencer, esto es solo otro obstáculo.

—Vete a la mierda con tus malditos obstáculo y todo la mierda que te rodea. Adios.

Salí de la Oficina dando un portado para ir directo al ascensor y salir de su maldita edificio.

Esto era el final.

No podía creer que nuestra historia terminara hacia era tan idiota y absurdo.

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Feliz inicio de semana Santa.

El final.

🐼🐼

👋👋

Obligada a ser tuya. En Edicion.Where stories live. Discover now